Si hay errores, diganme.~
2 - Sustos que no dan gustos.
En una de las camillas del hospital de la ciudad, se encontraba Izuku, demasiado mareado para reaccionar. Recién abría los ojos, y le pereció raro ver a Katsuki dormir sobre su costado. Aunque ya lo había visto dormir, se preguntaba por qué tenía dibujado un pene en su frente con marcador rojo.
— ¡Deku! —La voz de su mejor amiga lo hizo girarse hacia el otro lado de la camilla, encontrándose con su mirada de alegría al saber que su amigo estaba conciente.
Había dormido por dos horas.
— ¿Qué hago aquí? —Preguntó confundido. Sólo recordaba la pelea de bestias y nada más.
— Te desmayaste. —Dijo con simpleza su amiga.
Pronto entró el doctor, despertando al rubio dormilón, y se colocó a examinar al pequeño de Izuku. Sus pupilas, su boca, sus oídos. Lo típico.
— Bueno, no noto nada fuera de lo normal. Sólo le recomiendo evitar situaciones que causen estrés y tomar muchas vitaminas durante el día. —El doctor sonrió ampliamente hacia los chicos.— Al parecer su peso esta debajo del que debería tener. Al tomar muestras de sangre hemos confirmado que estaba a poco tiempo de sufrir una deshidratación.
Izuku se mordió los labios con nerviosismo. ¿Y qué podría hacer? Últimamente vivía mareado y con náuseas constantes. Tal vez su estado anémico le provocaba ese malestar.
— Ahora, por favor, necesito estar a solas con el paciente para terminar la revisión y darle de alta.
Uraraka asintió, y se llevó a un gruñón Bakugou, que no tuvo de otra que salir de la habitación, con el sentimiento de celos y desconfianza hasta el doctor.
Una vez que la puerta se cerró, el doctor se sentó en la silla a su lado, para mirar a Izuku con una sonrisa amable.
— Felicitaciones, usted está embarazado.
Las nauseas y los malestares le habían estado advirtiendo en esas semanas y él sólo lo negó ya que creía un hombre no se podía embarazar.
— ¿C-cómo es eso posible? —Izuku estaba en shock.
— Actualmente, cierta parte de la población masculina tiene la capacidad de generar vida en su vientre. —Comenzó la introducción.— Su cuerpo es uno de ellos. Y ahora, lleva dos semanas de embarazo.
El pecoso parecía una hoja de papel. Pálido.
— Sé que es joven y tiene un futuro por delante. Pero de todas formas, aquí le dejo dos tarjetas. El primer número es por si decide tenerlo, y el segundo para que programe un aborto si lo desea.
Izuku tomó ambas tarjetas, sin emitir sonido. Sus ojos estaban abiertos de la sorpresa.
¿Un bebé? ¿En su pancita?
Las preguntas lo estaban abrumando. Él tenía un futuro planeado y ahora mismo todo eso se estaba esfumando, siendo reemplazada por una imagen de un mini clon suyo corriendo entre sus piernas.
No podía negar que le encantaban los niños, pero tener uno era totalmente descabellado.
Él quería casarse, luego de recibirse, adoptar un niño y tener un perro akita.
—Eso es todo, puede retirarse. —Le dijo el doctor, tras quitarle la intravenosa.— Esto te hará falta.
Izuku se sentó en la camilla, guardando las pastillas que le dio el doctor junto con las tarjetas.
El hombre lo acompañó a puerta, y él sólo se despidió con pocos ánimos, aún sorprendido.
Y de pronto, vio a su novio secreto, el cual le miraba con preocupación.
¿Qué pensaría Kacchan al saber del bebé?
¿Iba a tener un bebé de Kacchan?
Era obvio. No había estado de esa forma con nadie más, y además, él siempre era "el de abajo".
Iba a terminar por abrazar a su novio para calmar un poco sus nervios por la reciente noticia, pero decidió tragarse todo. Porque debía pensarlo antes, y Ochako se daría cuenta de su relación.
Su amiga le tomó la mano, y salieron caminando del lugar, con un rubio cenizo que los seguía.
— Creo que ya lo sabes, pero por favor, cuida tu salud. —Su amiga lo había tomado por sus mejillas, y le besó la frente para que se relajara.— Nos vemos pronto.
Se despidió la castaña y luego desapareció, dejando a la pareja en la entrada del hospital.
— Deku estúpido. —Izuku desvió su mirada hacia el suelo, mordiendo sus labios.— Si tengo que traerte una vez más por las mismas razones, estas muerto.
— Lo siento...
Bakugou comenzó a caminar con su expresión de enfado en dirección al hogar del menor, lo acompañaría hasta su casa ya que estaba débil.
Al llegar a la casa de los Midoriya, Bakugou se despidió con palabras, lo que hizo que el corazón del pequeño doliera. ¿Y su beso?
Haciendo un puchero, pasó por la cocina para decirle a su madre que iba a ir a dormir temprano y que no cenaría.
Y en la soledad de su habitación, bajo las calentitas mantas, lloró todas sus frustraciones.
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Mi Pecoso. [Katsudeku]
FanfictionKatsuki e Izuku tienen una historia bastante peculiar. Todo se pone de cabeza cuando una llegada inesperada se aloja en la pancita del pecoso. Un bebé les cambiaría el mundo, sin dudas. ••• × Yaoi & mpreg. × KatsuDeku. × Soft. × AU! Sin Quirk. × H...