El Juguete de los hermanos Kim || Pausada Indefinidamente

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La señora Park los quedó mirando fijamente y JiMin sentía que las piernas le flaqueaban, su rostro se palideció y SeokJin simplemente se mantuvo callado, por un momento su mente se bloqueó.

—Pensé que estarías trabajando o estudiando.— dijo la mujer levantando una ceja.

—Ah... Yo... Bueno... Si... No...

—Lo siento señora.— al fin habló el castaño— Yo lo saqué de casa y de sus estudios porque saldremos ésta tarde y JiMin vendrá con nosotros, así que necesitábamos comprar cosas.

La mujer se llevó las manos a la cintura y entonces JiMin al fin se dió cuenta de la panza crecida de su madre, su hermanito estaba creciendo allí dentro y la tristeza le invadió pues probablemente no lo conocería nunca.

—¿Y por qué estaba besando a mi hijo?

JiMin tragó en seco y SeokJin comenzó a fastidiarse, tomó la mano del menor y la entrelazó con la suya logrando que JiMin se sonrojara.

—Lo siento señora, pero lo que pase entre nosotros y su hijo ya no le concierne, usted y su marido lo vendieron ¿No lo recuerda? En ese momento usted perdió todo derecho sobre su hijo y lo que hagamos con él o no, ya no es asunto suyo, así que le agradecería​ que dejara de aparentar que JiMin le importa.

La mujer y el peli gris se quedaron boquiabiertos, nunca esperaron una respuesta así.

El menor sintió que un pedazo de su corazón se rompía, "Lo vendieron" él tenía toda la razón en eso, "Que dejara de aparentar que le importaba", esas palabras dolían porque eran ciertas, cuando aceptaron que se fuera a cambio de dinero no les importó lo que pasaría con él, no se molestaron en si quiera investigar con quién lo enviaban, ahora no tenían derecho a reclamar nada.

—Nos tenemos que ir.— dijo el peli gris afianzando su agarre — Espero que tú y papá sean felices sin mí.

El menor se dió media vuelta y arrastró a SeokJin con él, caminaron con rapidez y la mujer sólo se quedó parada viendo a su hijo alejarse.

Después de caminar un rato, tomaron asiento en un banca y entonces JiMin se arrojó a los brazos de SeokJin hecho un mar de lágrimas.

—Ellos me vendieron... Me abandonaron— dijo entre sollozos.

—Calma bebé, sé que tu vida a lado de nosotros a sido horrible pero nos esforzamos por no hacerte daño, por verte sonreír... JiMin te amamos.

El peli gris levantó su rostro y lo miró fijamente a los ojos, limpió las lágrimas con los dorsos de sus manos y sonrió levemente.

Estaba tan confundido, al principio estaba aterrado, cuando llegó allí lo único que quería era escapar, pero ahora, ahora todo era tan distinto, ¿Cómo podría dejar a Taehyung solo? ¿Cómo podría vivir sin las caricias de Namjoon? ¿Cómo podría estar tranquilo sabiendo que SeokJin lo necesita para estar calmado?
Simplemente no quería alejarse de los hermanos Kim, hacía tanto tiempo que no tenía miedo de ellos que incluso dirían que estaba loco por querer permanecer ahí.

El castaño volvió a envolverlo en un cálido abrazo y besó su frente, le hacía sentir tan bien tenerlo cerca.

...

Al llegar a la mansión de nuevo, caminaron hasta la habitación del castaño y un vez dentro, SeokJin tomó a JiMin de las mejillas y acarició lo que pudo con sus pulgares, se acercó con lentitud hasta que pudo sentir los labios del menor entre los suyos.

Comenzaron con un beso inocente, pero el beso pronto tomó otro rumbo. El castaño caminó con JiMin hasta la cama y lo recostó suavemente sin romper el beso.