Unos silenciosos susurros suaves hicieron que Anne despertara. De golpe sintió un dolor de cabeza muy fuerte. Frunció el ceño aun con los ojos cerrados y se movió un poco.
-Anne? Anne!!
Escucho una voz masculina y grave, se escuchaba la máquina que usan los hospitales para medir el ritmo cardíaco. Condujo una mano a su frente y comenzó a sobarla.
-Por dios Anne! Al fin despiertas!-. Esa voz de nuevo, sintió una cálida mano tomar la suya. Intentó abrir los ojos pero la luz blanca se lo impedía, coloco una mano frente a sus ojos para tapar la luz que molestaba a sus ojos. Los volvió a abrir. Sus ojos estaban rojos, sus pupilas dilatadas y sus iris estaban con tonalidades moradas.
Una vez abiertos todo era borroso, basto con forzar mas la vista para empezar a ver mas claro. Estaba en un cuarto blanco con cortinas rosadas y habia máquinas por todos lados, el olor a medicina impregno sus fosas nasales, en un instante supo que estaba en el hospital.
La mano que tomaba la suya apretó un poco, pero sin lastimar. Anne volteo a ver alla y vio a James sentado en una silla blanca, se veía cansado pero con una chispa de alegría y emoción en su mirada, tenia esa perfecta sonrisa en el rostro todo el tiempo.
Anne se sentó de golpe y se soltó agresivamente del agarre de James, este la miro confundido. Fue entonces que Anne noto que tenia un tubo para respirar, de esos que sueltan oxígeno directamente a las fosas nasales.
Intentó quitárselo pero James la detuvo.
-No Anne! Lo necesitas!-.hablo con tono preocupado.
Anne alejó instintivamente los brazos de James mirándolo a la defensiva. James la veia directamente a los ojos, observaba cada facción del menor. Fue entonces que sospecho que Anne estaba asustada y pensaba que el la lastimaría, James solo le sonrió tiernamente y regreso a su asiento. Si ella gritaba o desconectaba algo vendría un doctor o enfermera y sacarían a James de alli.
-Tranquila pequeña, no te hare daño jamas-. Sonrió intentando hacerla calmarse. Ella lo veia enojada.
La mirada de James era humilde y feliz. Anne cedió y bajo la vista, sentia pena y vergüenza, ella no lo queria alejar asi pero le era imposible no creer que la podrían lastimar.
James noto lo incómoda que Anne se sentía, su mirada vagaba por las sábanas color lila que habia pedido James para ella ademas de la cobija de felpa cafe que habia comprado para ella. Anne se mostraba como siempre, con inocencia, con pena, con miedo, con esa mirada tan sumisa que Anne poseía. Y es James, las pocas veces que habia estado con Anne, lo enloquecía la sumisión con la que ella se manejaba, era incapaz de negar algo o hacer algo malo, temia que la gente fuera a enojarse.
-oye-. Ella lo volteo a ver con miedo-. ¿Estas bien?-. Ella solo asintió y agacho su mirada-. Has estado inconsciente por tres días.
Anne lo volteo a ver con los ojos muy abiertos. Su mente comenzó a recordar lo que hacia ya tres días habia pasado. Escapo de casa de August porque la iba a matar. Lo golpeo y James la habia ayudado, por ella estaba aquí.
-Au-August está a-aqui?-. Pregunto temiendo la respuesta.
-No, no esta aqui.
-No le digas que estoy aqui...-. Bajo la voz a casi inaudible-. Me matara.
-Tranquila, no le diré, ni le he dicho donde estas-. Dijo calmado para que ella se tranquilizara.
Y lo logro, ella sonrió y suspiro, James jamas la había visto sonreír de esa forma, de hecho jamas la habia visto sonreír, ella era tan inocente y pura, su sonrisa y mirada la delataban, usualmente ella estaba perdida en sus pensamientos o se limitaba a mirar a las personas.
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La mirada perdida de anne
Подростковая литератураEsos ojos azules se llenaron de lágrimas al escuchar los pesados pasos de August, estaba enojado, podía sentir ya el cinturón marchándose en su frágil cuerpo, no había escapatoria. El tenia el control sobre ella pero no sabría lo que el mismo provoc...