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T/N》

El imbécil de Jungkook se había ido y me dejó encerrada, no se que es lo que le pasa. De seguro esta con esa tipa mientras yo estoy a punto de volverme loca aquí encerrada

Tuve que llamar a la empresa y decirle al señor Jeon que no podré llegar porque estaba ocupada en algo, lo bueno es que él entendió. Ojalá Jungkook fuera así de amable como su padre, pero él es todo lo contrario

Estaba acostada en el sofá con la cabeza gindada tratando de contener mi furia. Cuando en eso el timbre sonó, corrí a toda prisa a abrir encontrándome con Yoongi, me sorprendió mucho verlo aquí pero también me alegraba así ya tendría un poco de compañía

—¿Que haces aquí?

—¿Por que no fuiste a trabajar? — dijo ignorando mi pregunta.

—Tuve un problema— dije bajo.

—Seguro es con él imbécil de tu esposo

—¿Y con quien mas sería? — rodé mis ojos.

—¿Me vas a dejar pasar o me tendrás aquí esperando todo el día? — se cruzó de brazos.

—Ah si, perdón, pasa— me hice a un lado para que entrara.

—Linda casa — dijo mientras veía el lugar.

—Pero no mas linda que yo— reí.

—En verdad si esta mas linda que tú

—¿Cuando escucharé un cumplido por parte de ti? — dije haciéndome la víctima.

—Cuando los peces vuelen — río.

—Oye— llamé su atención.

—¿Que quieres? — se giró para verme.

—¿No tienes novia o esposa?

—No, chismosa — empujó mi frente.

—Tú sabes casi todo de mi pero yo no se nada de ti— me crucé de brazos.

—Así es mejor— desvío su mirada a otro lado.

—¡Agh! ¿Porque los hombres son tan complicados— me recoste en el sofá.

—Porque hay personas muy entrometidas como tú

—Eres muy cruel — me hice la ofendida.

—¿Porque tu "esposo" no quiere que trabajes?

—No lo se, nunca lo entiendo así que no me preguntes— rodé mis ojos.

—¿Y porque dejas que él te mande?

—Me dejo enllavada— me encogi de hombros.

—No lo puedo creer— río burlándose.

—¿Quieres comer algo? — dije poniéndome de pies.

—¿No me darás veneno?

—Obvio no tonto— reí.

—Entonces si — igual se puso de pie y fuimos a la cocina.

Tuve que preparar algo yo porque las empleadas no estaban. Después de haber cocinado, comimos en la cocina

—¿Te gustó? — pregunté esperando una respuesta.

—Pues aún no he muerto así que supongo que esta bien— comió de su plato.

—Yo soy una excelente chef— presumi.

—Uy si— río.

—Tienes una sonrisa muy linda — dije sonriendo haciendo que Suga se quedara en silencio.

𝘾𝙖𝙨𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖ñ𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora