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No te vayas, sólo quédate. Pararemos el tiempo ahora. Si estoy contigo podría morir en este momento.
Me senté a su lado y di un suspiro frustrado. Otro día de mierda en el trabajo.
–Vámonos –Me dijo Jennie. La miré confundida mientras que ella sonreía.
–¿Que? –Pregunté y ella rió. Se acercó más a mi y me agarró de las manos.
–Salgamos –Dijo mientras sonreía.
–¿A donde quieres ir a las... –Miré la hora en mi móvil –...doce de la noche? –Pregunté con la ceja alzada. Ella se encogió de hombros.
–No lo sé. Ya veremos –Dijo y yo reí.
–De acuerdo –Acepté. Quizás nos la pasamos bien o quizás por ser esta hora nos atraquen pero con Jennie era eso. Nunca sabías los que podía pasar, era vivir el momento y si era a su lado era mucho mejor.
Por siempre jóvenes
Nos levantamos y salimos del departamento para dirigirnos a la calle. Había gente pero no tanta como por el día.
–¿Y ahora? –Le pregunté. Se encogió de hombros mientras sonreía. Empezamos a andar. Pudimos ver a un grupo de gente concentrada cerca de un edificio, se podía escuchar música.
Por siempre jóvenes
–Vamos –Dijo y tiró de mi para ir hasta donde estaba la gente. Ahí se encontraba un chico con una guitarra y un micrófono. Algunas personas pasaban y le daban algo de dinero. –Bailemos –Quería que nos pusiéramos delante de todo el mundo a bailar... Esta chica estaba loca. Empecé a negar –Venga, bailemos ¿si? –Dijo mientras hacia un puchero.
Por siempre jóvenes
–Jennie no me voy a poner a bailar en medio de la calle –Dije. Ella se acercó lo suficiente como para que pudiera sentir su respiración.
–Baila conmigo ¿si? –Pidió. Solo pude asentir. No pude emitir ningún sonido. Agh... ¿Como es que causa este efecto en mi?
Nos pusimos delante del chico. La gente empezó a aplaudir al compás de la música. No, pero no aplaudais... Jennie no paraba de reír y yo no podía dejar de sonreír.
Por siempre jóvenes
Cuando la canción terminó la gente nos aplaudió. Yo sentía mis mejillas arder. Jennie volvió a coger mi mano y nos fuimos de allí. Empezamos a correr por que sí, sin ninguna razón. En la calle solo se escuchaba nuestras risas. No eramos normales.
Paramos para poder respirar. La miré y reí mientras negaba con la cabeza.–Es una locura lo que hemos hecho –Dije
–¿El que? ¿Bailar en medio de la calle o correr como locas? –Preguntó divertida.
–Las dos cosas –Dije y ambas reímos. Se acercó y puso sus manos en mi cintura y yo por inercia la puse en sus hombros.
–Me gusta verte más así que cuando estás tan estresada por el trabajo –Dijo y me dio un beso en la punta de la nariz.
Mi reflejo en tus ojos, espero que siempre sea como el del día en que nos conocimos.
–Te quiero –Dije sonriendo. Ella sonrió y me besó. Era un beso lento y cálido. Se podía decir que me encantaba todo de ella y todo lo que provenía de ella.
–Te quiero –Dijo una vez nos separamos. Juntamos nuestras frentes.
–¿Que es lo siguente que haremos? –Pregunté curiosa. Ella miró a su alrededor para luego mirarme con una sonrisa.