Inocencia - CONCLUIDA

•Capitulo 40 - El final de todo•

Un hombre se levantaba del suelo, miró el cielo al parecer estaba atardeciendo... Giró su vista al lado y pudo ver a su compañero que ahora estaba muerto.

—Idiota, te mataron— Habló y miró el camión abierto.— Maldición, el jefe se enojará conmigo ¿Como pude dejar ir a la chica? Bueno, la recuperaré ahora.

Sacó su teléfono del bolsillo, ya estaba preparado por si algo así sucedía; creo que saben de quién hablo, el hombre robusto que mantenía a Miku atada en una silla dentro de la casa. Al parecer fallaron en el disparo ya que solo rozó su brazo.

Algo que el peli-azul y la peli-roja no sabían era que al estar dentro de la casa inconscientes, el jefe junto a sus hombres introdujeron un GPS en el cuerpo de las chicas, así se asegurarían que ninguna fuera a delatarlos.

—Asi que ahí te encuentras, oh al parecer la otra chica también está con ella— Dijo el hombre.

Llamó a un personal de seguridad para informarle sobre el escape de Hatsune, tendría que juntar al personal de seguridad esta vez nada podía salir mal.

—No le comuniques nada de esto al jefe, solo reúne a los de seguridad y vayan al estacionamiento, de allí saldremos a dónde se encuentras ellas— Dijo él.

—No te preocupes, el jefe está muerto no sabrá nada— Dijeron por la otra línea.

—¿Muerto?, ¿Pero como?—

—El día que regresó vino la policía y se lo llevó a interrogarlo por el secuestro de la señorita Hatsune, al parecer se suicidó antes de decir algo—

—¿Como ese hombre tan ejemplar pudo morir? Es culpa de los oficiales y Hatsune obviamente— Dijo enojado.

—¿Que piensas hacer? Ya no hay negocio—

—Claro que habrá negocio, conseguiremos nueva mercancía esta vez yo seré el líder pero antes vengaremos la muerte del jefe, comunícate con la seguridad y reúnelos en el estacionamiento—

Dicho esto colgó, subió al camión y fue directo a encontrarse con el resto de empleados mientras miraba el GPS que marcaba dos puntos verdes que correspondían a Miku y la otra chica que torturaron tiempo antes la cual olvidó su nombre.

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Las horas pasaron el reloj marcaba las 8 de la noche y todo el personal de seguridad estaba reunido armando un plan y cargando las armas, el ataque sería esa misma noche, eran al rededor de 8 personas.

—¿Entonces solo llegaremos e iniciaremos la balacera?— Preguntó.

—Si, es mejor agarrarlos por sorpresa— Habló ese mismo hombre robusto.

—Bueno, chicos escucharon al nuevo líder ¿Tienen alguna duda?—

Todos negaron y a continuación subieron a 1 auto y dos camionetas rumbo a la casa donde se encontraba Hatsune ahora.

Por otro lado en el segundo piso de una casa, estaba la ahora nueva familia conversando a gusto alegremente y entre risas en los muebles de la casa.

—Hey Miku, ¿No deberías estar descansando?— Dijo Kaito.

—No tengo sueño, quiero estar aquí— Dijo ella.