La familia Treyvelan Grey, una familia multimillonaria de banqueros por tradición, procrearon tres hijos, dos hombres y una mujer, jóvenes dedicados al estudio, diversión y al trabajo. Elliot de 26 años, Christian de 24 y Mía de 22, cada uno tiene a...
Estoy muy nerviosa, mañana Ethan pide mi mano, a pesar de estar en el spa con mi madre, mis nervios son especiales, siento tanta alegría saber que seré la esposa de Ethan, vivir con él sin tanto lujo me hace sentir otra mujer, convivir y disfrutar lo que a él le gusta, he tomado nota de todo lo que mi querida cuñada Kate me ha dicho, que le gusta y lo que no le agrada, no me importa levantarme temprano para que desayunemos juntos antes de salir a trabajar, esperarlo después de su rutina en el hospital, yo veía a mi padre como consentía a mi madre después de trabajar, sobre todo recibirla con un abrazo y un beso como si fueran novios.
También me preocupa que Leila haya matado a su novia con sus propias manos, eso nos tiene en tensión a la familia, no se sabe nada de ella, mi hermano no puede vivir por su culpa, no puede ser feliz con Ana por miedo a que la dañe, a pesar de tener tanta seguridad sobre nosotros, el miedo está presente, Ethan siempre me da confianza, nunca es pesimista aunque esta vez sabe que si Christian se acerca a su hermana, puede estar en peligro. Salimos del spa y mi madre me abraza para decirme que estaré siempre hermosa para ella y mi próximo esposo.
Al llegar a casa mi hermano Elliot me dice que ha llegado Kate de su viaje, en dos meses se casan y hay que preparar todo para la boda, yo me esperaré unos meses más para casarme, la boda será aquí en la casa, tanto la de Elliot como la mía, mi padre recibe a mi madre como siempre, un abrazo y un beso en la boca, a veces creo que se les olvida que estamos presentes, pero a ellos no les importa, así amaré a Ethan por siempre, haré que cada día quiera estar a su lado, Christian también vive aquí con nosotros, hay mucha vigilancia por todos lados.
Al día siguiente en la mañana, estamos todos desayunando, mi padre prende la televisión y no hay noticias de la psicópata de Leila, no se habla del tema pero es muy notorio la preocupación, nos interrumpe el teléfono de la casa, es mi novio para decirme que me ama, eso era todo lo que necesitaba oír, después le paso el teléfono a mi hermano Elliot, Kate también lo saluda porque la cara de mi hermano cambia de inmediato, tarda menos que yo y le indica a Christian que conteste el teléfono, con desgana lo toma, pero de momento su rostro se pone colorado y sonriente, todos lo miramos con sorpresa y empieza a reír fuerte, le pregunto a Elliot quien quería hablar con el que lo hace sonreír tanto, Elliot dice que Kate le pidió que le pasara a Christian, pero no quiere soltar el teléfono, solo le pide que se vengan con mucho cuidado a la casa, de hecho mi padre pidió un auto especial para que pasen por la familia de mi novio.
Elliot no puede creer que no quería terminar la llamada, pero de momento cuelga Christian y dice que era Ana el que le llamó, pero lo hizo por la insistencia de las miradas de todos, su alegría es muy notable, su rostro rejuveneció muchísimo, terminamos de desayunar y cada quien se fue a sus recamaras, yo me pondré un vestido rojo, que mi querida cuñada Kate hizo especialmente para esta ocasión especial. Soy afortunada en tener a una gran diseñadora de ropa, su vestido de novia ella se lo hará, le pedí que confeccionara el mío.
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En cuanto llega mi novio y su familia, los recibo con una amplia sonrisa, nos reímos porque al unísono ellos dicen buenas tardes, como si lo hubiesen ensayado, tomo del brazo a mi novio y lo llevo al sillón, no sin antes saludar a mis cuñadas, el momento más especial es el abrazo que se dan mi hermano Christian con Ana, algo le dice ella a él al oído que empieza a sonreír, hace mucho tiempo que no lo veíamos tan feliz.
