Arrogant [Ecko]

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-No te separes de tus amigos, ¿llevas el cepillo de dientes? ¿El repelente de mosquitos? ¿El gas pimienta? Si Ignacio deja que te pase algo lo voy a matar.-amenazó el padre de la chica, ella se limitó a rodar los ojos, su madre lloraba a moco tendido mientras sacaba fotos de cada movimiento que hacía.

-Qué cosas Carlos, un día te dicen "Mami, atame los cordones" y al siguiente ya es mayor de edad y se está yendo de vacaciones con sus amigos.

-Ya, ya querida, ya no llores.-respondió el hombre abrazando a su esposa por la espalda, lleno de nostalgia al ver a su hija tan grande, aún no entendía como se había ido el tiempo, cuando habían pasado tantos años.

-Adiós papá, adiós mamá, me están esperando afuera.-Camila los abrazó y salió con dos bolsos colgando de sus hombros, en la calle estaba la camioneta que habían alquilado para ir a su destino.

Subió al asiento libre que había al lado de Ignacio luego de dejar sus bolsos en la valija y lo saludo con un pequeño beso.

-Ay gente, menos mal que se les ocurrió lo de las vacaciones, estaba con la pija llena de la ciudad ya.-habló Mauro suspirando.

-¡Mauro Lombardo! ¿Qué te dije de decir malas palabras adelante de tu hijo?.-reprochó Lola cruzada de brazos.

-¡Es un bebé! Un B-E-BÉ, no entiende lo que digo.-respondió.

-Ya empiezan de nuevo, por eso me fui de la casa.-comentó Sebastian.

-¿Y yo? Que me los tengo que bancar todos los días, son insoportables.-agregó Alejo.- Tomás sigue en el sótano y no me deja ir con él,es un forro.

-Bue flaco, yo te dije de compartir la habitación y vos dijiste que no, hicimos piedra, papel o tijera y gané yo, ahora no rompas las bolas.-se quejó el peliverde.

-¡Que no digan malas palabras adelante de Nicolas!.-exclamó la rubia tapándole las orejas al niño.

-No sé en que momento nos pareció buena idea y desestresante hacer un viaje con esta bola de monos.-susurró Camila al oído de su novio. Y era verdad, el viaje debía ser para relajarse y no iban ni media hora en el mismo auto que ya habían hecho un escándalo. No quería saber lo que iba a ser cuando fueran a armar las carpas, o a comer, definitivamente iba a ser un desastre todo, lo presentía.

-Te dije que teníamos que irnos solos a ese hotel lujoso en Punta del Este.-respondió rodando sus ojos.