Inocencia - CONCLUIDA

•Capitulo 36•

—¿Entonces tú trabajabas ahí?—

—Exacto, tengo una idea de a dónde la pudieron llevar, verán... Cuando tomé la decisión de salir de allí me llevaron a una casa en las afueras parecía ser una carretera— Habló la peli-roja — Recuerdo que al regresar me metieron a una caja la cual tenía un pequeño hoyo y pude ver el camino, recuerdo solo hasta cierta parte.

—Es probable que Miku se encuentre ahí— Habló el peli-azul.

—No podemos asegurar nada, pero iremos a investigar— Habló esta vez el oficial— Kasane, ¿Podrá guiarnos?—

—No hay problema—

—Iremos en 2 días— Mencionó el oficial.

Kaito volvió a hervir en rabia, ¿Irían a buscar a la aqua-marina en dos días? Ella podría estar pasándola mal en estos momentos y el oficial no hacía bien su trabajo.

—¿En dos días? ¡Tenemos que ir ahora mismo! ¿Que le pasa?— Dijo Kaito exaltado.

—Muchacho, tenemos que buscar a los familiares de las jóvenes que rescatamos del burdel, asegurar que no hay más personales de seguridad que puedan ser amenazas—

—¡Pero Miku podría estar pasándola mal ahora mismo!—

Kaito no quiso escuchar ni un comentario más por parte del oficial y se retiró sin más, Teto aún seguía en la oficina junto al oficial quien solo la miró serio.

—Puedes irte Kasane— Habló el oficial.

Ella solo asintió y fue detrás del peli-azul.

—Ehmm, Kaito, ¿Verdad?— Dijo Teto a las espaldas de él.

—¿Que sucede?— Preguntó aún dando la espalda.

—Solo quería hablar, talvez lo necesites...—

El peli-azul volteó y la miró, una idea acababa de pasar por su cabeza, si el oficial no ayudaba a encontrar a Miku, él iría a por ella.

—Oye Teto— Habló Kaito— Conoces una parte del camino, ¿crees que podrías guiarme ahora mismo?—

—¿Que? Pero el oficial dijo que en dos días y podría ser peligroso— Dijo ella.

—Por favor, ella podría pasarlo mal ahora— Insistió.

Teto lo dudó un poco pero al final terminó aceptando.

—Bien, sígueme, iremos a por el carro de mi madre e iremos enseguida—

Ella solo asintió y se pusieron en marcha, este era el día en el que rescatarian a la aqua-marina.

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En otro lado, la aqua-marina escuchaba débilmente las conversaciones de aquellos dos hombres grandes y robustos.

—Hoy la llevaremos— Dijo uno de los hombres.

—Creo que aún no pasan los días que nos dijeron que la mantengamos aquí, hermano—

—No me importa, ya estuvimos demasiado tiempo lejos y ella ya está lo suficientemente débil, no será una amenaza—

—El jefe nos castigará— Advirtió.

—De seguro lo entenderá... Ahora, alista la caja, yo iré a traerla—

—Voy, voy—

A la aqua-marina le brillaron los ojos por un momento, al fin regresaría a casa.

—Cuando regresemos, no olvides buscar al hermano y matarlo—

—¿Porque tengo que hacer todo yo?—

Tras estas palabras aparecieron lágrimas en sus ojos, ¿De que le serviría volver si su hermano no estaría con ella? Si antes quería regresar, ahora solo quería quedarse allí por siempre no importaba lo que pase pero con tal de mantener a su pequeño hermano a salvo.

Escuchó la puerta del cuarto abriéndose mientras entraba uno de los hombres.

—¿Estas feliz? Hoy regresas— Habló sonriente.

—De que me serviría regresar si quieren asesinar a mi hermano, prefiero quedarme aquí hasta morir antes de que algo malo le pase a él— Habló la aqua-marina con tristeza.

—Todo hubiera sido más fácil si te hubieras quedado callada y aguantado el trabajo, ahora asume las consecuencias—

Después de decir esto salió de la habitación a verificar si la caja ya estaba lista mientras ella solo miraba el suelo con tristeza, tenía que hacer algo para impedir la muerte de su hermano.