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*Dos días atrás*

—Ya no me diviertes.

—¿Q-Qué me hará?— Chilló.

—Lo que hago con los juguetes que ya no quiero... Desecharte.

* * *

Pasaron varias horas, Taehyung el hijo más jóven de la familia Kim, salía de un cuarto en el segundo piso de la mansión, se había cansado del chico que su padre había comprado para él, su "Juguete" como les llamaban él y sus hermanos.

—¿Y Hoseok?— preguntó SeokJin el hijo mayor.

—Me aburrí de él, ya no me divierte como antes.

—Mi juguete también está ya muy gastado— mencionó Namjoon el hijo de en medio mientras se acercaba caminando.

—Tal vez ya es hora de ir en busca de juguetes nuevos— mencionó Jin con una sonrisa.

Los tres hermanos se fueron a cambiar la ropa y ordenaron a Min Yoongi su mayordomo, que llamara al chófer y preparará el auto para salir.

En el camino, iban mirando por las ventanas, pero no había ningún chico o chica que captase su atención, por lo general iban a las colonias más pobres, era mucho más fácil que las familias vendieran a sus hijos o hijas a cambio de una buena suma de dinero.

Su paciencia comenzaba a llegar al límite, Taehyung comenzó con un berrinche por no encontrar el juguete que deseaba, parecía como si estuvieran en el centro comercial escogiendo la mercancía.

—¡Ya cállate!— gritó Jin al escuchar los lloriqueos de su hermano menor— ¡Eres un idiota! ¡Maldito niño chillón!

Namjoon veía divertido la escena, le encantaba cuando Jin le gritaba al más pequeño, no era un secreto para nadie el saber que le tenía un poco de odio, siempre repetía que él no debió nacer y que le quitó su lugar como el menor.

Recorrieron varias calles pero nada, hasta que la vista de los tres hermanos se clavó en un chico de cabellos grises, un poco mas bajito que ellos, con unos cachetes regordetes y ojos azules, labios voluptuosos y rosados, que desbordaba inocencia y ternura...

Aquel chico había tropezado cayendo de frente en el suelo y las manzanas que llevaba metidas en una bolsa se cayeron y regaron por todo el piso.

Al ver eso, los Kim bajaron casi corriendo del auto.

—¿Estás bien?— preguntó Jin hincándose a un lado.

—¿Te lastimaste?— cuestionó Taehyung agachándose para ayudar con las manzanas.

—Permítenos ayudarte pequeño— agregó Namjoon levantándolo del piso.

—Uh... G-Gracias— respondió tímido el chico.

Los tres pensaron que hasta su voz era hermosa, les regaló una sonrisa que terminó por convencerlos... Habían encontrado a su nuevo juguete.

—¿Cuál es tu nombre?— preguntó Jin curioso— Nosotros somos Jin, Tae y Nam... O los hermanos Kim, como gustes...

—Uhm... S-Soy Jimin... Park Jimin.

Taehyung le entregó la bolsa con las manzanas.

—Uh... G-Gracias... Ya debo irme...

El chico comenzó a alejarse a paso rápido y los hermanos lo observaron hasta que lo perdieron de vista... La sonrisa dulce y amable que le brindaron al jóven Jimin se transformó en una sonrisa maliciosa, no sabían a qué costo pero lo iban a conseguir.

Después de investigar todo acerca del jóven peli gris, los hermanos le dijeron a su padre y éste mandó a Yoongi para negociar con la familia del chico.



***Domingo, día actual***

Jimin estaba asomado desde su habitación, escuchando la conversación que un tipo extraño de pelo negro y piel blanquecina tenía con sus padres.

—Esque no podemos aceptar— dijo su madre llorando.

—Cariño, tal vez es lo mejor, nos ofrecen una buena cantidad, además sería una mejor vida para él y así podríamos atender mejor al bebé que viene en camino.

Jimin no sabía que tendría un hermanito y tampoco entendía muy bien de que estaban hablando, el chico tenía 18 años, pero se veía y actuaba como un niño menor.

—Esque no lo sé...

—Señores Park, entiendo que es algo muy difícil para ustedes pero allá le darán todo lo necesario para que viva cómodamente— habló Yoongi aún sabiendo lo que le esperaba al muchacho.

—¿Pero porqué él?

—Los patrones piensan que se ve confiable como para trabajar ahí, lo tratarán bien y lo ayudarán a terminar sus estudios.

Mentira tras mentira, el mayordomo logró convencer a los padres, ese era su trabajo después de todo, no le gustaba pero era preferible a recibir una golpiza por parte de los Kim.

—Vendré por él mañana— fue lo último que Min dijo antes de retirarse.

El peli gris se metió en su habitación nuevamente aún tratando de entender.

—¿Cariño?— habló su madre mientras se acercaba a él junto a su padre.

—¿Porque dejaran que me lleven?— preguntó mientras algunas lágrimas escurrían por sus ojos.

—Hijo, es difícil de entender ahora, pero tendrás una vida mejor que aquí— respondió su padre apretando fuerte su hombro.

—Pero yo no quiero irme— sollozó el menor aferrándose a su madre quien al verlo así rompió en llanto.

—¡Entiende Jimin!— gritó la mujer— ¡Te irás! ¡Necesitamos que lo hagas para poder darle algo bueno a tu hermanito!

El peli gris se separó y los miró con sus ojos llorosos, lo habían vendido sin saber que lo estaban mandando al mismo infierno.

El Juguete de los hermanos Kim || Pausada IndefinidamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora