Inocencia - CONCLUIDA

•Capítulo 26•

*Eran las 3AM, todos estaban durmiendo a excepción de Kaito, quien estaba mirando la pantalla de su teléfono en toda la oscuridad de la sala. Escuchó la puerta abrirse y pasos rápidos que se dirigían a él.

*Sintió un no tan fuerte golpe en su cabeza.

—¡Hey! ¿Que te pasa?— Susurró.

—¿Que me pasa? ¡Idiota! Tenía que ir al trabajo, ¿Porque no me despertaste?— Dijo furiosa.

*No le molestaba del todo haber faltado, pero tan sólo recordar la amenaza de su jefe le causaba terror y por seguridad de ella y su hermano no estaría bien faltar.

—No iba a dejarte ir sintiéndote mal— Dijo sin importancia.

—No es así Kaito, recuerdo lo que dijo mi jefe en mi intento de renunciar, algo podría pasarle a Mikuo y yo— No pudo terminar, pues las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

—No llores, verás que hay una forma de sacarte de ahí—

*La tomó de la mano y jaló suavemente de ella para sentarla a su lado, con una mano secaba sus lágrimas y la otra acariciaba su cabeza.

—No le pasará nada, te lo prometo— Se acercó a ella y ls besó con suavidad— Quiero ayudarte, pero tienes que confiar en mí—

*Ella asintió y él se dispuso a hablar.

—Conozco a un oficial de policía, es amigo de mi padre y sé que nos puede ayudar, podríamos ir mañana temprano, tendríamos que ir a hablar con él; contarle tu caso. Él entenderá y nos será de mucha ayuda— Dijo Kaito.

—No me convence mucho, pero está bien—

*Kaito sonrió y la abrazó con fuerza.

—Todo resultará bien, ya verás—

•💙•

*Un nuevo día ya había comenzado, ese día ni Miku ni Kaito irían al instituto pues querían hablar con el comisario si hubiera una posibilidad de salir de allí.

*Hicieron la misma rutina de siempre, dejaron a su pequeño hermano en la escuela-inicial y partieron camino hacia la comisaría.

—¿Que pasa?— Preguntó Kaito al notar tanto silencio por parte de ella.

—Estoy algo nerviosa... Asustada— Comentó con la mirada hacia abajo— ¿Y si no se puede hacer nada?—

—Buscaremos una solución, confía en mí— Dijo y entrelazó su mano con la de ella.

•💙•

—Entonces empezemos, ¿cual es su caso?— Dijo un comisario mientras tomaba asiento.

—Bueno... Es algo difícil de explicar— Habló Kaito.

—Tranquilos, estoy para ayudarlos—

*Kaito abrió la boca para empezar a contar todo lo sucesido pero fue interrumpido.

—Tengo que explicarlo yo, después de todo es mi caso— Habló ella y se dispuso a empezar— Bueno pues... Yo... Trabajo en un burdel—

*El comisario se sorprendió, era algo común escuchar casos así pero de todas formas no dejaban de sorprenderlo.

—¿Que edad tiene usted?— Preguntó el comisario.

—Dieciséis— Respondió.

—Continúe—

—Pues empezó a los 14 años aproximadamente, mis padres murieron dejándome a cargo de mi hermano; no tenía manera alguna de como trabajar y estudiar al mismo tiempo y pues busqué lo más fácil, pensé que al estar económicamente bien podría dejarlo, hasta hace unas semanas quise renunciar pero no fue posible pues firmé un contrato el cual dice que luego de 5 años podría dejar el lugar, no lo leí bien— Dijo avergonzada y nerviosa— Quisiera saber si hay una probabilidad de denunciar el burdel—

—Será algo difícil, pues tu entraste allí con propia voluntad si no fuera así el caso sería muchi más sencillo— Habló el comisario.

—Tiene que haber algo por hacer, el supuesto jefe amenazó con hacerle algo a su hermano si es que abandonaba el lugar— Habló esta vez Kaito.

—Veré que puedo hacer, sin embargo les pido toda cosa que sepan sobre el tema, vengan a contarmelo—

*Ellos asintieron y salieron de la comisaría.

—¿Estás bien?— Preguntó Kaito.

—Estoy algo asustada, ¿y si no logro salir de allí?—

—Piensa en positivo, verás que habrá una solución—