Capítulo 22

353 37 10
                                        

...

Sasuke



El martes volé de vuelta a Tokio, dejando a Itachi y a Kiba atrás. Parecían estarse divirtiéndose sin mí, siendo BFFs y todo eso, así que les di el espacio que necesitaban para probarse el maquillaje del otro y probar tampones o cualquier mierda que las chicas hicieran. Porque realmente, esos dos hijos de puta eran súper unidos para ser hombres. Mi opinión, de todas maneras.

En todo caso, me sentí mal por dejar a Naru, especialmente considerando que el domingo en la noche lo jodí notablemente al venirme dentro de el sin un maldito condón. Imbécil. Sin embargo, una cosa que no podías quitarme... Era un imbécil leal, y Sai me necesitaba. No había dicho una mierda, pero leí entre líneas, y en nuestra última llamada, algo había ahí. No era completamente él mismo. Sai siempre tuvo calma y tranquilidad en él. Incluso cuando su carrera en el fútbol americano murió cuando se quebró la pierna, incluso cuando Krystal quedó embarazada y se apareció en su puerta pidiendo dinero, incluso cuando la vida lo agarraba por la garganta y lo asfixiaba, duro, siempre sonreía y le enseñaba su dedo al destino cruel. Sin embargo, no en esa última llamada que tuvimos.

Por eso es que me subí a ese avión.

Siempre me sentí más cercano a Sai. Desde el primer día. Quizás era el hecho de que no había nacido como el resto. Rico, privilegiado, y listo para gobernar la parte del mundo que sus ancestros conquistaron por él. Quizás era porque era un tipo decente, humilde, y contento con lo que teníamos. Algo me atraía a él como persona, y era el único hombre de nuestro grupo en quien confiaba completamente. El único hombre a quien alguna vez considere contarle sobre Ayano. No que hubiéramos ido tan lejos, pero sí. Sai estaba ahí para mí, siempre. Y le iba a mostrar que el sentimiento era mutuo, incluso al alto precio de tiempo de juego con Naru. Cuando todos nos graduamos de nuestras universidades designadas por alguna parte del mundo, ni siquiera parpadeé antes de darle un préstamo de cuatro millones de dólares para hacerlo un socio y tenerlo con nosotros.

Yo no parpadeé, pero mis padres jodidamente me crucificaron.

Tuve que responder por él de alguna manera, no era como si tuviera esa cantidad de dinero en mi cuenta bancaria, así que Sai y yo pasamos nuestros veranos fuera de la universidad, archivando mierda en la oficina de mi padre y haciendo viajes a Starbucks gratis. Proporcionando servicios de taxi gratis a mamá.

Actuando como las perras designadas de mi familia. Y, por supuesto, Sai y yo firmamos un contrato draconiano para que papá supiera que iba a tener su dinero de regreso.

Sai vivió en un apartamento tipo estudio en Yokohama mucho después de que todos nos hiciéramos ricos para poder pagarle a mi padre. De hecho, recién se mudó a un lugar más grande después de que Shiomi nació porque necesitaba acomodar la nueva e inesperada incorporación a su vida. Diría familia, pero no estaban cerca de ser una familia, especialmente después de que Krystal falleciera y la vieja dejara abandonada a la peque como un maldito papá irresponsable.

Tragué. Lógicamente, sabía que Sai tenía ayuda.

Sus padres estaban allí para él. Pero todo lo demás en mí estaba desesperado para ver por mí mismo que Shiomi estaba bien. Así que hice una maleta antes que los demás, dejando atrás Las Vegas, y a Naru.

Sasuke

Cambio de último minuto: voy a volver a Tokio a pasar algo de tiempo con Sai.

Naruto

Si necesita algo, házmelo saber. Me encantaría ayudar.

Sasuke

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 12, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Sasuke" PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora