Capítulo XII | Él

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Los gritos cesan cuando todos se cansan de reír, no quiero mirar, no quiero existir.

Siento una mano en mi rodilla y pienso que van a golpearme de nuevo, pero no, no llega el golpe que espero.

Lentamente voy levantando la vista y encuentro a un lindo chico frente a mí. Él acerca su mano decidido a mi rostro y yo pego mi cabeza a la pared detrás de mí en un tonto intento por retroceder; mi sorpresa es enorme al recibir una caricia en la mejilla.

—Hola, soy Devón —Me sonríe de forma amigable.

Él... ¿Está siendo amigable? ¿conmigo? Nadie es amigable conmigo.

No respondo y tras un momento el chico se pone de pie y me ofrece su mano.

Es alto, muy alto. Y además atractivo, ¿qué hace ayudando a un gusano como yo?

Alterno mi vista entre su rostro y su mano, incrédula.

Al notar que desconfío el me vuelve a sonreír de manera dulce. Dudosa, acepto su mano y me ayuda a incorporarme de un pequeño tirón.

El instituto está despejado, no hay nadie cerca, permanecí ahí tirada mucho tiempo al parecer; pocas veces pierdo la noción del tiempo, y esta fue una de ellas.

—S-soy... Igna —Me presento.

—Un placer, Igna.

Y sigue sonriendo, definitivamente me encanta su sonrisa.

Igna Fritz | El sueño de una genioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora