CAPÍTULO 65

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CHRISTIAN

Mientras estoy en el hospital, pienso sobre mi futuro, ahora que he regresado a casa de mis padres sé que no estoy solo, pero en mi mente solo está una mujer castaña, ¡qué hacer para conquistarla! Primero que nada, decirle que la amo, segundo contarle porque no le demostraba mi amor, y tercero hacerla mi novia, estoy dándole vueltas al asunto de que ella vive en Montesano y Yo en Seattle, por lo que he tenido bastante tiempo para manejar esta situación, sé que la amo y la extraño, los meses que conviví con ella supe que la quiero a mi lado, sin embargo ser su novio a distancia no va a funcionar, quiero tenerla cerca y después del trabajo invitarla a comer, todo lo que hacíamos cuando ella vivía aquí en Seattle.

He planteado a mis padres y hermanos la seguridad de los escáner en los bancos, aunque este móvil fue personal, ya se vio que somos vulnerables, no es como dice ese dicho, "que después del niño ahogado se tapa el poso", no, porque desde que tengo memoria, jamás han asaltado el banco de mi padre, mucho menos del de mis hermanos ni el mío. Pero con lo sucedido, prefiero no volver a sentir el miedo que sentí al saber que iba a morir, he tenido otra oportunidad para vivir y eso haré, hasta ahora no sé cómo he podido vivir sin Ana, todo me recuerda a ella, a veces sueño despierto con sus ocurrencias, es alegre, simpática, a pesar de que su apariencia, pareciera ser una chica muy seria, quienes la conocemos en verdad es una chica especial, toda responsabilidad la toma muy enserio, analiza cada palabra y acción de las personas.

Recuerdo sus ocurrencias, sus bromas, sus detalles, sus miradas, sus roces, su olor, quisiera a veces sacármela de la memoria, sin embargo, todo absolutamente todo me recuerda a ella. Mis ilusiones por estar a su lado, me han hecho hacer algo que probablemente a varias personas no les agrade, pero mientras yo sea feliz, no me importa lo que digan, le menciono a mi padre de mis planes y me apoyará totalmente, eso me hace tomar una decisión que estaba por tomar antes de lo sucedido con Leila, le he puesto empeño a mi recuperación y por fin me han dado de alta, tengo que tener ciertos cuidados, le menciono a mi madre de viajar, ella me dice que si me siento cansado me pare en la carretera y descanse en un hotel.

De la emoción no sentí cansancio, por fin llego a la editorial donde trabaja Ana, en cuanto la veo salir y ella mira el auto, de inmediato pensé que sabía que era el mío, sin embargo llega a la acera y decido salir del auto, en cuanto me ve, su mirada es de admiración, le indico que vengo por ella para llevarla a Seattle, trae una  pequeñamaleta, tomo la maleta de su mano y abro automáticamente la cajuela y la deposito, la ayudo a subir del lado del copiloto y de inmediato me subo, le digo que tengo algo muy importante que decirle, pero ella está como en sock y solo me mira con esa cara de amor que no puede negar.

Antes de arrancar el auto, le confieso, Ana te amo y aunque no lo creas, desde que te conocí volanteando me dejaste alucinado, mi obsesión me llevó a seguirte y saber cosas de ti, pero de repente me informaron que tuviste un accidente, no te vi en la guardería y luego te vi en mi casa y ya me traías loco, después que te vi en la casa de mis padres, no he dudado que he estado enamorado de ti, nuestras reuniones confirmaron este sentimiento, pero al ver a Leila como me amenazaba con un arma blanca, pensé que si le seguía platicando lo fantástico que era para mí convivir contigo, podría hacerte daño, ya que se enfurecía cuando me oía como disfrutaba estar a tu lado, sentí miedo, solo le tuve que decir que tenía que convivir contigo por compromiso por mis hermanos. Pero en verdad era para que te alejaras de mí, no podría soportar que te hiciera daño. 

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