La fiesta transcurrió entre felicidad, risas y felicitaciones a la cumpleañera. Ángela estaba feliz de ver tan sonriente a su hermana, no la veía así desde antes de que le diagnosticaran el cáncer.
—Nosotros nos vamos ya—el padre de Ángela se acercó a su hija mayor—. Alejandro se queda con vosotros unos días, os echa demasiado de menos.
—Lo sé, lo sé...
—Nos vemos el lunes que viene, ¿vale princesa?
—Vale, papá.
—Dale un beso a tu hermana de nuestra parte, no sé dónde se ha metido.
—Está con Anto. Llevan toda la noche pegados como con loctite.
—No hacía falta tanto detalle. ¿Os lleva Toni a casa?
—Sí, sí, nos lleva Toni.
El hombre asintió y se alejó tras besar la mejilla de su hija, acompañado por su mujer.
Ángela se giró para buscar a Alejandro, y lo encontró subido en hombros de Toni jugando con este, una sonrisa tonta se le formó en el rostro.—¡Angy! ¿Ya se han ido papá y mamá?—Noa se acercó a su hermana
—¿Dónde estabas? Se acaban de ir.
—Antoine me llevó fuera para darme mi regalo... No quería que se fueran sin despedirme de ellos.
—Uhhh, ¿qué te ha regalado?
—Esta noche nos vamos a un hotel, juntos. Es una especie de velada romántica...
—Vale, vale, no sigas por ahí o acabarás contándome que pensáis acostaros.
La joven se sonrojó y Ángela sonrió de lado. Toni se acercó a ellas y les dedicó una cálida sonrisa.
—Alejandro se acaba de quedar dormido, es mejor que os lleve a casa.
—Sí, sí, vamos. ¿Tú te vas con Antoine?
—Sí, mañana estaré en casa sobre el mediodía.
Ángela asintió y cogió a Alejandro en brazos para dejar que Toni la guiase hacia el coche.
—¿Cuántos años tiene?—preguntó el alemán
—Casi seis. Es muy pequeño todavía. Pero crecen tan rápido... Hace nada era un bebé.
—Los niños crecen, Ángela, es un hecho—bromeó Toni
—Pues yo no quiero que mi hermano crezca tan rápido. Echo de menos al bebé que solo quería estar conmigo o mi hermana cuando tenía fiebre.
—Bueno, si quieres un bebé yo te hago uno como acto de caridad.
—¡Toni!
—Es broma mujer...
Ambos rieron. El brazo de Toni se colocó en la cintura de Ángela y esta sonrió y se dejó abrazar.
~•~
—¿Si?—Ángela descolgó el teléfono mientras Toni dejaba a Alejandro en la cama
—¿Es usted Ángela Ruiz?
—Sí, ¿quién es?
—Le llamamos del servicio de urgencias del Hospital Universitario. Sus padres han sufrido un accidente y están siendo operados de urgencia. Necesitamos que venga para firmar unos papeles sobre la anestesia y...
Ángela dejó caer el teléfono al suelo, paralizada, y Toni lo recogió y terminó la conversación por ella.
—Tengo que ir al hospital—la joven se puso el abrigo