Capítulo 31

635 64 5
                                    



Narra Christopher

Tenía un par de horas que había llegado a la empresa con la intención de distraer mi mente y concentrarme en la apertura de la nueva sede de E&U en Madrid, Alfonso y Christian ya estaban haciendo su parte, con suerte tendríamos las instalaciones listas para nuestro regreso; en Madrid Eddie ya estaba ocupándose del tema del personal, desde luego que Christian se iría con nosotros, el mejor que nadie conocía como funcionaba la empresa. Tenía muchas cosas por resolver antes de mi regreso, sin contar los asuntos del Corporativo que también requerían de mi atención, sin embargo, lo que realmente me quitaba el sueño no tenía nada que ver con trabajo, era algo más complejo, matrimonio.

Faltaban sólo un par de días para la boda, había resultado bastante incómodo hablar de nuevo de matrimonio con Dulce, aunque desafortunadamente ahora las circunstancias eran muy distintas a la primera vez, pero tal parecía que la vida se aferraba a cruzar nuestros caminos en algún momento. El sonido de la puerta me hizo salir de mis pensamientos.

—¿Cómo va todo? —Pregunté apenas vi aparecer a Alfonso y a Christian.

—Acabamos de hablar con Derrick y con Eddie, ya tienen todo listo para empezar a montar las oficinas de E&U, por suerte el edificio del corporativo es lo suficientemente grande, así que tendrás todo en el mismo sitio. — me informó Alfonso.

—Excelente, así podré estar al tanto, ¿Creen que esté listo para mi regreso?

—No veo problema, ¿Cuándo tienes pensado viajar? —intervino Christian

—Si todo sale como lo planeado, en un par de semanas, cuando mucho. —Respondí.

—Bueno, tal vez Alfonso y yo podemos adelantarnos para asegurarnos de que todo esté listo. —Sugirió Christian.

—Sí, es buena idea.

—Perfecto. Y cambiando de tema, ¿Cómo vas con el asunto de la boda? —me cuestionó Alfonso.

—Ya hablé con Franco y él se encargará de arreglar todo para este sábado.

—Bueno, al menos los Espinosa no van a perder su herencia. Lo que si lamento es que sigas sin querer escucharla, Chris, ¡por Dios van a casarse! ¿ya pensaste en lo incómodo que será para los dos llevar una relación así? —insinuó

—Créeme que lo sé, y ella también está consciente de los términos en los que vamos a casarnos, los dos sabemos que no hay otra opción.

—Creo que ahí si te equivocas, porque si hay otra opción y ya te lo había dicho, habla con ella y traten de arreglar las cosas antes de casarse. —Insistió Alfonso. Un oportuno toque en la puerta impidió que mi amigo siguiera, aunque creo que de nada serviría, Mai acaba de llegar y por su expresión, algo me decía que esto acababa de empezar.


—Hermanita, ¿Qué haces por aquí?

—Supongo que ya lo sabes, Chris. —respondió mi hermana mientras saludaba a los demás.

—Creo que ya imagino el motivo.

—Bueno Mai, fue un gusto verte, pero creo que nosotros mejor nos vamos. —Comentó Christian y ambos se esfumaron al instante. Mi hermana se sentó frente a mí y me observó con una expresión seria.

—Muy bien, te escucho. —Me acomodé en mi silla para esperar el sermón, casi siempre era Annie la que se llevaba el premio por comunicativa, en cambio Mai era más reservada con asuntos ajenos, pero eso sí cuando hablaba era contundente, así que si estaba allí solo podía ser por dos cosas, una, abogar nuevamente por Dulce y dos, desaprobar por completo el acuerdo de matrimonio, casi podría firmarlo.

Tal vez en RomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora