mortem; changlix

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Convenios en
la madrugada.

Al final del día Felix tuvo razón.

El reloj que se encontraba en la pequeña mesa junto a su cama, indicaba que eran cerca de las dos de la mañana.

Llevaba desde las diez intentando dormir obviamente sin ningún resultado.

Y todo era culpa de Changbin.

Cuando trataba de dormir su mente comenzaba a imaginar que Felix era el protagonista de aquella situación que Seo le planteó horas antes, eso causaba que levantase de golpe y se viera en la necesidad de mirar su teléfono buscando evitar seguir pensando en eso. Todo ese proceso ya se había repetido al menos unas once veces.

Mientras Lix pasaba las historias publicadas por sus conocidos se topó con que el culpable de su insomnio acaba de publicar una historia hace no más de tres minutos, el rubio salió de la aplicación y dio clic en el icono con un teléfono.

En el momento que comenzó a pitar él comenzó a razonar.

¿Para qué lo llamaba?

Antes de que pudiera cancelar el mayor contestó.

—¿Felix? —del otro lado de la línea estaba Seo confundido por aquello, no estaba molesto, inclusive podría describirse preocupado. No es normal que alguien te llame a altas horas de la madrugada, menos alguien con quien a penas tienes contacto.

De alguna manera a Lee le pareció raro que el pelinegro no sonase cansado, pensó en las oscuras marcas que decoran sus ojos y entendió de donde provienen.

— Hola hyung—a diferencia del más bajo, él susurró.

—¿Todo bien? 

—Mmh, sí, lo siento, quería hablar con alguien y te vi conectado en instagram. ¿Y tú? ¿Todo bien?—soltó una risilla nerviosa.

Changbin inconscientemente miró la taza de café frente a él y el cigarrillo que se encontraba en su mano libre.

¿Reprimirse el sueño y quemarse los pulmones estaba bien?

—Todo en orden.

No era mentira, decirle que todo estaba bien, sí lo era.

Siempre estaba así hasta que el cielo comenzaba a verse claro y él creía que al menos dormir dos horas sería un poco beneficioso. Le costaba conciliar el sueño y era culpa de toda la cafeína que consumía a lo largo del día, pero después de unas vueltas y enredarse en las sábanas lograba dormir un poco.

Y todo tenía un porqué.

En una de sus tantas lecturas descubrió que dormir mucho daba paso a la depresión, Seo no dudaba que ya tuviese aquel trastorno simplemente no quería agravarlo por lo que comenzó a dejar de dormir. Creía que si no dormía tal vez dejaría de sentirse tan vacío y aquella constante tristeza disminuiría.

Era estúpido e inclusive se estaba dañando, lo sabía. Pero le gustaba pensar que hacía eso por su mejor.

— ¿Y qué haces?—Lix mordió su labio, no sabía de que podía hablar con él.

— Estaba leyendo. ¿Y tú?   

— Intentaba dormir, pero acabo de darme por vencido—otra risa apareció esta vez contagiando al mayor.

—¿Es por mi culpa?

—Sip, así que te llamé para que me pidas perdón y seas mi esclavo. Adoro dormir y por ti no puedo hacerlo.