—Hannah: ¿Qué haces aquí?.—pregunta Hannah al ver a Ámbar en el hospital, en su puesto de trabajo—. Sabes que no puedes trabajar.Ámbar sonríe.
—Ámbar: Ya sé que no puedo trabajar, sólo vine a visitarte ¿tiene algo de malo?
Hannah sonríe. Ámbar se sienta junto al escritorio de Hannah y la observa trabajar. Extrañaba volver al trabajo, extrañaba atender a sus pacientes, pero no podía hacer nada de eso por ahora.
—Hannah: ¿Y Luna?
—Ámbar: En el taller.
Hannah a Ámbar. Todos parecen estar preocupados por la operación excepto Ámbar. La verdad le gustaría que dejen de preocuparse por todo. Hasta su padre de pronto se había mudado nuevamente en Buenos Aires hasta que todo eso pasara. Se sentía aflijida y una carga para todos.
—Luna: Tengo entendido que su socio es lindo.
Ámbar ríe. Por fin alguien que la volvía a tratar normal. Hannah estaba intentando ponerla celosa y de paso burlarse, eso era más que obvio.
—Ámbar: Luna nunca se fijaría en él.
—Hannah: ¿Quién sabe?.—sigue bromeando.
Ámbar vuelve a reír.
—Ámbar: Así no puedes tratarle a una moribunda ¿sí sabías, verdad?.—bromea Ámbar con una sonrisa en los labios.
—Hannah: Pues no pareces tan moribunda después de todo.
Las dos ríen.
Después de pasar un agradable momento con Hannah, Ámbar se dirige al lugar donde había evitado ir desde hace mucho. Desde hace dos meses. Desde la puerta contempla a Merche.
—Merche: Mi amor...—dice con una sonrisa en los labios—. Mi amor, pasa.
Ámbar rosopla con lentitud y entra. Se sentía culpable, verla así la hacía sentir muy culpable. Ámbar se sienta junto a Merche y la contempla sin decir nada, solo la observa. Merche la acaricia el rostro.
—Merche: Sabía que aunque pasen cien años, pasarías por aquí, porque eres así. Nunca dejas a las personas que amas.
Ámbar toma una bocanada de aire.
—Ambar: No quise que eso sucediera, solo quise advertirte que dejadas de dañarme. Ya es suficiente Merche ¿no crees que debes parar?
—Merche: Si tú me amaras ¿me dejarías ir?
Ámbar la toma de la mano y mirándola a los ojos la responde:
—Ámbar: Lo haría, si de esta manera eres feliz.
Las lágrimas se deslizan por las mejillas de Merche.
—Merche: Ámbar yo te amo.
—Ámbar: Lo lamento. Pudimos haber sido felices pero no fue así. Te dejé ir, de la misma forma te pido que me dejes ir. No quiero que te acerques a mi familia nuevamente.
Ámbar se levanta de la cama y da media vuelta para irse.
—Merche: Buscas al enemigo en el lugar equivocado.—Ámbar se detiene y voltea a mirar a Merche—. Es verdad, traté de matar al hijo de Luna por rabia, porque me quitó lo que me pertenecía, pero no soy quien buscan en realidad.
—Ámbar: No soy de tu propiedad y, no me importa con cuantas personas tengo que luchar o a quien tengo que matar esta vez, pero alejense de Luna y del bebé, esta vez va enserio.
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ᴇɴsᴇñᴀᴍᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ
RomanceÁmbar Smith es una famosa y prestigiosa cirujana de veintiocho años, atenta con sus pacientes y siempre ayudando a quien lo necesita. Pese a tenerlo todo, lujos y demás, siente que le falta algo, alguien a quien amar, alguien con quien compartir su...