El Juguete de los hermanos Kim || Pausada Indefinidamente

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Jimin:

No pude evitar llorar toda la noche, vi como mi madre metía mis pertenencias en una maleta, no podía creer que en verdad aceptaran dinero a cambio de que me fuera con unos completos extraños.

Sorbía mi nariz al mismo tiempo que limpiaba mis lágrimas.

Cuando llegó la mañana, me paré y miré por la ventana, rogaba porque el auto de aquel extraño no llegará jamás pero minutos después se apareció frente a mi casa.

—Jimin... Es hora— dijo mi padre adentrándose en la habitación y tomado mis maletas.

El llanto me invadió de nuevo, le rogué a mi papá que no lo hiciera, que no me mandará pero todo fue inútil.

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Miré a través de la ventana del vehículo y ví a mis padres llorar cuando éste comenzó a avanzar.

—Niño— me llamó aquel hombre y captó mi atención, me daba miedo– Te anticipare las cosas, no irás a ninguna escuela ni trabajarás en la mansión.

—¿Q-Qué?— comencé a temblar, le mintió a mis padres y quien sabe a dónde me llevaría, quizá quería vender mis órganos. Mi llanto aumento y traté desesperadamente abrir la puerta pero no pude.

—Cálmate, si te llevaré a la mansión pero lo que harás será... Otra cosa.

Lo miré confundido y no respondí nada, ví como me veía por el retrovisor.

—No confíes en ellos.—Su repentina advertencia me confundió aún más.—Los hermanos Kim no son de confianza.

Mi corazón se aceleró ¿Los hermanos Kim? ¿Porqué me parecía que ya había escuchado de ellos?...quería volver a mi casa.

Luego de eso aquel sujeto no dijo más, traté de calmarme y cerré mis ojos.

Para cuando los abrí, me encontraba en una habitación enorme, me levanté exaltado, quería pensar que todo había sido una pesadilla pero no era así.

Explore un poco ese lugar, las paredes eran grises y el techo de color blanco, había un armario, una mesa con dos sillas y lo que más llamó mi atención era que estaba lleno de juguetes por todos lados, parecía el cuarto de un niño.

El rechinido de la puerta me hizo girar. Me quedé pasmado al ver a tres chicos entrando, los mismos que conocí unos días antes.

—Hola pequeño— habló un chico alto de cabello castaño, con ojos grandes de color verde, labios carnosos y hermosa sonrisa— ¿Nos recuerdas?

Afirme con la cabeza, en ese momento la voz no me salía.

—¿Recuerdas nuestros nombres?

Negué y entonces la linda sonrisa desapareció de su rostro, su mirada me causó un escalofrío, los otros dos lo miraron y enseguida se acercaron a él, apretaron su hombro como si quieran calmarlo de hacer algo.

—Soy Taehyung— habló otro de los chicos, de cabello rubio y ojos marrones— éste es Namjoon— señaló al último, de cabello blanco y ojos café claro— Y éste de aquí es Jin.

Miré detenidamente a cada uno, la verdad era muy guapos y tenían un rostro angelical pero por alguna razón yo me sentía intranquilo, me daban miedo, en sus miradas había algo extraño, era como si vieran un pedazo de carne... estaban vacías.

"No confíes en ellos"

—Y-Yo— intenté hablar— ¿Q-Qué hago aquí?

Los tres caminaron hacia la puerta ignorando mi pregunta, el castaño y el rubio salieron primero, el peli blanco me miró antes de cerrar la puerta y me sonrió​ provocandome  un escalofrío.

—Pronto lo sabrás.