Sirius estaba en la estación de King Cross, esperando, no era la primera vez que salía solo de casa para llegar a tomar el tren de Hogwarts. Había aprendido a usar el método muggle, autobús, e incluso con un poco de ayuda de Remus había aprendido a identificar los billetes con los que debía pagar.
Cruzó la barrera. Como lo esperaba, allí no había nadie, o eso creía. Una chica a lo lejos estaba sentada en el piso, junto con su baúl y su lechuza. Leía un libro; Sirius se acercó a paso lento hacia donde ella se encontraba. La conocía, pertenecía a Gryffindor, le había visto un par de veces cuando acompañaba a alguna de sus conquistas a la mesa en el Gran Comedor o de vez en cuando cuando se quedaba hasta tarde en la sala común. Sonrió preguntándose si al acercarse tendría una cita segura, siguió caminando con arrogancia.
- Hola, ¿Qué haces tan sola en este lugar? - la chica levantó su mirada, enarcó una ceja y se encogió de hombros.
- Lo mismo que tú, creo. ¿Me dirás tu que haces aquí tan solo? - Sirius amplió su sonrisa, pero la chica desvió su mirada de vuelta al libro. El ojigris acomodó su baúl a un lado y se sentó junto a ella que lo miró contrariada - Hay mucho espacio Black, podrias sentarte en donde gustes.
- Muchas gracias, pero me place sentarme aquí. Además veo que me conoces - la joven soltó un bufido cerrando el libro bruscamente.
- ¿Quién no te conocería Sirius? Eres tan popular en Hogwarts como las ranas de chocolate - el muchacho sonrió arrogante - lástima que tu fama en gran parte se deba a que cambias de chica como supongo, también, cambias de ropa interior.
Sirius, suspiró. Lo había escuchado antes, proveniente de Lily Evans. Pero esta vez tuvo un tono diferente, palabras diferentes que lo tomaron desprevenido. La chica rodó los ojos, abriendo de nuevo su libro.
- ¿Me diras que no te gustaría una cita conmigo? La verdad todas buscan eso - le guiñó.
- Yo no Black, y si me disculpas, no quiero ser descortes pero quiero leer. Y me interrumpes. Gracias.
Sirius la miró extrañado, la chica no se había movido del lugar pero cortésmente le había pedido que se alejara.
- Disculpa pero ¿Cómo te llamas?
- Pensé que te sabías el nombre de todas las chicas.
- Mi memoria solo se limita a buenas bromas y hechizos, no a nombres de chicas - aclaró el joven.
- Juraría que te sabes el nombre de todas, es una habilidad que creí ,venía contigo - el ojigris le sonrió seductoramente pero ella solo se inmutó a cruzarse de brazos.
- ¿Me dirás tu nombre, o tendré que preguntarle a alguna de las chicas de tu casa?
- ¿A caso te interesa como me llame? Aunque en realidad, cualquiera de mis amigas estaría encantada de decirte mi nombre solo para hablar contigo - dijo la muchacha con voz cansada - Me llamo Jones, Isabel Jones.
Jones. Ese apellido resonaba en su cabeza, pero quizás era porque ya lo había escuchado en otra chica.
- Un placer - Sirius le tendió la mano. Ella se la estrechó delicadamente sintiendo el calor que emanaba de la del chico.
- Ya están llegando mas personas Sirius, si nos ven sentados aquí...Bueno, es mejor que te levantes tu también - ella se había puesto de pie, tendiéndole la mano al ojigris. El la tomó y se levantó.
- Gracias, de seguro nos veremos luego, preciosa - la chica rodó los ojos,mientras tomaba su baúl.
- Habria dicho que conocerte era un placer, Black. Hasta que me llamaste preciosa - ella le dio una mirada y comenzó a caminar. Esta vez fue Sirius quien soltó un bufido. Ya tendría oportunidad de encontrarse con esa jovencita.
Las personas cada vez iban llegando, reuniéndose, los alumnos de Hogwarts comenzaban el bullicio saludándose, abrazandose y algunos despidiéndose de sus familiares. El ojigris había encontrado con la mirada a su amigo, a su mejor amigo. Un muchacho de cabello despeinado y una sonrisa de medio lado se estaba acercando a el.
- Canuto, amigo mio. ¿Cómo has pasado tu verano en la casa del horror? - soltó mientras le daba un abrazo.
- Pues ha sido toda una tortura, pero he podido conocer algunas chicas muggle. Luego te contaré.
- ¿A que hora has llegado? Estaba esperándote fuera del muro, entre el anden 9 y 10 y jamás apareciste - inquirió el muchacho de anteojos.
- Llegué demasiado temprano para mi propio gusto pero no soportaba a Walburga así que, decidí llegar por mi cuenta.
- ¿Y que hiciste durante todo ese tiempo?
- Conocí a una chica...de nuestra misma casa. - James levantó sus cejas y su sonrisa ahora tenía un aire mas pícaro. Sirius sonrió de igual manera.
- ¿Y que tal?
- La chica es un poco, solo un poco parecida a Evans - James volteó como acto reflejo buscando a alguien.
- Por cierto ¿No la has visto? - el chico negó ante la pregunta - Le envié una carta este verano. Es la primera vez que la responde.
- ¿ Y que te ha dicho? - Sirius parecía sorprendido, era la primera vez que Lily le respondía una carta a su amigo.
- Me ha escrito Potter, por favor deja de escribirme, no pienso responderte, tu pobre lechuza debe estar cansada de viajar. De seguro te has destinado a enviarle cartas a todas las chicas de Gryffindor -recitó el chico de memoria - lo que ella no se da cuenta es que dijo que no me respondería y lo hizo.
- Brillante deducción Cornamenta - soltó el chico con ironía - mira allá está... Oh mira, está hablando con...ella.
- Ah, supongo que era ella quien decías que se parecía a mi pelirroja
- Si, ¿la conoces? - James se encogió de hombros.
- Es Isabel...Jones creo que es su apellido. Es amiga de Remus. Hemos coincidido un par de veces, pensé que la conocías.
- No. ¿Por qué habría de hacerlo? - James bufó y pasó un brazo por el hombro de su amigo.
- Porque ha estado con nosotros varias veces, además de que pensé que perseguías a cuanta chica se te ocurría. Pero supongo que por no ser de nuestro año...
- ¿No lo es?
- No...está en cuarto año. Bueno este año entra en ese. Remus la conoce desde que entró a Hogwarts.
Sirius cabeceó mientras le dirigía una mirada a su amigo.
- ¿Estás seguro que tiene 14 años?
- Si...Mas que seguro. Aunque no los aparente. ¡Ya lo tengo! Remus es quien me puede ayudar, Sirius.
- ¿En que? - James lo miró como si la respuesta fuera obvia - Oh ya... pero pensé que te gustaba Evans
- Canuto. Las pulgas están destruyendo tu cerebro, no hablo de Jones, o bueno si pero no. Si Jones es amiga de Lily, y se hace amiga de nosotros, podría ayudarme con mi pelirroja. Entiendes el punto ¿verdad?
- Practicamente. ¿y crees que será fácil?
- No, y eso es lo divertido Canuto.
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Con amor, Sirius Black
FanfictionUna sonrisa seductora vale mas que mil rosas Eso es lo que un chico de ojos grises siempre piensa Reglas, que valen mas que toda una vida. Existen palabras que pueden detener toda una vida, y cambiar todo un corazón. Seguramente algo para lo que no...