~Capítulo 8~

1.3K 76 9
                                    

Es de noche cuando Ámbar sale del cuarto de baño con un pantalón chándal y una camiseta. Se siente realmente cansada. Luna la contempla desde la cama y la dedica una deliciosa sonrisa.

—Luna: ¿Un día agotado?

—Ámbar: Creo que necesito unas vacaciones, tal vez de un año.—dice acostándose en la cama y poniendo la cabeza sobre el regazo de Luna.

Luna le acaricia el pelo y se curva a besarla la frente, la punta de la nariz y finalmente los labios.

—Ámbar: Eres deliciosa.—dice acariciando el pelo de la nuca de Luna. Y levanta un poco la cabeza para besar los labios de Luna.

—Luna: Tu lo eres más.

Luna entrelaza sus dedos de la mano con los de Ámbar. Ámbar besa el dorso de su mano.

—Luna: Quiero pedirte algo muy importante, y no quiero que te sientas obligada a hacerlo sino quieres.

—Ámbar: ¿Qué cosa?

—Luna: Mañana me haré la primera ecografía y quisiera que me acompañes.

Ámbar se sienta en la cama para mirar a Luna.

—Ámbar: Sabes que iría con gusto.

Luna se acerca a Ámbar y la besa los labios. Ámbar atrapa los labios de Luna con ternura, se besan como si no existiera un mañana y se quedan dormidas, bien abrazaditas.

Para el día siguiente, Ámbar está hablando por teléfono, iba a tomar unos días libres para consagrarse a Luna y a su bebé. Ahora que Luna se había mudado no quería apartarse. Ámbar baja las escaleras.

—Ámbar: Sí, Hannah, Mendez se encargará de atender todas mis citas. Solo pasaré por el hospital para la ecografía de Luna.

—Hannah: ¿Quieres que reserve un lugar hermoso para Luna y tú? Así pasas un cumpleaños de ensueño, al lado de la mujer que amas.

Ámbar se ríe. Hannah conseguía hacerla reír hasta en el peor de los casos. Su cumpleaños era el siguiente día y no lo había comentado, ni siquiera ella misma lo había recordado.

—Ámbar: ¿Qué tal si me dejas encargarme de mi vida?.—pregunta Valu con una sonrisa en los labios.

—Hannah: Será como lo desee señorita Smirh, pero si por casualidad me preguntaras por un lugar romántico elegiría un buen hotel con vistas al mar.

Ámbar se ríe y cuelga. Sabia que Hannah no colgaría de todas formas. Se dirige a la cocina donde se encuentra Luna terminando de hacer el desayuno.

—Ámbar: Contrataré una empleada, no me gusta que trabajes.—le dice a Luna.

—Luna: Oye, aun habiendo vivido mi faceta de modelo, nunca quise tener una empleada. Mi madre se encargó de que yo pudiera cocinar y hacer otros trabajos de casa sin depender de una empleada.

Ámbar toma un dulce de lo que ha preparado Luna y se lo lleva a la boca, después se acerca a Luna y la besa el pelo.

—Ámbar: Sí, pero ahora no sólo debo cuidar de la vida de mi hermosa y querida novia, sino del hermoso bebé que está en su pancita, así que nada de cocina ni de limpieza, te queda totalmente prohibido ejercer cualquier tipo de trabajo.

ᴇɴsᴇñᴀᴍᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora