Mi Pecoso. [Katsudeku]

Capítulo 5. Han pasado 84 años.

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5 - Han pasado 84 años...

Habían pasado seis años desde su partida.

Bakugou Katsuki había estado fuera del país por largos años en una universidad prestigiosa. Grande fue su sorpresa cuando descubrió que junto a él, dos de sus amigos de la escuela estaban allí. Kirishima y Kaminari. Por lo que tuvo que "aguantarlos" por ese tiempo. Pero la verdad, era que ese rubio gruñón se había encariñado con esa pareja de enamorados.

— ¿Es ese? —Denki estaba pegado al vidrio del lugar. Una sala donde esperaban los pasajeros para subir a sus vuelos.

Desde allí se veía a los aviones, y el rubio estaba demasiado emocionado por volver a su hogar.

El trio volvía a Japón.

Si bien estos habían vuelto antes por visitas en navidad y año nuevo, esta vez era definitivo.

La pareja había comprado una pequeña casa en la cual tendrían su nidito de amor, mientras que Katsuki alquilaba un departamento en un lujoso edificio, el cual se daba el gusto de pagar debido a su trabajo.

Tenía tanto potencial de empresario que una gran empresa lo había contratado como uno de las cabezas de la organización.

Katsuki siempre apuntaba alto y lograba lo que quería. Tenía dinero, un título y una vida envidiable. Ni hablar de su apariencia tan atractiva.

Pero algo opacaba todo eso: Bakugou era una persona gruñona y solitaria.

Y todo gracias a que la única persona que más amó, lo mandó a volar y le rompió el corazón de una forma muy cruel.

Desde ese momento, no tuvo parejas ni se encariñó con alguien. Sólo se dedicaba a tener encuentos sexuales para quitarse la frustración que como hombre tenía.

Aunque nada lo satisfacía del todo.

— No, bebé, espera un poco más. —Kirishima estaba un poco cansado de las preguntas de su novio cada vez que veía un avión.

— No, sí es ese. Andando. —Dijo Kitsuki y Denki soltó un gritito.

•••

— Papá, ¿Por qué el color piel es rosa y no marrón? —La voz de una niña inocente sonó en la habitación.

— No lo sé, sólo dile color crema, cariño. —Le respondió su padre, el cual sonreía con orgullo al haber educado tan bien a su niña, la cual aborrecía el rasismo, la injusticia y cualquier tipo discriminación.