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Está de más decir que los padres de Lola la echaron de la casa y la trataron de ''Cualquiera'. A Camila le había parecido bastante machista y retrógrada así que se despidió de los papás de su amiga diciéndoles ''Ignorantes'' y cerrando la puerta fuertemente en sus caras.

Hicieron una cama improvisada con un sobre de dormir y un colchón inflable para la rubia y se acostaron a dormir.

-¿Por qué no te habías ido de esa casa? Si ya sos una mujer adulta.

-Acordate que estoy estudiando medicina, toma pila de tiempo esa carrera, no puedo trabajar y estudiar al mismo tiempo.-respondió Lola. Camila iba a contestar pero sintieron que alguien tiraba piedritas a la ventana.

La morocha se levantó con la mente centrada en insultar a quién quiera que estuviese del otro lado.

-¿Qué tiras piedras,pelotudo?.-dijo enojada hacia un tipo encapuchado.

-Camila,soy yo,necesito ver a mi novia.-contestó el tipo sacándose la capucha,era Duki.

Cerró la ventana y fue a abrir la puerta principal.

-Pasá.

Dejó en el cuarto a sus amigos para que pudieran arreglar sus problemas y se fue a cocinar alguna cosa para matar el tiempo. Pasada una hora de la llegada de Mauro Camila fue hacia su pieza a ver como estaba todo y lo que descubrió le enterneció el alma de una forma impresionante. Duki y Lola dormían abrazados,ella sobre su pecho y el sosteniéndole la barriguita. La chica tomó una foto y decidió dormir en el sillón para no molestarlos.

A las tres de la mañana recibió una llamada que la despertó del profundo sueño.

-¿Quién habla?.-preguntó con la voz ronca.

-Camila,abrime la puerta.

La chica se paró sin poder creer y abrió.

-¿Ecko? ¿Qué haces acá?

-Boluda,escapate conmigo,una noche.

-Estás re drogado amigo,chau.-respondió a la invitación cerrándole la puerta en la cara. El chico la abrió.

-Dale Camila,vamonos,un día,desaparecemos,al carajo todo.-pidió. ''Oh no,no lo estás considerando'' Decía la conciencia de la chica. ¿Qué más dá? No perdía nada por irse.

Salió de su casa no sin antes dejar una pequeña nota y se subió al auto.

-¿Por qué viniste a buscarme? ¿No qué no podías cambiar?.

-Porque te quiero conmigo.-se limitó a responder el chico.

-¿Y? ¿No te importa como yo me siento o como me puedo llegar a sentir? Más egoísta no podés ser.-reprochó Camila.

Ecko estacionó el auto a un costado de la calle y la miró.

-Decime como te sentís entonces.-la chica se quedó callada, sonrojada. Desde hacía mucho que se había resignado con el tema de las parejas, no entendía del todo al amor y la mayor parte de su vida tampoco te había esforzado por hacerlo. No sabía como sentirse, si lo quería de verdad o solo estaba confundiendo otro tipo de cariño con amistad.

Ecko le plantó un beso para romper la tensión y Camila lo siguió. Se desabrochó el cinturón y se sentó encima de él,gimiendo cuando sintió sus manos encima de su trasero.

Sabía donde iba a terminar todo si no paraba asi que decidió despegarse.

-Boludo,soy virgen,si,tengo diez y ocho años y soy virgen,no quiero que mi primera vez sea así,incómoda y en el medio de la vía pública.

-¿Querés ir a mi departamento?.-preguntó Ignacio intentando calmar su respiración.

-¿Para qué? ¿Para coger? Te estoy diciendo que no.

-A pasar el rato,si no queres coger no vamos a coger,tranquila.-La chica aceptó.

-.-.-

Despertó en una cama suavecita y calentita,sintiéndose como en el cielo.

-Buen día.-habló el chico a su lado.

-Buen día.-respondió.

Inmediatamente miró su celular.

-¡Mierda!.-exclamó agarrándose la cabeza al ver quince llamadas perdidas de su madre y cuarenta mensajes.

-¿Qué pasó?

-Mamá me llamó quince veces,tengo que volver a casa.

-Te llevo.

Camila se puso las zapatillas y se abrigó con su campera,cuando abrió la puerta de la casa se encontró con una escena bastante incómoda.

Su padre de mala cara junto a su madre que sostenía una cámara instantánea, Duki atrás de ellos con cara de ''perdón'' y Lola de su brazo comiéndose las uñas.

-¡Digan ''carajo''!.-dijo su madre emocionada al momento que tomaba una foto, Camila se tapó la cara y Ecko salió sonriendo como un niño bueno.

-¿Se puede saber por qué te vas de casa en la madrugada con este muchachito sin avisar?.-rezongó su padre mirando a Ignacio de arriba a abajo.

-Ya tengo diez y ocho años,no tengo porqué avisar a donde voy ni cuando voy, soy mayor de edad,además de que les dejé un cartel gigante encima de la mesa.

-¿Cartel? No había ningún cartel.-comentó su madre confundida.

-¡Puse en una hoja de papel de cocina gigante con marcador negro que me iba y que no se preocuparan!.-exclamó obvia Camila.

-Con respecto a eso.-se aclaró la garganta Duki.- Como a las cuatro de la mañana me levanté con flor de lija y me tomé la libertad de comer una milanesa que había en la heladera,como estaba fría le tiré mayonesa y me manché todo. En plena oscuridad vi un papel de cocina encima de la mesa y me limpié con el.-contó,luego soltó una risita nerviosa.

-¡Te comiste mi milanesa!.-se abalanzó sobre Duki la castaña,directo a su cuello para ahorcarlo como Homero ahorca a Bart,pero fue detenida por unas manos en su cintura.

-Calmate,hermosa.-le susurró en el oído el chico.

-¡Eh! Alto ahí Romeo,quita tus manos mugrosas de mi virginal hija.-gritó Carlos con el ceño fruncido. Ah, padres de mujeres, siempre tan celosos y sobre protectores.

-¡Callate Carlos! ¿No son hermosos?-Claudia sacó otra foto y esperó a que saliera por la apertura de la cámara polaroid.

-¿Garcharon?.-preguntó Duki comiendo un sanguche. ¿De dónde lo había sacado?

-Siempre llevo un sanguche para mi bebé.-al parecer su amiga le había leído la mente o simplemente le había visto su cara de confusión total y respondió la duda.

-No,no tuvimos relaciones,gracias por la discreción en frente de mis padres.- Camila cruzó sus brazos molesta por la pregunta inoportuna.

Se produjo un silencio incómodo.

-¿Nos vamos a casa?.-rompió el hielo Carlos.

-Si,papá.-respondió Camila rodando los ojos,luego besó en el cachete a Ecko y se fue con su familia y amigos.


Arrogant [Ecko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora