Sospecha

2.3K 221 86
                                    

La chica castaña siguió a su compañero con la frente en alto, él tenía razón, nadie más podría salvarla más que ella misma, por lo que tenía que permanecer fuerte y resistir. Las palabras motivadoras de Akira la habían marcado y ahora no dejaría que nadie la tratara como si fuera basura. En sus ojos ardía una chispa, y Bakugou pudo notarlo, era la misma chispa que brillaba en su mirada el día que lucharon cuerpo a cuerpo en aquel festival deportivo en la U.A.

La chica castaña giró su vista hacia el rubio quien la miraba de reojo intentando disimular su incomodidad por estar ahí, después de todo, Kirishima lo había arrastrado a aquel lugar, luego de mirarlo un par de segundos continuó su trabajo como si nada hubiese ocurrido.

La noche avanzó con normalidad, Kirishima se hallaba sentado frente a Bakugou dándole la espalda a la barra, por lo que el rubio podía ver desde la distancia a la chica castaña que tanto le llamaba la atención, y a pesar de que antes lo negaba, al ver esa chispa nuevamente arder en su mirar pudo admitirse a sí mismo que sentía un interés por ella, que quizás esa chica que alguna vez fue llamada "frágil" podía esta vez patearle el trasero, y esa idea, por alguna razón, le agradaba.

- Bakubro... Bakubro... - El pelirrojo paseaba su mano por enfrente de los ojos de su amigo, quien miraba fijamente la barra sumido en sus pensamientos - ¡KATSUKI!

Su mejor amigo dio un salto y sus manos comenzaron a chispear de furia, ¿qué mierda quería el maldito pelo puntiagudo que era de tanta importancia para dejar de observar a la chica que hacía que su mundo se pusiera de cabeza?

- ¡¿QUÉ?! - hizo explotar una de sus manos cerca del rostro del pelirrojo para asustarlo un poco y así dejara de molestarlo.

- ¿Podrías dejar de acosar a Uraraka y escucharme de una buena vez? - dijo él tranquilo dándole un sorbo al vaso de cerveza que sostenía con su mano derecha, al parecer el quirk de Bakugou no había asustado en lo más mínimo a su amigo.

- ¡NO LA ESTOY ACOSANDO! - gruñó él, apartando su vista algo sonrojado.

- Uy si, que chiste - rió su amigo, Bakugou era tan obvio algunas veces. - Me puedo fijar en como la miras - dijo arqueando una de sus cejas con una sonrisa ladina.

- ¿Eres idiota o no comprendes que no tengo NINGÚN interés en la estúpida Cara de Ángel? - volvió a gruñir este inclinándose sobre la mesa.

- Es bueno saberlo, Bakugou - respondió Uraraka pasando por el lado de la mesa donde se encontraban sus ex compañeros haciendo flotar una bandeja llena de tragos, sin detenerse.

- ¡OI, NO ME REFERIA...! - intentó explicar él, pero la joven ya atendía a otras personas y el rubio solo se limitó a pegar su frente contra la mesa frente a él. - UGH... - gruñó con frustración.

El pelirrojo estalló en una carcajada burlesca que desataba la rabia de Kacchan, pero en vez de amenazarlo como lo hacía usualmente solo tomó el vaso de cerveza frente a él y lo bebió de un sólo trago, elevó la mano para pedirle otro vaso a Nozomi.

-----

Luego de un rato del embarazoso momento se volvieron a oír las campanas que anunciaban la llegada de un cliente. Bakugou alzó su cabeza y enfocó con la vista al recién llegado, sus manos se tensaron y su mandíbula se apretó, era Issei.

El joven de cabello oscuro y de ojos turquesa se acercó a Uraraka y la saludo con un beso en la mejilla, mientras el rubio observaba desde la distancia intentando no explotar. Kirishima, al ver la expresión de su mejor amigo se giró y pudo ver como el chico coqueteaba con la castaña, mientras ella adoptaba una pose de nerviosismo e intentaba no mirarlo demasiado a los ojos con una sonrisa estúpida en el rostro. Volvió la vista hacia Bakugou quién lo miraba intensamente, y antes de que pudiera hacer cualquier cosa el iba en dirección a la castaña.

Eres mi Héroe. || Kacchako Donde viven las historias. Descúbrelo ahora