ᴇɴsᴇñᴀᴍᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ

~Capítulo 17~

Ámbar y Luna entran besándose en el cuarto. Luna se queda maravillada al ver la decoración. Ámbar la abraza por la espalda depositando un tierno beso en su cuello.

-Ámbar: Lamento que no podamos tener la luna de miel que te mereces, pero te prometo que lo tendrás.

Luna voltea a ver a Ámbar rodeándola el cuello con los brazos.

-Luna: Me gusta lo que has organizado.

-Ámbar: Me alegra que te guste.-Luna sonríe-. ¿Sabes qué más quiero hacer en mi noche de bodas?

Luna ríe cuando las manos de Ámbar descientende por su espalda hasta detenerse en sus nalgas.

-Luna: No, dime ¿qué quieres hacer?

Ámbar besa sus labios.

-Ámbar: Quiero hacerte el amor hasta el amanecer. Quiero amarte como a mi esposa.

Luna vuelve a reír, sin duda alguna le gustaba cuando Ámbar le hablada de este modo. Ninguna de las dos podía creerse que estaban ya casadas.

-Luna: Entonces ¿qué esperas?

Ámbar sonríe y la besa los labios nuevamente. Con cuidado baja la cremallera del vestido de Luna mientras la besa el cuello y Luna se abraza a ella. Le quita el vestido por los brazos y los desciende por su cuerpo hasta hacerlo caer al suelo. Ámbar observa a Luna. Se veía más hermosa hasta con el vientre. Ámbar la besa los labios mientras sus manos recorren todo su cuerpo, Luna corresponde con gusto.

Al cabo de un tiempo, Ámbar se deshace de su vestido y las dos mujeres se quedan mirándose, sin decir nada. Ámbar acaricia el rostro de Luna con las dos manos y Luna cierra los ojos, sintiendo la caricia tocarle el alma. Los abre y los labios de Ámbar envuelven los de ella. Luna corresponde sedienta, sintiendo la lengua de lengua de Ámbar explorar todo su interior y con cuidado se caen sobre la cama.

Ámbar besa todo el cuerpo de Luna, sus senos. Besa uno por uno, lame sus pezones adornándolas con la caricia de la punta de su lengua en círculos, ésos cuales se endurecen al contacto con la lengua de Ámbar. Ámbar mordisqueda cada pezon y tira de ellos haciendo gemir a Luna. Besa nuevamente los labios de su amada esposa. Luna corresponde ofreciendo a Ámbar todo el amor que sentía y respiraba. Sus lenguas se entrelazan en el interior de sus bocas. Ámbar desciende dejando una hilera de besos hasta detenerse en el vientre de Luna. Lo besa lentamente. Adorando con el alma al ser que había dentro.

Finalmente desciende hasta el sexo de Luna. Lo besa sobre las bragas, besa los muslos de Luna y finalmente le quita las bragas dejándolas a una lado. Ámbar adorna el sexo de Luna con delicados besos llenos de amor. La chupa, acaricia su clítoris con la lengua. Hunde la lengua en el orificio de Luna haciéndola explotar. Luna agarra las sábanas contrayendo los dedos de los pies. Sus gemidos llenan la habitación. Sólo Ámbar podía despertar ésa magia en ella. Cuerpo parecía ir a estallar como un volcán, pero sin lava, sino emociones.

Ámbar seguía haciendo un experto trabajo con la vagina de Luna y Luna seguía sintiéndose en la gloria con las caricias y chupones que Ámbar le proporcionaba. Ámbar seguía entiendo y sacando la lengua dentro de su esposa, una y otra vez. Cuando dilata lo suficiente la vagina de Luna, empieza a hundir lentamente el dedo índice. Luna gime. Ámbar sigue por sus y con eso es suficiente para darle placer a su esposa. Al cabo de un rato. Ámbar se acuesta a la par de Luna, y Luna, la toca, la besa y entra en ella con deseo y amor.

Después de horas en eso, deciden dormir abrazadas, no sin antes decirse cuánto se aman y lo mucho que estaban felices.

Al siguiente día:

Luna sigue dormida mientras Ámbar se estaba duchando. Ámbar cierra el grifo, se rodea con la toalla y sale de la ducha, va para lavarse los dientes y empieza a sentir que le baja algo en la nariz. Se mira al espejo y ve que es sangre. Ámbar se lava la cara rápidamente cuando escucha el sonido de la puerta. Entra Luna.

-Luna: Buenos días, mi amada y querida esposa.

Ámbar voltea a mirarla y Luna la besa los labios.

-Ámbar: Aún no me lavo los dientes.-intebta bromear.

-Luna: Yo tampoco.-y le besa nuevamente. Ámbar la rodea con los brazos y la besa los labios también.

-Ámbar: Eres la esposa y la embarazada más hermosa del mundo entero.

Luna sonríe cuando Ámbar le besa la punta de la nariz y después le besa la frente.

-Luna: No conseguirás volverme más loca de amor de lo que ta estoy eh...-bromea Luna riéndose.

-Ámbar: ¿Estás segura de eso?

Ámbar besa el cuello de Luna haciéndola cosquillas. Luna se ríe y justo alguien toca a la puerta.

-Luna: Iré a ver.

-Ámbar: De acuerdo.

Luna le roba un beso rápido y corto a Ámbar y sale del baño riéndose. Ámbar también ríe. Abre el armario y saca sus pastillas, va a la habitación y se las toma.

-Ámbar: ¿Qué es eso?.-pregunta al ver a Luna entrar con un sobre.

-Luna: No lo sé, me lo entregó la empleada.-deja el sobre encima de la cama-. Iré a ducharme para bajar a desayunar, después lo abrimos juntas, muero de hambre.

-Ámbar: De acuerdo.

Luna se mete al cuarto de baño. Ámbar toma el sobre, lo observa para ver si trae remitente, pero no lo trae. No le da tanta importancia y se empieza a vestir tras devolver el sobre en su lugar.

Luna ya está lista después de un rato y las dos bajan a desayunar junto con la madre y el padrastro de Luna, quienes estaban unos días por ahí.

-Ámbar: Vaya ¿y todo eso?

-Melisa: Quise hacerles el desayuno, espero que no les haya molestado.

Ámbar sonríe.

-Ámbar: ¿Qué dices madre? El desayuno se ve delicioso y estoy segura de que no me levantaré hasta ver vacía la mesa.

Todos ríen.

-Melisa: Hoy en día los jóvenes solo comen lo que en nuestros tiempos no considerábamos suficiente. Ahora solo comen ensalada en la comida, en el desayuno y en la cena.

-Ámbar: Ojalá hubiera conocido a tu madre mucho antes, amor.-le dice a Luna al oído y las dos se ríen.

-Melisa: Sientense y coman.

-Jacob: Les recomiendo que vacíen sus platos o no se levantarán de la mesa.-bromea Jacob.

Se sientan y empiezan a desayunar

-Melisa: Oye, no asustes a mis muchachitas. Es verdad que me gusta que se acaben el desayuno porque es la comida más importante del día. Y soy muy estricta respecto a eso.

-Luna: Y no miente.-le susurra a Ámbar.

Empiezan a desayunar mientras hablar de cualquier cosa. Hasta que de pronto suena el celular de Luna. Era un mensaje:

Sube al cuarto y abre el sobre sin
compañía, o las cosas se pondrán
muy malas.