ᴇɴsᴇñᴀᴍᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ

~Capítulo 18~

El rostro de Luna se pone pálido al instante, su madre se da cuenta.

—Melisa: Hija ¿estás bien?

Luna finge una sonrisa cuando todos le miran. Ámbar la toma de la mano.

—Ámbar: Ey ¿te sientes mal?

—Luna: No, nada, sólo...olvidé algo arriba. Ahora vuelvo.

—Ámbar: Te acompañaré.—dice intentando ponerse en pie, pero Luna la interrumpe.

—Luna: No es necesario, amor, bajo enseguida.

Luna se levanta y sube por las escaleras. Abre la puerta y entra a la habitación cerrándola detrás de ella.

Toma el sobre encima de la cama y lo abre de ahí saca unas fotos de Ámbar, todos loa movimientos de ésa. Seguido de la ecografía de su hijo y finalmente, un papel con una dirección. A continuación recibe un mensaje:

Esta noche te quiero en ésa dirección,
o simplemente los seres que amas dejarán
de vivir.

El corazón de Luna late fuerte mientras las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Al instante escucha unos pasos, con rapidez guarda las cosas en el sobre y esconde el sobre bajo la cama, se limpia la cara y trata de mantener la compostura.

Ámbar entra en la habitación.

—Ámbar: Acabo de hablar con el doctor.—informa sosteniendo el el celular. Luna finge una sonrisa.

—Luna: ¿Y qué te dijo?

—Ámbar: Mi operación iniciará mañana a las diez, por lo que debo ir temprano.

—Luna: Todo saldrá bien.—dice tomando las manos de Ámbar—. Y yo estaré contigo.

Ámbar empequeñece los ojos examinando a Luna y nota que ella le estaba ocultando algo.

—Ámbar: ¿Estás segura de que anda todo bien?

Luna asiente.

—Luna: Sí, amor, todo marcha perfectamente.

Ámbar mira sobre la cama y no ve el sobre.

—Ámbar: ¿Has tomado el sobre?

—Luna: Era unas imágenes con diseños, nada importante. ¿Por qué no vamos a pasear por en jardín? Me siento un poco exhausta, creo que son síntomas del embarazo.

—Ámbar: De acuerdo.

Las dos salen de la habitación y caminan hacia el jardín tomadas de las manos. Se sientan en un banco y Luna apoya la cabeza en el hombro de Ámbar.

—Luna: El sol saldrá para ti todos los días, mi amor, haré todo lo que esté a mi alcance para que así sea.

—Ámbar: Creo que esta vez vamos solo podremos confiar en Dios y en los médicos.

Luna besa el cuello de Ámbar y la abraza.

—Luna: Tengo fe en que así será. Y, si por alguna razón no estuviera, prometeme que te meterás en la sala de operaciones y lo darás por salir de ahí.