"Sasuke" PAUSADA

Capítulo 19

Naruto

¿Que te hace sentir vivo? Anhelar a alguien. Tanto que tu centro duele, tu vista es borrosa y tu moral es arrojada por la ventana.

MI HERMANO NO ESTABA BEBIENDO. Esa era la única cosa que ocupaba mi mente. No es el hecho de que pasáramos un tiempo genial. No el increíble espectáculo de Britney Spears. No las bebidas alcohólicas distorsionadas, altas, de aspecto radiactivo que llevamos con nosotros todo el día. Sino el hecho de que Dei no consumió ni una gota de ellas, ni ningún otro tipo de alcohol. Teníamos raíces francesas. Para nosotros, estar de fiesta sin vino o champán era como bailar sin extremidades. Mirándolo desde la esquina de un club nocturno ruidoso y lleno de gente, con luces de neón y cuerpos sudorosos y medio desnudos, chupé mi pajita tragandome otro cóctel.

–Tu hermano está taaaaannnn embarazado – Gaara hizo una bomba con su gran chicle de color rosa, mientras se revisaba en el reflejo de unos brillantes espejos con diseño colgando del techo. Todos vestíamos el mismo tipo de enterizo corto, rojo, el color favorito de Deidara, con escote corazón y una tela fina y suave. Encontré uno en una tienda de segunda mano. Gritaba Deidara hacia el cielo y de regreso, así que lo compré, me puse en contacto con la marca y pedí cinco más para todos nosotros.

–Él no lo está –insistí, pero era inútil. Incluso yo no me creía a mí mismo–. Soy la persona más cercana a él. El nunca me lo escondería.

–No está bebiendo, se ve horrible, y se comió un pastelito con encurtidos fritos encima en el almuerzo. He dicho, pero si necesitas que lo obligue a hacer pis en un palo, conozco a un tipo que hace que las cosas sucedan. –Gaara se apoyó en la pared a mi lado.

Miré a mi hermano.

Dei sacudió su trasero con Temari, Konan y Shino en la pista de baile, moviendo su cabello sudoroso de un lado para otro y pronunciando las palabras a "The Thong Song" por Sisqó. Quizás el DJ había perdido una apuesta esa noche. Nadie lo sabe. Pero no estaba de humor para ser un esnob de la música. Gaara me dio una palmadita en el hombro.

–Bueno, bueno. Estas bastante achispado y no deseas aventurarte en territorio de realmente borracho. Deja la bebida. Bailemos un poco. El jaló mi mano, y yo no protesté, porque ¿cuál era el punto? Gaara y yo nos unimos a Dei, Temari, Konan y Shino, y bailamos durante una hora más o menos. Deidara dijo que teníamos que tomar un descanso para comer tacos, y puesto que nadie había dicho 'no' alguna vez a los tacos, todas tomamos una mesa en la sección de restaurante del club y comimos un montón. Me excusé para ir al baño, y cuando volví, vi a Konan inclinada en la cabina en la que estábamos sentadis, pasando la mano por el estómago a Deidara. Shino echó la cabeza hacia atrás, se rió e hizo un gesto con las manos, formando la ilusión de tetas. Mi hermano estaba embarazado, Sus amigos lo sabían. Mis padres lo sabían Todos lo sabían Todos... menos yo.

                                                                                                        ***

Sasuke

¿Cuál es tu fascinación con la música, de todos modos?

Mis dedos temblaban de ira, pero esa no era la única razón por la que no le respondí. Mi mirada vagó hacia la cara de Dei, y fruncí los labios. El resto de los chicos habían regresado a la pista de baile, y estábamos solo mi hermano y yo. Le pregunté si había algo que quisiera compartir, una vez más. Él dijo: otro taco y se rió. La boca de mi estómago se retorció y luego crepitó de rabia. Él era un mentiroso, como todos ellos. Realmente no había diferencia entre el y papá. Bueno, la había. Papá, al menos, detuvo la farsa y me dijo exactamente lo que pensaba de mí. Deidara todavía era un cobarde que quería proteger mis preciosos sentimientos al mentirme. Joder.

Necesitaba a Sasuke, Sasuke hacía que las cosas desaparecieran. Él era marihuana. Él era alcohol. Él era música. Solo que mil veces más adictivo que todo lo anterior.

Naruto

Escuchar buena música es como una droga. Libera hormonas que te hacen sentir feliz. ¿Cuál es tu fascinación con la astronomía?

Sasuke

Hubo momentos en mi vida, tiempos oscuros en los que tuve que pasar los veranos en un lugar en el que no quería estar. Las noches eran largas y aburridas, así que salí y me acosté sobre el heno. Las estrellas eran lo único que me hacía compañía, y creo que me apegué un poco a ellas. Me recordaron que bajo el cielo, había cosas mejores esperándome. La gente que amaba, los lugares que quería visitar, todas las chicas con las que iba a joder...

Naruto

Un romántico sin esperanza. Me dan escalofríos. Para.

Sasuke

Tendrás más escalofríos en un segundo. Da la vuelta.

Naruto

¿?

Sasuke

Simple japonés, bebé Namikaze. Da la vuelta.

Él estaba allí. Mi corazón dio un salto hacia mi garganta, pero al mismo tiempo, lava caliente se derretía en la parte baja de mi abdomen, limpiando el daño y el dolor, creando una necesidad urgente que estaba desesperada por atender. Era completamente posible que este hombre se volviera cada vez más y más atractivo con cada segundo que pasaba. Lo vi con una camisa entallada azul marino y pantalones de vestir negros, deambulando hacia mí como una fuerza que estaba a punto de desgarrar techos y bragas a su paso. Estaba tan concentrado en Sasuke, que ni siquiera había notado que los chicos estaban de vuelta en la mesa y los chicos también estaban allí. Sin Sai, obviamente. Itachi tomó su lugar junto a Deidara. Kiba se sentó entre Shino y Konan, ofreciéndoles un breve asentimiento, y Sasuke permaneció de pie, mirándome sin siquiera ocultar lo que estaba en sus ojos. Desvergonzado.

–Les traeré algunas bebidas. –Me levanté de mi asiento, pero ya no lo sentía. Ese acto de niño bueno. No era yo. No era bueno y no era agradable, y esta noche, iba a follar con el ex novio de mi prima. Una cogida enojada que borraría los últimos días de mi memoria, aunque fuera por un momento o dos. Cuando pasé junto a Sasuke, golpeó su brazo contra mi hombro. Todos los pelos de mi cuerpo estaban de punta, la piel de gallina cosquilleando en mi piel.

– ¿No me vas a preguntar qué es lo que quiero? –Siseó en mi cara, lamiéndose el labio inferior, volviéndolo brillante, una manzana brillante y prohibida.

–No me importa lo que quieras, Sasuke. Conseguirás agua. Como dije, puedes autodestruirte todo lo que quieras, pero no en mi turno. –Punto hecho. Que se sepa, sin embargo, que tú puedes hacer lo que quieras en mi vara. –Ni beber ni fumar –repetí solemnemente, dándole una mirada asesina.

Pude escuchar la sonrisa en sus palabras cuando dijo–: A tí malditamente te importa –mirando mi espalda mientras me apresuraba al alejarme. Sí, lo hago, pensé amargamente. Deseando no hacerlo. Realmente lo hago. Las cosas estaban a punto de desordenarse. Sasuke iba a hacer honor a su nombre.

                                                                                                       ***