•Capítulo 22•

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*Kaito fue el primero en despertar, era cerca de las 7:35AM; era sábado así que no tendrían clases ese día.

*Miró a la aqua-marina con ternura, aún no podía creer que logró conseguir el amor de aquella chica. Sonrió y acomodó unos mechones del rostro de ella.

—Te amo— Susurró y besó con suavidad la mejilla de ella.

*Su estómago sonó, indicaba que tenía hambre. Se levantó de la cama con cuidado y recogió sus prendas para luego ponérselas y bajar a preparar el desayuno.

(...)

*La aqua-marina despertó minutos después, sintió un vacío a su lado, abrió los ojos y no encontró el cuerpo del peli-azul que debía de estar a su lado.

*Se sentó y empezó a buscar con la mirada alguna de las prendas de él pero no había ninguna.

—De seguro se arrepintióDijo cabizbaja.— Ni quien quisiera estar con alguien tan repugnante como yo—

*Se levantó y vistió, se dirigió a la habitación de su hermano menor a despertarlo pero él ya lo estaba desde hace no un largo tiempo.

*Al no ver a su hermano supuso que estaba en el living así que se dirigió allí, escuchó el sonido de los utensilios chocar. Se dirigió a la cocina en donde provenían los ruidos.

—Mikuo, no juegues aquí— Dijo desde la puerta tallando sus ojos.

¡No estoy haciendo nada!— Gritó Mikuo desde el sillón.

*Ella se sobresaltó, abrió los ojos y pudo divisar a un peli-azul que la miraba sonriente.

*El recuerdo de esa noche vino a su mente sonrojándola totalmente.

—Buenos días— Dijo Kaito con una sonrisa— No quise despertarte, te veías muy tierna y además parecías cansada—

—Pensé que te habías ido— Dijo nerviosa.

—Pensaste mal, es más; quiero pasar lo más que pueda este día tan especial junto a mi noviaDijo sonrojado.

*Ella se acercó y le dio un rápido beso en los labios.

—¿Necesitas ayuda en algo?— Preguntó al separarse.

—¿Podrías poner la mesa?—

*Ella asintió e hizo aquella tarea. Sonrió levemente, era sin duda el mejor día para ella.

Inocencia - CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora