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Me desperté por los rayos de luz que entraban a mi habitación, me senté en la cama frotando uno de mis ojos, me estire lo más que pude y volví a quedar tendida en la cama, en eso mi mamá apareció frente a mi

—Levantate— dijo jalando mi sabana.

—Agh ¿Para que?— cubrí mi cara con una almohada.

—Los señores Jeon nos invitaron a pasar el día en su casa de campo así que sal de la cama y arréglate— ordenó aventándome la sabana en la cara.

—¡Ok!— grité sentándome para ver como deparecia de mi habitación.

Mi mamá salió y yo me fui a meterme al baño. Después de varios minutos ya estaba lista, tomé mi bolso y bajé a la sala donde me esperaban mis sonrientes padres.

—Vamos— habló papá saliendo de la casa hacía el auto.

Mamá y yo lo seguimos y subimos al auto. Papá manejó varios minutos cuando vi estábamos frente a la casa de los Jeon.

Cuando bajamos del auto estos venían saliendo de su casa

—Hola— saludó la señora Jeon con una gran sonrisa. Ella era la única de los Jeon que parecía que realmente le agradaba.

—Hola— saludé haciendo una reverencia.

—Jungkook ira con ______ y ustedes vendrán con nosotros—explicó la señora Jeon.

Yo obedecí y subí al auto de Jungkook. Ninguno decía nada, él solo veía al frente y yo miraba por la ventana hasta que decidí girar mi vista hacia él y me quedé observándolo detenidamente, me preguntaba como alguien podía ser tan guapo, su perfil era perfecta y su rostro no parecía tener ninguna imperfección excepto por una pequeña cicatriz en su mejilla. Me habia perdido completamente admirando todo su rostro.

—La belleza no se pega— habló sin despegar su vista del volante.

—No te estaba viendo— dije nerviosa viendo hacia el frente. Él me había tachado observándolo.

—Si claro — río de lado.

—Agh—rodé mis ojos.

                                       🍃

Después de varias horas por fin habíamos llegado, bajamos del auto y me quedé viendo la casa, era enorme y tenía un gran jardín. El olor a campo se sentía increíble, producía tanta paz.

Los señores Jeon fueron con mis padres adentro para descansar. Yo me quedé cerca del jardín viendo todo el lugar.

Después de caminar por los alrededores de la casa llegué a las caballerizas. Habían caballos hermosisimos y grandes, pero hubo uno que me llamó mucho la atención, era muy lindo y se miraba muy fino. Me acerqué para acariciarlo pero alguien me tomó mi mano con fuerza evitando mi plan.

—No lo toques— dijo Jungkook sujetandome fuerte del brazo.

—Esta bien no lo haré— hice una mueca para safarme de su agarre.

—Eres tan infantil— rodó sus ojos.

—Que tu seas amargado no es mi problema— camine hacia la salida.

—Hey— Llamó haciendo que girará para verlo.

—¿Que pasa?— sonreí falsamente.

—No te vuelvas acercar a él— amenazó acariciando al caballo.

—Agh imbecil— dije volviendo a caminar.

Llegué a una terraza cerca de la casa donde se podía ver todo el paisaje. Todo era tan lindo, me encantaba este lugar. Decidí quedarme hasta ver el atardecer, desde donde estaba se apreciaba todo mucho mejor.

Estaba ida viendo hacia la nada esperando que el sol se ocultara cuando en eso apareció Jungkook, este se paró junto a mi viendo hacia la misma dirección que yo.

—¿Que haces aquí? — pregunté sin verlo.

—Te recuerdo que esta es mi casa.

—No es necesario que me lo digas—rodé mi ojos.

—Solo callate y dejame ver el atardecer.

El sol estaba ocultándose poco a poco, todo se miraba increíble desde donde estábamos, ambos permaneciamos en silencio sólo observando la maravillosa vista cuando en eso el celular de Jungkook empezó a sonar. De inmediato se fue a contestar lejos de mi, pero igual no me importó yo me quedé ahí viendo hacia el horizonte en eso apareció la mamá de Jungkook diciendo que fuéramos a cenar, yo fui detrás de ella pero Jungkook se quedó hablando por teléfono.

—¿Y Jungkook?— preguntó papá cuando me vio llegar.

—Se quedo tomando una llamada— respondí sentándome en el comedor.

Después de varios minutos Jungkook llegó con una cara de pocos amigos, sin decir nada se sentó y empezó a comer.

—¿Y como van con la boda?— preguntó el señor Jeon.

—Muy bien querido, ya solo faltan algunas cosas — respondió su esposa.

—¿Y tú Jungkook como vas?— preguntó viendo a su hijo.

—Bien— dijo con gran seriedad— Y con permiso iré a descansar— se levantó de sus asiento y se fue a su habitación.

—Yo también me voy a descansar— hice una reverencia y subí a buscar mi habitación.

Llegué al piso de arriba pero aún no sabía cual de todas era mi habitación, así que busqué a Jungkook para que me dijera cual era.

Cuando fui a la dirección en donde Jungkook había ido encontré una habitación que estaba abierta, entré y vi a Jungkook sentado en la cama de espaldas. Me iba acercar pero al parecer estaba hablando por teléfono así que me di la vuelta para salí pero al llegar a la puerta escuché un fuerte golpe seguido de un "maldita sea". Me asusté así que di la vuelta para ver de que se trataba y era el celular de Jungkook que estaba tirado en el suelo

—¿Que haces aquí? — gritó parándose de la cama. Este estaba furioso.

—Yo-yo solo estaba buscando mi-mi habitación— dije nerviosa, me daba miedo que reaccionara mal.

—!Largo!— gritó señalando la puerta.

—Esta bien— volví a caminar hacia la salida pero me paré en la entrada— ¿Estas bien?— pregunté bajo.

—¡Que te importa, solo vete!— volvió a gritar pero esta vez me sacó a empujones de su habitación.

—Imbecil— dije solo para mi — Eso me pasa por preocuparme por él.

—_______, querida— habló la señora Jeon que venia saliendo de una habitación.

—Yo estoy perdida—dije jugando con mis manos nerviosas.

—Tranquila, ven yo te llevo a tu habitación — me tomó del brazo y me guió hasta donde seria mi recámara.

—Que linda— dije viendo el lugar.

—Bueno te dejo— sonrió y luego se marchó.

Busqué mis cosas para meterme a bañar. Luego de varios minutos salí del baño con mi pijama puesta para ir dormir. Me acosté en la cama abrazando una almohada y en segundos ya había caído en un profundo sueño

Jungkook

Hoy me llamó Hosee furiosa no se como diablos se dio cuenta de que estaba en la casa de campo con la insoportable de mi prometida. Le traté de explicar que estaba aquí porque mis padres me obligaron pero estaba demasiado enojada porque no le dije yo mismo. No me quiso escuchar solo ignoraba mis llamadas.

Estaba intentando llamarla cuando mi querida prometida apareció en mi habitación, era una entrometida así que la corrí luego traté de volver a llamar a Hosee pero mi celular al parecer había dejado de funcionar después del gran golpe que le di cuando lo tiré al suelo.

Lo bueno es que mañana por la tarde nos vamos de aquí así buscaré de arreglar el mal entendido con Hosee para que me perdone, yo la amo y no quiero separarme de ella 

𝘾𝙖𝙨𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖ñ𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora