| Capitulo 39 | The Good, The Bad & The Bakugan. |

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—Adelante chicos, ¿pueden escucharme?.—una voz comenzó a escucharse desde el Bakupod.

—Claro que si.—respondió a aquello la persona que mantenía a un Dragonoid.

—El maestro Marucho a derrotado a Tayghen y la señorita Julie a derrotado a Tricloid.—informó el mayordomo de Marucho.

—Es una buena noticia.—comentó con una sonrisa en mi rostro.

—La señorita Alice tiene su batalla con Rabeedeer en este momento pero, por desgracia otros enemigos se estan acercando rápidamente a Warmigton.—Katō explicó los detalles.

—Por favor tengan cuidado chicos.—murmuró una voz muy parecida a la de mi madre.

—Súper, son dos menos y faltan cuatro.—resumió él de cabellos castaños, despues de que termino la transmisión.

—Aun tenemos mucho trabajo.—agregó Runo, a lo que Joe asintió dándole la razón.

—Pero no se preocupen, los venceremos. —ánimo el de cabellos largos, Shun.

—No podemos dejar que ellos tomen el núcleo de infinidad.—pronunció finalmente, para que los chicos asientan ante aquello.

[ . . . ]

—Hay malas noticias chicos, uno de sus antiguos enemigos fue visto cerca de ciudad Warmigton.—resumió mostrando la foto de un Bakugan que reconocimos algunos de los presentes.

—Es Hairadee.—comento Shun.

—Es mas que obvio que los otros dos Bakugan no esten tan lejos.—resumio Kato, a lo cual logramos soprendernos.

—Entiendo, yo ire por Hairadee.—agregó el de cabellos largos y negros.

—Estoy seguro de que tienes un plan Shun.—pronunció Dan, observándolo de reojo.—suerte.—deseó el castaño a su amigo de la infancia.

A los pocos minutos de que cierto único ninja se fuese del lugar, Runo le había pedido a Dan que se apresurará coda que después este había hecho. Mi trabajo ahora sería proteger a Waverm, y el núcleo de la infinidad. Quizás sea una difícil tarea, Dren aun con su evolución, creo que es difícil el hecho de que Naga tenga el núcleo silente. Sinceramente le tengo una gran confianza a mi Bakugan, y creó que lo haremos muy bien.

Al momento en el que Drago había partido al jombro de Dan, su cabeza estaba dirigida en dirección a Waverm, cosa que de hecho no había pasado desapercibido para nadie. Algo había pasado entre ellos.

[ . . . ]

Horas mas tarde Julie, Billy y Marucho se habían adentrado a la torre, donde los primeros dos se veían un poco más cercanos de lo normal. Julie había comenzado a observar desde los binoculares que se encontraban en la torre, como es que iban los chicos, o mejor dicho Dan.

—Eso es Drago lo tienes, ve a la derecha. ¡Bien asi se hace!.—adulo la peliplateado observando fijamente.—vamos, vamos, vamos ¡Ah!.—exclamó la chica tras darse cuebta de que el tiempo paea observar desde los binoculares habia terminado.—¡No! Ya no tengo dinero.—de repente había dirigido su vista hacía nosotros.—¿alguien puede darme una moneda?.—pidió buscando aún en sus bolsillos.

—Lo siento Julie, yo solo tengo monedas de chocolate. —pronunció el chico que conocía desde pequeña.

—Lamentablemente deje todo mi dinero en casa.—me encogí de hombros.

—Y yo sólo tengo tarjeta de crédito. —agregó el pequeño Marucho, alzando aquella tarjeta.

—Yo ya me gaste toda mi mesada.—género Joe, al mento de imitar el acto de Julie.

—Toma.—una voz se había hecho presente en el lugar, lanzando la moneda que la peliplateado necesitaba.

—¿Que haces aqui Klaus?.—cuestionó Julie, tras tonar la moneda que había lanzado.

—Estaba buscando a Alice, ¿alguno la a visto por aquí?. —cuestiono en forma preocupada.

—No hemos visto a Alice en horas,después de su pelea con Rabeedeer desapareció. Así es usualmente, esta aquí un minuto y al siguiente desaparece. —explicó el rubio, cosa que de hecho era totalmente cierto.

—No creo saber en donde se encuentra, ya que la busqué por todas partes, espero que este bien.—murmuró el de cabello lavanda cosa que la mayoría logro escuchar.

Había descubierto la mirada pícara de Joe sobre Klaus, pues quién no estaría como el, creo que el mas que nadie sabe que usualmente el ver que el caballeroso de Klaus se preocupa por alguien. Aunque también alguien debería decirle que ella se encuentra bien.

—No te preocupes ella esta bien.—pronunció en su dirección, generando una sonrisa, y finalmente aquella persona habia sido yo.

—Marucho, soy Katō, adelante. —la BakuPod de Marucho había resonado, debido a una llamada.

—Por supuesto Katō.—afirmó el pequeño rubio.

—Oye Katō, ¿como es que podemos oirte pero no verte?.—pronunció confusa Julie.

De hecho aquello era completamente cierto, en la transmisión de la BakuPod de Marucho, no se podía ver la silueta de Katō, sino su voz, cosa que causo sospecha.

—Probablemente sea un disturbio momentáneo en la transmisión, ya pasará. —le restó importancia.

—¿Que es lo que sucede Katō?. —cuestionó el de lunar en la frente.

—Me temo que Dan y Runo están en serios problemas, no puedo explicarlo ahora pero deben ayudarlos antes de que sea muy tarde.—comentó en un tono realmente preocupado.

—¡¿Dan esta en problemas!?.—exclamó Julie, cosa que de hecho creo que yo debí de haber dicho.

—Pero no podemos ir todos, alguien debería quedarse para proteger a Waverm.—formuló cosa que salió desapercibida.

—No te preocupes Marucho, Shun, Komba y Julio están justo afuera de la torre Warmigton. Los contactaré y avisaré que vayan a ayudar a Waverm.—explicó el anciano mayordomo.

—Algo anda mal.—formuló la Bakugan que tenía alado.

—Eso mismo pensaba pero, que pasa si el mensaje es cierto.—le cuestionó.—sería mejor confiar en esto.—le propongo.

—Tienes razón. —afirmó la Bakugan.

Últimos capítulos.


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