Desperté y vi a mi bello esposo acostado junto a mi. Lo que mas amaba era despertar y ver que él estaba conmigo, a veces me parece irreal que después de tantas cosas que pasaron estemos juntos
—Buenos días — dijo con su voz adormecida.
—Buenos días—respondí acariciando su rostro.
—¿Como amaneciste? — preguntó mostrando su hermosa sonrisa.
—Muy bien y, ¿tú?
—¡Mas que bien!— gritó feliz, lanzándose abrazarme.
—¿Siempre eres así de intenso? — reí con mi rostro en su pecho.
—Por ti soy de todo— me apretó fuerte.
—Me vas asfixiar — hablé bajo.
—No quiero soltarte nunca— hablo con voz de niño pequeño.
—Tengo hambre— reí alejándome de él.
—Ni me digas que te cocine que "nis pidimis quimir" — hizo una mueca al hablar.
—Eres bien infantil — reí.
—Pero me amas— me volvió abrazar.
—Si, si te amo tonto — empecé a dejar besos por todo su rostro hasta que él capturó mis labios con los de él para empezar a besarme —Hmm— dije intentando separarme de él pero no me dejaba ya que seguía besandome.
—Me encantas — dijo poniendo su mano detrás de mi cabeza para que yo no tratara de soltarme de su beso.
Después de unos minutos me soltó por falta de aire y junto su frente con la mía viéndome fijamente
—Te amo— dio un pequeño beso en mi frente.
—Te amo mucho mas — lo abracé.
—Yo te amo más— sonrió.
—No, yo te amo mas — lo vi amenazante.
—Ok, ok tú ganas
—Ven vamos te prepararé el desayuno— me puse de pie pero no recordé que anoche habíamos tenido una noche salvaje y mi ropa no estaba sobre mi cuerpo.
—¡Oh! Que linda vista — dijo perversamente mientras me veía de pie a cabeza, de inmediato tome una sabana y me cubrí.
—No me veas— le lancé una almohada.
—Pero si ya te vi — río tirándose sobre la cama — Además todo eso es mio— me guiño un ojo.
—Cálmate que esto es mio — lo volví a golpear con la almohada.
—¿Sabes que? Ya se que quiero desayunar
—¿Que? — pregunté atenta.
—A ti— dijo jalándome de nuevo a la cama — Quiero comerme cada parte de tu cuerpo — dijo mientras besaba todo mi cuello.
—Jungkook, deja de hacer eso— hablé entrecortado.
—¿Porque? — dijo fijando su vista en mi.
—Porque si — lo empujé y me volví a levantar de la cama.
—¡¿A donde vas?!— gritó.
—A darme un baño— respondí cerrando la puerta.
—Déjame entrar y nos bañamos juntos— gritó detrás de la puerta.
—No porque haremos todo menos bañarnos — reí.
—Por eso mismo
—No— no escuché nada mas ya que me metí a bañar.
Después de haberme dado una larga ducha salí con mi pijama puesta. Cuando vi Jungkook estaba acostado en la cama cuando notó mi precensia se giró para no verme
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𝘾𝙖𝙨𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖ñ𝙤
Romance𝘕𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘴𝘶𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘯𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘪𝘴𝘰 𝘶𝘯𝘪𝘳 𝘧𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘭𝘨𝘰.