CAPÍTULO 84

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ANASTASIA

Me siento inquieta, aunque Christian me dijo que llegaría un poco tarde, le marco y todavía no sale de Seattle, dos horas después le vuelvo a marcar y me indica que ya viene en carretera, sabe que no me gusta que conteste el teléfono cuando viene manejando, por lo que me deja tranquila porque tiene el manos libres, cada día lo necesito más, me siento segura a su lado, lo amo tanto que cuando estoy sola, me siento como si estuviera abandonada, a pesar de que salgo con mis amigas y compañeros de trabajo, su presencia es muy importante, quisiera ser siempre su novia, no niego que deseo casarme con él, pero no veo muy claro ese asunto, sé que me ama, me protege, me mima, y cuando hacemos el amor, siento que somos una sola esencia, me agrada mi trabajo y mi jefe me ha dado la oportunidad de ser jefa de editores.

En cuanto llega Christian me besa, extrañaba sus brazos y besos, sin embargo me dice que me pondrá un antifaz porque me tiene una sorpresa, me dejo llevar y no pasa ni dos minutos cuando me indica que me lo quite, al ver a mi hermana embarazada y mi cuñada, se me llenan los ojos de lágrimas, las saludo y después a mi cuñado y a mi querido hermano, ya los extrañaba mucho, platicamos ya muy entrada la noche, me preocupa que no hicimos reservaciones para que se hospeden, mi querido novio me da la sorpresa que están instalados aquí mismo en la unidad, cuando me lo mención le llamé a mi jefe, ellos dos han hecho mancuerna, los acompañamos para ver donde viven, además que Christian dejó el auto donde se hospedan, sí que es un buen detalle de mi novio.

Antes de dormir hacemos el amor, cuando nos despertamos me dice que me tiene otra sorpresa, vamos directamente al restaurante donde trabajaban mis padres, pasamos por mis hermanos y cuñados, al llegar al restaurante veo cómo van acomodando las mesas para sentarnos, observo que son ocho lugares y nos acomodamos las tres mujeres juntas y frente a nosotras nuestras parejas, sobran dos lugares, al mirar en la entrada del restaurante, nos quedamos todos desconcertados menos Christian, aparecen mis suegros, nos piden que no nos levantemos, sobre todo por las embarazadas, Christian pide la palabra para decirnos que el organizó todo, además que pidió el platillo predilecto que más se consume en el restaurante, que hizo famoso el lugar y fue el especial de la casa de los Steele.

Solomillo con salsa de queso y brócoli, además ensalada mixta con salami y de postre al gusto de cada quien, yo mi preferido es helado de vainilla, al terminar de comer nos pasan a un área más privada, muchas veces mis padres lo solicitaban cuando era su aniversario de casados y compartíamos con ellos su felicidad. Ahora parece como si fuera el aniversario de casados de mis suegros, porque está la mesa con copas para champan, pero antes de poder celebrar les pedimos que les mostraremos el cuadro de mis padres, los dueños nos dirigen y van contando anécdotas de mis padres, me siento tan orgullosa de ellos.

Les explican todo lo que formaron de recetas únicas de ellos, prácticamente su biografía desde que llegaron hasta irnos a vivir a Seattle, también en esa ciudad dejaron huella, ya que regresamos al área privada, llevan las heladeras con el champan bien frio, todos tomamos asiento y de momento empieza una música muy romántica, me imagino que es la canción con la que se conocieron mis suegros, que detalle de Christian para sus padres, nosotros nunca pudimos celebrarle a mis padres así su aniversario, más bien ellos nos invitaban a nosotros.

De momento ya sentados en nuestros lugares por parejas, un mesero deja frente de mi lugar, una charola con varios pétalos de rosas y una sola rosa roja, con una nota que dice ¿QUIERES CASARTE CONMIGO? volteo y veo a Christian arrodillado a mi lado, con un hermoso anillo en una cajita color roja, me paro de la silla y me inco a su lado, le doy un beso y le digo que SI. 

F  I  N

F  I  N

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¿QUIERES CASARTE CONMIGO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora