Capítulo 6

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Sasuke

Seis años atrás Al final, Karin y yo hicimos una pareja bastante decente. Antes de que ella lo arruinara, eso sí. No puse una etiqueta a lo que éramos o no éramos. ¿Fue amor? Probablemente no, pero me preocupaba por ella y disfrutaba de su compañía.
Lo único era que disfrutaba más de la compañía de su pequeño primo. Pero se estaba volviendo cada vez menos un problema, ya que Baby Namikaze dio un paso atrás, y aunque nunca dijo nada explícitamente, sabía que me estaba evitando. Hizo las cosas más simples.

Pero Suigetsu,no lo hizo. Conocido por complicar las cosas, hizo lo que se esperaba que hiciera, lo arruinó.
Suigetsu intentó vengarse de mí por haber salido con Karin Uzumaki de muchas maneras.
Eventualmente, Suigetsu logró vengarse de mí de una manera que cruzó mi escudo. Resulta que esa mierda era gruesa, pero no irrompible después de todo. Besó a Naru.

Hizo una fiesta en su casa, y nos estábamos calmando por casi matarnos a golpes el uno al otro. Eso no fue extraordinario.
Lo que fue extraordinario fue la forma en que me hizo probar mi propia medicina por primera vez. Y déjame decirte que fue desagradable.

Estaba caminando hacia su cocina para conseguir una botella de agua después de tomar un Xanax para relajarme. Fracasando como la mierda, sabía que tenía que ir a ver a Karin. La última vez que la vi en esa fiesta, había salido luciendo molesta.
Tropecé con masas de cuerpos sudorosos y relucientes, y cuando finalmente llegué al refrigerador, descubrí que Suigetsu se había quedado sin agua. Miré a mi alrededor, la cocina era una habitación colosal, de madera de cerezo y oscura, que encajaría mejor en el Palacio de Buckingham.
Por donde mirabas, había personas. Una pareja besándose en el fregadero, un grupo de basquetbolistas tomando tragos en la isla, y chicas aspirando. Empujé a dos de las chicas que aspiraban y abrí la puerta de la despensa, sabiendo dónde estaba el agua embotellada. Encendiendo la luz, me congelé en el sitio.

Suigetsu estaba allí, cerniéndose sobre Naru como la oscuridad que era a punto de tragarlo. Sus labios estaban sobre los de naruto y sus labios estaban sobre los de él, y yo quería separarlos y hacer trizas su cuerpo, órgano a órgano.
Se besaron.
Sus ojos estaban cerrados.
Los de él no.

Levantó su brazo, y me saco el dedo, sus ocupados labios sonriendo mientras lo tomaba por la cintura con su mano libre, tirando de su cuerpo hacia él.

No había pasión allí. Todo parecía jodidamente frío. Él merecía mucho más. ¿Como quién, imbécil, como tú?

-¿Qué demonios es esto? -Mis dientes aplastaron cada palabra que salía de mi boca. Mi voz lo sobresaltó y Naru saltó, colocando su palma sobre su corazón-. Quita tus manos de el antes de que las rompa. -Sentí la oscuridad en la boca del estómago que se extendía como tinta, tomando el control. Suigetsu giró su cabeza para mirarme, una de sus manos todavía en el cabello de Naruto. Él sonrió.

-Oblígame.

Fue una invitación que estaba feliz de aceptar. Lo agarré por el cuello y lo alejé de Naru, golpeándolo contra una caja de mini-champagnes. Yo era más grande, más fuerte y jódidamente asustaba.

Su cabeza se estrelló contra la pesada caja. Él me empujó. Empujé más fuerte.

-¡Sasuke! -gritó Naru. Reconocí, racionalmente, que él no era mío. Reconocido, sí. Pero no entendía. Hubo otros tipos. Los vi hablando con el en la escuela y en las fiestas. Nunca llegaron muy lejos con el. Naruto Namikaze, tenia un apodo por el cual casi todos lo conocian Rose lo obtuvo por una razón. Estaba lleno de jodidas espinas. Era tan hermoso, tan ridículo e increíblemente seductor, que al igual que las rosas reales, tenía pequeños pinchos para protegerse. Porque todos querían tenerlo. Todos, incluido tú, imbécil.

"Sasuke" PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora