Por Katsuki

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La chica castaña de mejillas rosadas había llegado al lugar de encuentro, un galpón abandonado a las afueras de la ciudad donde se solían guardar cargas, contenedores y camiones hace años atrás.

Se quedó parada frente a la gran compuerta de metal oxidada, un nudo en su estómago se apretaba cada vez más y sus nervios la consumían, pero tenía que salvar a Katsuki, después de todo ella lo había llevado a caer en aquella situación. Empuñó las manos tratando de darse valor y empujó la puerta.

El chillido de los goznes oxidados caló profundo en sus oídos y se sumergió lentamente en la oscuridad del gran y húmedo galpón, no sabía hacia donde iba pero aquello no la detuvo, sólo continuó hundiéndose en la tenebrosa penumbra que la envolvía y la hacía temblar por completo. Dio unos pasos más antes de que una luz a lo lejos se encendiera, y cuando elevó la vista lo vio, colgado de cabeza, encadenado y con un bosal, Bakugou se balanceaba levemente en el aire tratando de zafarse de las cadenas que se enredaban en su cuerpo.

La chica se quedó atónita unos segundos antes de salir corriendo en su dirección.

— ¡K-Katsuki! — dijo ella mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, extendió los brazos para podet alcanzarlos.

— ¿Hm? — se giró el y pudo ver a la chica corriendo hacia él — ¡HM HMMM HMM! — el bosal no le permitía hablar.

— Oh, Bakugou — dijo rodeándolo con sus brazos para posteriormente tomar su rostro y besarle toda la cara — Perdón, perdón por todo, yo realmente estaba enojada, pensé que estabas viendo a otra después de ver esa marca de labios en tu camisa, discúlpame, nunca debí haber dudado de ti...

Un sonido de pasos hizo que rápidamente se diera vuelta, levantando los brazos para proteger al chico ahora indefenso.

— Veo que si viniste — dijo una voz entre la oscuridad — Debes amarlo mucho, ¿no es así?

— Ni se te ocurra acercárte a nosotros — dijo seca.

El hombre sonrió y volvió a dar un par de pasos de forma desafiante, a lo que la chica se puso más a la defensiva.

— ¡Qué quieres!¡Déjanos en paz! — gritó la chica, realmente no entendía porque estaba haciendo esto, ¿era todo por ejecutar una venganza, toda esta tortura sólo por eso? Era un enfermo, de aquello estaba segura.

Se metió las manos en los bolsillos y bajó la cabeza con una sonrisa formada en los labios, pasaron unos segundos cuando sacó una de sus mano y la señaló.

— A ti.

— ¿Qué? Imposible.

— Por supuesto que no es imposible — extendió su mano con la intención de que ella se acercara.

— Jamás — escupió ella con desdén y dió un paso hacia adelante — Si me quieres, tendrás que derrotarme primero.

Katsuki abrió sus ojos como platos, ¿cómo se le ocurría desafiarlo a una pelea? Sabía que ella era determinada, pero también sabía que combatiría contra un enemigo poderoso y que podría salir lastimada, o peor aún, secuestrada. Se retorció intentando liberarse de las cadenas pero era inútil, esta vez ella tendría que defenderse sola, y tenia miedo, tenía miedo de que aquel imbécil fuera a hacerle daño a su querida Cara de Ángel.

— Okay — replicó su contrincante dando un par de pasos hacia atrás y apretando un botón que hizo que las luces se encendieran, dejando asi que Ochako explorara el terreno con la mirada, un montón de contenedores vacíos seguramente y chatarra por todos lados, volvió a mirar a Issei. — Peleemos.

Ochako tomó una bocanada de aire y se mentalizó, tenía que ser fuerte, tenía que derrotar a su acosador, tenía que hacerlo, por  Bakugou y por ella, y daría su 100% en esa pelea, incluso si eso implicaba la muerte.

La castaña se puso en posición, volvió a respirar profundamente y comenzó a correr en dirección a su oponente, su corazón golpeaba su pecho con frenesí y adrenalina, sólo quería darle un puñetazo y acabar con todo esto, pero sabía que Issei no se la iba a poner tan fácil.

Issei hizo un barrido con su brazo y pasó a llevar a la chica, quien se aferró al quirk con poco éxito, sólo llevó a que la chica volara y se golpeara de espaldas contra el metal de un contenedor. Aquello hizo que Katsuki, quien contemplaba la situación, volviera a retorcerse tratando de soltarse del firme amarre, hacía chispear sus manos y hasta rugía, pero nada funcionaba.

La chica cayó al suelo y se levantó rápido, no se iba a rendir tan fácil, pero ¿cómo lo iba a derrotar? Tenia que encontrar su punto débil, y cómo ya sabía, la mayoría de los quirks no duraban para siempre, así que decidió hacer que se cansase.

Ochako comenzó a correr rodeando a Issei, quien sólo lanzaba manotazos levantando nubes de polvo y haciendo saltar un montón de chatarra hacia todos lados, todo era un desastre dentro del galpón. Habían pasado un buen rato hasta que la chica jadeante se escondió detrás de un montón de basura, su contrincante aún no se cansaba y sabia perfectamente que no podía seguir así, tenía que pensar en algo más.

Pensó, pensó y pensó, hasta que recordó la táctica que habia hecho el dia que había peleado con Bakugou en U.A, ¿serviría aquello en esta situación? Definitivamente era algo complicado, puesto que las piezas que se hallaban en el lugar eran notablemente más grandes que los escombros de la pista de batalla de aquel día.

Soltó un suspiro, era su única opción.

Ochako salió de su escondite tocando con ambas manos todo lo que estaba a su alcance, contenedores, basura, chatarra, neumáticos de camión, fierros, etc, y continuó corriendo alrededor de su enemigo esquivando como podía aquellos manotazos que daba.

— ¿Enserio crees que haciendo flotar un par de cositas me vas a derrotar, querida? — rió el hombre jactándose de la situación — Eres patética.

Katsuki quien miraba atento la situación intentaba descifrar que carajos estaba haciendo la castaña, hasta que derepente lo entendió, la pelea... su pelea, ella estaba haciendo lo mismo, no podía ser, esto no podía estar pasando, si ella lograba su cometido lo más seguro es que no sobreviviría para contarlo. Comenzó a rugir y a retorcerse de nuevo, y por primera vez rogó para que de alguna manera Deku oyera su plegaria y viniera es búsqueda de Ochako.

Issei volvió a lanzar un manotazo pero esta vez agarró una de las piernas de la chica haciendo que esta perdiera el equilibro, cayó de forma pesada contra el suelo y la arrastró hasta quedar bajo de él, haciendo que la chica se raspara brazos y espalda con lo terroso del suelo.

Ochako estaba aterrorizada, definitivamente no se esperaba aquello pero estaba posicionada en el lugar perfecto, era el momento y al igual que Katsuki lo sabía. Se volteó y miró a su amado, él la miraba con los ojos llorosos y se sintió feliz de haberlo visto llorar siquiera una vez en su vida, esbozó una sonrisa y dijo sin voz, para que él leyera sus labios "Te amo". Él lo entendio.

A continuación la chica procedió a juntar sus manos soltando así la carga que llevaba acumulando de hace un rato, cayendo sobre Issei y ella, sin siquiera dejar que él reaccionara, o que ella pudiera escapar.

Bakugou se volvió a estremecerse y gritar desolado, también dejó que de sus ojos brotaran un par de lágrimas. Todo había acabado, había perdido a su Carita de Ángel para siempre. Continuó rugiendo.

Minutos después llegó Deku y Todoroki.

Ya era demasiado tarde.

Eres mi Héroe. || Kacchako Donde viven las historias. Descúbrelo ahora