Inocencia - CONCLUIDA

•Capitulo 34•

—Jaja, ¿Disculpe? Se equivocó de persona, oficial—

—Investigamos bien el caso y las pistas nos llevan hacia usted, porfavor acompañenos a la comisaría—

En menos de 30 minutos fue llevado por la fuerza a la comisaría, el señor de cabellos oscuros se encontraba en una sala absolutamente solo, los oficiales tendrían que entrar para la interrogación.

—Estoy seguro que él tiene que ver con todo esto— Habló el peli-azul.

—Tranquilo, lo interrogaré y sabremos donde se encuentra tu amiga, ahora solo ten paciencia y a casa— Habló el oficial.

Kaito solo obedeció las órdenes y volvería a la mañana, el oficial se quedó ordenado un papeleo que se encontraba por ahí y luego pasaría a comenzar la interrogación.
Todo iba tan bien, es lo que creían; al cabo de más o menos 1 hora el oficial se preparó para la interrogación y el señor de cabello oscuro se encontraba ahí muriendo lentamente por desangrado, volvamos minutos atrás para saber lo ocurrido.

—Bueno, solo déjenme ordenar unas cosas e iré con ustedes— Dijo el de cabellos oscuros.

Sin esperar respuesta dio pasos a su oficina y tomó el cuchillo de emergencia que poseía, lo guardó en su saco y volvió a salir, dos policías lo tomaron de los brazos y se lo llevaron esposado.

Luego de un rato por fin llegaron a la comisaría, el pelinegro podía ver cómo Kaito lo miraba con odio, él solo se burló del peli-azul y siguió por dónde lo llevaban los policías.

—Espera aquí, en un rato vendrá el oficial— Habló un policía que lo había dejado justo en una sala completamente vacía.

El policía salió de la habitación dejándolo solo, solo había una mesa y dos sillas, suponía que la otra era para el oficial es lo más obvio.
Sin pensarlo dos veces con ayuda de un objeto logró quitarse las esposas, con ayuda del cuchillo talló en la mesa "de mí no sabrán nada" y como dando una señal, cortó su lengua mientras se aguantaba el dolor, chorros de sangre comenzaban a salir y fue muriendo de manera lenta.
El oficial entró preparado para la interrogación y quedó sorprendido por el acto que acababa de cometer el de cabello oscuros, y este último mencionado lo miró débil y lentamente cerraba los ojos.

El oficial estaba tan sorprendido como para moverse, y cuando por fin reaccionó, el señor de cabello oscuro ya estaba muerto.

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Por otro lado la aqua-marina seguía con aquellos dos hombres robustos, estaba preocupada por lo que le harían a su pequeño hermano, estaba segura de que probablemente alguien lo esté cuidando pero aún así estaba asustada, en pocos días acabaría su tortura y volvería, tendría que ser completamente astuta ya que sin importar lo que le haya dicho ella quería poner a aquel pelinegro tras las rejas.

—El señor Matsuta ya debió haber llegado ¿no es cierto?— Dijo uno de los robustos.

—Pues claro, sabes cómo es el jefe—

—Ya tengo ganas de volver a la ciudad, es muy aburrido estar aquí—

—Si esta maldita no hubiera hecho nada, estaríamos allá divirtiéndonos— Señaló a Hatsune.

—¿Y si nos divertimos un rato?— Propuso el robusto al cuál el otro asintió.

La aqua-marina ya no hacía nada, sabía que no iba a poder enfrentarse a los dos y si los hacía enojar las cosas podrían ir peor. No veía momento en que alguien llegara a salvarla, pero lo más probable es que no puedan llegar hasta ese lugar, así que tendría que salvarse sola