El Juguete de los hermanos Kim || Pausada Indefinidamente

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Taehyung traía en sus manos un traje de perrito.

—¿Te gusta?— preguntó sonriendo.

—S-Si...

El rubio observó a JiMin ponérselo y cuando terminó, Taehyung quedó maravillado, el traje le quedaba un poco grande pero eso hacia que se viera más adorable.

—¡ChimChim! Eres la mascota más bonita que he tenido.

El peli gris frunció el ceño levemente, "mascota" no era un término que le agradara mucho.

—Ahora ponte en cuatro.— le ordenó Taehyung.

El chico de mejillas regordetas no tuvo más que obedecer, se colocó en esa posición y entonces el mayor se hincó a su lado para ponerle un collar que traía en la mano y después le colocó una correa.

—Listo.— habló el rubio sonriendo como nunca antes.— Vamos a cenar.

JiMin tuvo que gatear mientras era llevado por Taehyung​ hasta el comedor.

En ese momento se toparon con SeokJin, quien al ver al menor vestido de perrito y arrastrándose por el piso, frunció el ceño, no era la primera vez que su hermano hacía eso pero ésta era la primera vez que sentía celos y enojo.

—Jinnie.— habló Taehyung haciendo una voz chillona— ¿Mi perrito puede comer con nosotros?

El mayor gruñó y apartó a su hermano del camino con un empujón.

—Como quieras.

...

Poco después ya todos estaban en la mesa, los platos fueron servidos  y Taehyung le quitó al peli gris los cubiertos.

—Los perros no usan cuchara.

JiMin hizo un puchero antes de empezar a comer con su boca directamente del plato, sin poder usar sus manos.

Namjoon y SeokJin lo observaban y de alguna manera comenzaba a molestarles, no eran muy compartidos y menos con sus juguetes.

Cuando acabaron de cenar, Taehyung tomó la correa y empezó a jalar a JiMin hasta que éste estuvo nuevamente en el piso gateando y así lo guió hasta llegar a la habitación del peli gris.

—Ya es hora de dormir ChimChim.

El más bajo subió a la cama y observó cómo el rubio se sentaba en la orilla de la misma.

—Seremos buenos amigos.— aseguró Taehyung acariciando la mejilla ajena.— Espero que sueñes con los angelitos, osea con muchos yo.

Mientras el rubio reía, JiMin pensaba que Taehyung podría ser todo menos un ángel.

—Bueno, hasta mañana.

El jovencito se acercó a JiMin hasta que pudo unir sus labios con los suyos en un beso muy leve, casi un roce y luego de aquello finalmente salió corriendo y riendo, para él eso era una pequeña travesura.

...

Dieron las cuatro de la mañana y un sonido en la habitación hizo despertar a JiMin exaltado, todo estaba obscuro y no se lograba ver nada con claridad.

—¿Hola?— habló el peli gris sentándose en la cama, podía escuchar otra respiración a parte de la suya.— ¿Q-Quién está...?