CAPÍTULO 57

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ELLIOT

Mientras mi cuñado le pide a mi hermana ser su esposa, recuerdo cuando le di su anillo a Kate, fue en el aeropuerto de Seattle delante de miles de personas, mis padres me apoyaron para que fuera todo en la sala de espera, soy afortunado en tenerla a mi lado, tan sencilla y elegante a la vez, tan inteligente y atrevida, le veo más cualidades que defectos, el único defecto que tiene es haberse enamorado de mí, siempre se lo digo, ella me contesta que alguno tenía que tener, me urge que viva conmigo, que despierte a mi lado como cuando nos íbamos de parranda, desde que es mi novia, no quisiera que se fuera de la casa pero todavía no estamos casados.

La reunión fue muy emotiva, en dos meses me casaré con Kate, aproveché para pedirle a Ethan y Ana su mano, aunque ella ya me ha dicho que sí, ahora estaremos con los preparativos de la boda y buscar donde vivir, me urge que pase el tiempo para tenerla a mi lado a diario. El domingo fuimos a dejar a Ana al autobús, no quiso que la llevara en mi auto, ella y Christian estuvieron platicando, espero que mi hermano le haya platicado el problema con Leila y le declare su amor.

Paso por mi prometida el lunes y nos dedicamos a ver los de la invitaciones, después los invitados, creo que serán más del lado de los Grey que de los Steele, durante las siguientes semanas vimos lo del banquete, mis padres también nos han apoyado en algunas sugerencias que hemos tomado con agrado. Tengo el regalo exacto para mi futura esposa, bueno, son dos pero uno conlleva al otro, la casa que escogimos está muy cerca de la casa de mi novia aquí en Seattle, es en la misma calle a cuatro cuadra de ellos.

Han pasado los dos meses y mañana me caso con la mejor mujer de todo el mundo, bueno a excepción de mi madre, hermana y cuñada. Mientras me arreglo en mi cuarto, sé que hay vigilancia por todos lados, estoy muy nervioso porque Leila ha mandado anónimos de que matará a Christian, mi padre me dice que no me preocupe solo son amenazas, trato de tranquilizarme porque hoy es el día más importante de mi vida. Cuando estoy esperando a mi futura esposa junto con mis padres, el señor juez y el sacerdote, la veo venir, su vestido es hermoso, ella lo hizo personalmente, no es muy estrafalario, es sencillo como ella, pero tan valioso como todas sus virtudes, realmente no es la vestimenta, es toda ella.

La fiesta está en todo su esplendor y yo ya quiero llevármela a la nuestra luna de miel, mientras nos toman las fotos con los regalos que nos ofrecen, yo le entrego un sobre a mi ahora esposa, lo abre y se me queda viendo confundida, si le digo, es un curso de manejo y las llaves de su auto que está en la entrada de la casa. Hasta que regresemos de nuestra luna de miel en dos semanas, tome el curso lo manejará, además llegaremos directamente a nuestra casa.

Salimos directo al aeropuerto custodiados con policías, de la emoción se me había olvidado las amenazas de Leila, espero Christian se cuide mientras estemos ausentes, tomamos el vuelo a las Islas Galápagos. Kate ya las conocía y ella escogió la luna de miel en ese hermoso lugar, sus deseos son cumplidos, todo lo que me pida se lo daré, aunque en realidad nunca me pide nada, tengo que rogarle para que escoja algo, ella siempre me dice que todo lo que hagamos se hará de acuerdo a los dos. Llegamos al hotel San Vicente, ubicado en Puerto Villamil, donde nos llevarán a bucear con equipos de snorkel (máscara, tubo y aletas) disfrutamos de la bahía de Tintoreras, donde observamos la icónica natación de tiburones, así como peces tropicales y leones marinos. Ahora más que nunca trabajaré para que no le falte nada a mí querida esposa.

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