30-Problems never go away-

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Se levantó despacito, buscando no hacer ni el mínimo ruido, observó a la castaña durmiendo a su lado y le dejó un beso en su frente. Luego chequeó la hora en su celular, las cuatro de la mañana. No había riesgos, era demasiado tarde como para que alguien estuviera despierto en esa casa y demasiado temprano como para que alguien se levantara. Buscó entre su ropa, se cayó su cinturón, la hebilla chocó contra el suelo y provocó un pequeño ruido pero al darse vuelta a ver si su novia se había despertado la encontró respirando lentamente con los ojos cerrados, como la dejó al salir de la cama.

Encontró su billetera en el bolsillo de su pantalón y salió al baño, por más dormida que estuviera no podía tomar riesgos de que lo viera, no luego de haberle mentido tanto y haberle prometido muchas cosas que no llegó a cumplir, porque después de todo y de aparentar estar bien, aquello era una farsa, una nueva máscara desarrollada para mantener feliz a la única persona que le importaba realmente en el mundo como para fingir. Entró a la habitación blanca y se miró directamente al espejo, tuvo una lucha interior, no quería mentirle pero no quería decirle la verdad, desde que su estado de ánimo había mejorado Camila se veía más orgullosa y feliz, no quería decirle que había dejado de ir al psicólogo porque no había encontrado un avance y se había aburrido, no quería decirle que cada vez le costaba más escribir canciones, o comer, o levantarse de la cama. Prefería hundirse solo que verla llorando preocupada por él otra vez. Pensaba que iba a terminar saliendo de una forma u otra y que mientras debía hacer como si nada, ignorando las múltiples veces al día en las que pensaba en la muerte, pero recordaba los ojos color café de su amada y borraba esas ideas rápidamente. Después de todo, había hecho lo que le había prometido a la castaña no hacer jamás y era atar sus emociones y sus ganas a ella, se volvió dependiente como si fuese una droga, y eso era malo,muy malo, se había dado cuenta de eso solo. Los drogadictos son difíciles de manejar y más si se quedan sin su sustancia, eran capaz de hacer cualquier cosa para volver a tenerla, Ignacio no dudaba que haría cualquier cosa para tener a Camila con él, incluso si ella no quería. Sacudió su cabeza, jamás le podría hacer daño a ella, si ella se iba no podía detenerla pero sentía que se quedaría sin nada y estaba seguro de que moriría de pena. Era lo más importante, lo primero, si estaban bien era infinitamente feliz y si tenían una discusión su humor se desvanecía. Mataría por ella y moriría por ella, y por más romántico y bonito que pueda sonar eso no lo era, en el fondo era un pensamiento enfermizo. Porque el amor es libre y hace lo que el quiere, amar es complejo y jamás decidimos a quién amar y a quién no, porque es como una paloma blanca de paz. Es lo más maravilloso de esta tierra, de este planeta, no se puede atar, no se puede obligar, no se puede descuidar porque se termina. Ignacio no lo había comprendido aún, el creía que lo que le pasaba era simplemente que la amaba demasiado y que en el fondo era bonito y no estaba mal, por más que Camila le reprendiera muchas veces y le explicara las razones de por qué si. Entonces se convenció de que lo hacía por ella, para estar bien y que no se diera cuenta de sus problemas, y sacó esa pastilla para tomársela, pero cuando levantó la vista no esperaba encontrarse el reflejo de la castaña a través de él, parada en la puerta en ropa interior, mirándolo fijo y con el ceño fruncido. Lo había vuelto a joder, de eso estaba seguro, y también estaba seguro de que esta vez las cosas iban a ser diferentes.

Arrogant [Ecko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora