¿QUIERES CASARTE CONMIGO?

CAPÍTULO 17

CHRISTIAN

El día ha llegado, hoy por la tarde tengo a mi disposición mi departamento, invité a mi querida amiga Leila y familia, todo estaba listo, la señora Gail tiene todo bajo control, el sacerdote llegó antes que todos, ofreció una oración muy linda y pasó por cada una de las habitaciones para bendecirlas, di una vuelta a todo el departamento y me sentía muy satisfecho por ello, la señora Gail cocinó Solomillo con salsa de queso y brócoli, se me hacía agua la boca, exquisito, mejor que en un restaurante, me saqué la lotería con Gail, abrimos una botella de champan y brindamos, el sacerdote se tuvo que ir después de la comida, pero eso no impidió bailar, cantar, el problema fue que lo hice en martes y mañana teníamos que ir a trabajar, mi amiga Leila saldría de viaje con su novia Susana, pensaba pedirle que se quedara unos días conmigo y convivir juntos.

Toda iba a pedir de boca, la señora Gail y el señor Jason se mudaron una semana antes, ya que Leila necesitaba que hubiera alguien para poder traer los muebles, hasta los muebles de ellos fue a su gusto, toda la semana vivirán aquí, el viernes quedé con Elliot en salir a bailar y conocer alguna chica, no soy de los jóvenes de tener una relación sexual cada ocho días, es la compañía, sin beber mucho, bailar, divertirnos, pláticas amenas e igual algunos besos sin llegar al sexo. Pero mi pesadilla empezó el siguiente lunes, ¿Cómo había olvidado que cerrarían la avenida principal? Carajo llegaré tarde, hablé con mi asistente Andrea y le dije que cambiara mi agenda para más tarde.

Iba en el tráfico y de momento se acercó una chica a mi ventanilla.

_ Buenos días señor, le puedo dejar este volante por favor.

_ Gracias, pero no me gusta la basura en mi auto.

_ Disculpe, que tenga un hermoso día.

_ Solo eso me faltaba, que quieran llenar mi auto de basura, ¿esta gente no tiene otra cosa que hacer? No es fea la chica, se mueve muy rápido entre los autos, la observo todo el tiempo que tardo en el tráfico, trae unos Jeans y zapato bajo, su cabello suelto y siempre sonríe, en algunos autos se entretiene más que otros, quiero imaginar que le preguntan sobre el contenido del volante, ha de ser que compres cosas que uno no necesita.

Por fin pasó la gran fila de autos, el semáforo tarda exactamente un minuto en verde y otro minuto en rojo, avanzamos dos hileras de autos de cuatro que tenía esta avenida, esto será por dos meses, no es mucho tiempo, pero no hay paso por otro lado. En cuanto llego a la oficina me informa Andrea que solo cambio algunas citas, realmente no llegué tan tarde, media hora después de mi horario, entonces no sé porque se me hace que estoy más tiempo, atrapado en esa avenida.

Calculando el tiempo, le digo a Andrea que cambie mi agenda media hora después a cada cita, la gente tiene sus tiempos, dos de los que le cambio la cita Andrea para mañana se quedaron en el banco hacer algunos otros trámites, por lo que no tuve objeción de atenderlos. Me siento feliz saber que soy independiente en mi casa, no se me olvida lo que me comentó Elliot, llegara la ahijada de mis padres en cualquier momento, siempre estuvo enamorada o encaprichada por él, mi hermano no tiene ojos para nadie, recuerdo que tenía una amiga en la universidad, una chica que lo hacía reír y siempre veía a mi hermano feliz a su lado. No recuerdo como se llama, le preguntaré.