¡INÚTIL! (Katsudeku)

Capítulo 21 "Tomura"

Estaba demasiado feliz por fin había muerto el vejestorio de Yagi Toshinori, y como había tardado, llevaban años envenenandolo y seguía con vida, por algo su maestro le dijo que el envenenamiento era demasiado tardado, y por fin ya había dado sus frutos.

-Tomura pasa algo.. -decía un chico con severas cicatrices en todo el rostro y cuerpo.

-¿Que? -decia sin quitar la demoniaca sonrisa de su rostro.

-al parecer el rubio presiente algo sobre mi.

-¿haa? ¿Que dices? -decía borrando su sonrisa por una de enfado.

-me quito mi puesto de chofer de Izuku. -decía desganado.

-maldito rubio eso complicará las cosas. -decía rascando su cuello sin piedad.

-Tomura-san ¿por qué no sólo me manda a mi? -Decía la rubia sonriente.

-¡no seas estúpida! El te reconoce como la enfermera del viejo ese. -decía Dabi con enfado.

-exacto ustedes y kurogiri ya han sido vistos, al igual que yo, si seguimos así nos atraparan rapidamente, si no fuera por el estúpido Stain, Midoriya estaría muerto. -decía enojado el peli celeste.

Stain conocido como el asesino de mafiosos, el era el encargado de atrapar a todo aquel que fuera un maldito de persona, el personalmente los asesinaba. Pero un día Tomura lo llamo para que trabajarán juntos, al principio estaba de acuerdo hasta que se topo con el adorable pecoso amarrado a una silla, apesar del cuerpo demacrado lo reconoció en un dos por tres, dándose cuenta de la persona que era realmente Tomura. Sin pensarlo lo libero pues conocía como era la familia de ese chico, amables y buena gente.

Pensaba llevarlo de regreso a su casa pero estaba seguro que lo atraparian en tan sólo poner un pie por allá.

Así que lo dejo enfrente de una empresa de autos, porque estaba seguro que ahí lo reconocerian al instante.

Y asi jamás volvió a pisar el mismo lugar que Tomura.

O eso creían ellos...

Cada movimiento era analizado, por unos ojos sedientos de sangre, estaba furioso, ahora sabía quien era el culpable de la muerte de Yagi y empezó su macabra maniobras.

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Una dulce chica de preparatoria caminaba al supermercado por cuchillos nuevos, tarareando una empalagosa canción, mientras trotaba como toda niña inocente.

Había comprado todo lo que necesitaba para esa noche, cuchillos, velas y jeringas, había atrapado a un ingenuo chico de nuevo, y estaba preparando una fiesta de horror para el. "Ojalá fuera mi bebé izuku" pensaba la rubio riendo.

Llego a su hogar dispuesta a abrir la puerta, PERO FUE DEMASIADO TARDE, LA SERPIENTE YA LA CASO.

Ahora sólo se podía notar enfrente de su puerta una bolsa tirada con mandados y una cabeza rodando por el suelo.

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Se preparaba para dormir ya era tarde y lo único que quería era tomar un largo sueño, genial ojala descanse bien.......largamente.

Tomo su almohada y la sacudió, ya era vieja por lo cual esa almohada estaba completamente deforme, mañana sería el día de matar al peli verde o eso decía el idiota de Tomura, pensaba el peli negro.

Se acomodó en su gran cama dispuesto a dormir, pero se maldijo por no haber apagado la luz antes, ya se había acomodado y le daba pereza, pero no era necesario porque de un momento a otro la luz de su habitación se apagó sola... extrañado por aquel repentino suceso se levantó y prendió la luz encontrando una nota en la mesita de a lado.