CAPÍTULO 35

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CHRISTIAN

Buenísimo ese fin de semana, convivir con la familia y conocer a la novia de mi hermano, y el galán de mi hermana, me hicieron reflexionar que quiero en la vida, después de platicarle a Elliot sobre esa chica en la interestatal, siento que fui grosero y ahora que no me saluda me molesta, aun no entiendo porque, no es nada mío y ella siempre fue amable. Ahora que estoy solo pienso en ella, ¿ganará lo suficiente repartiendo esos volantes? ¿Va a la escuela? Luce bien la ropa que porta, que se ve hermosa a diario, no le he visto repetir su vestuario, normalmente usa jeans, pero también he disfrutado de algunas faldas o vestidos cortos, ¿porque algunos conductores la saludan? igual ya la conocen.

Leila tiene razón, cuando me dice que necesito alguien a mi lado, pero no hay nadie que me llame la atención como para que conviva conmigo. Paso todas las mañas por el mismo lugar y la veo, observo cada parte de ella, sus botines, sus anillos, su cabello suelto o con coleta, su linda figura, su sonrisa que es lo que más me agrada, oigo de vez en cuando su saludo a otros automovilistas, "Buenos Días" y su linda sonrisa. Llego de mal humor a mi trabajo porque no me toma en cuenta, pero tiene razón Elliot, eso me pasa por ser grosero con ella, si por lo menos le recibiera sus volantes, tendría basura en mi auto, pero tendría sus "Buenos Días" y su sonrisa.

Ha pasado una semana desde que conviví con mis familiares y Gia, ver a la chica de los volantes, esta semana pienso disculparme con ella por mi comportamiento, recibiré su volante si es eso que me tiene tan de malas. Voy por la interestatal como siempre, llevo diez minutos parado en el tráfico pero no veo a la chica, no me urge llegar al semáforo hasta que la pueda ver, he avanzado los otros diez minutos y no la he visto, mis nervios no son normales, orillo mi auto y alzo el cofre, hago como que lo reviso y me siento a un costado de mi auto, hago como que hablo por teléfono, pero ni señales de la chica.

Subo al auto y me voy a la oficina, hoy no estoy molesto, simplemente estoy preocupado por ella, es muy raro que no se haya presentado a volantear, ni a quien preguntarle, mi día ha sido agotador, mientras tengo algunos recesos de trabajo, pienso en ella. Esta semana estará mi amiga Leila conmigo porque su novia se va de viaje, por lo menos estaré acompañado, Mía ha aprovechado en salir con Gia a museos y algunos centros de arte. El martes tampoco la vi volanteando, sin embargo al estar parado para avanzar en el semáforo, volteo por donde pasan las bicicletas y ahí está ese auto diminuto donde la vi la última vez subir. Ella tiene el paso seguido después del semáforo, por lo que observo su hermoso rosto, no voltea pero veo su bello perfil. El miércoles es lo mismo, pasa a la misma hora, son las ocho diez de la mañana, supongo entonces que no es un auto, sino una bicicleta modificada.

Pienso que a lo mejor consiguió otro trabajo, termina la semana y sé a qué hora pasa, necesito hablar con ella, por lo que se me ocurre una idea. Llego a la oficina y hablo con mi padre para pedirle un favor, el lunes temprano le pido al señor Taylor, que la siga en una bicicleta y me de los pormenores de lo que hace. Llego a mi casa y Leila se me queda viendo, me acompaña a comer y solo veo el teléfono y el reloj, son las siete de la noche y entra la llamada, suspiro y me indica que me envía el vídeo de lo que hizo la señorita de la bicicleta modificada. Pongo a reproducir el vídeo y veo con agrado que entra a un establecimiento, Taylor filma lo que hace y no lo puedo creer, sale de ahí y va a su casa, sale y se va a un velódromo, donde Taylor me pide que observe el rostro de ella fijamente, después regresa a su casa. ¿Por qué llora tanto mientras va a toda velocidad?

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