El estómago de Ochako estaba revuelto, pero aquello era lo que menos le importaba, sus brazos se encontraban al rededor del muscular torso de Shindo. Nunca se había subido a una motocicleta antes y aquello le emocionaba, su cabello despeinado por el viento y la sensación de libertad era algo completamente nuevo, al parecer necesitaba ese viaje en moto. Al fin llegaron al departamento de Bakugou y ella se bajó algo decepcionada, le hubiese gustado que el viaje hubiese sido un poquito más largo.
- De verdad muchas gracias, Shindo - dijo ella jadeando mientras se acomodaba las bolsas en los antebrazos - No sé cómo agradecerte.
- No te preocupes - dijo él sin quitarse el casco, de la mochila que traía sacó un trozo de papel, un lápiz de tinta y escribió en el una serie de números, para luego extendérselo a la chica que lo miraba confundida - Sí cualquier otro día necesitas un Uber, sólo llámame.
Le guiñó un ojo y antes de que ella pudiera despedirse el chico aceleró haciendo que la motocicleta emitiera un rugido que resonó por toda la calle. Ochako sólo se encogió de hombros y subió al departamento lo más rápido que pudo.
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Katsuki entró al departamento y se quitó los zapatos, estiró sus pies y se dirigió a la cocina de dónde provenía un aroma exquisito, se topó con la sorpresa de que la castaña se hallaba cocinando y la abrazó por las espalda.
— ¿Qué haces, Cara Redonda? — preguntó él, enterrando su nariz en los cabellos color chocolate de la chica y aspirando su esencia vainilla.
Ella dió un salto e instantáneamente se relajó en los brazos de su amante, no lo había oído llegar y ahora su corazón latía a mil por hora por el pequeño susto que le había dado.
— ¡Me asustaste, Katsuki! — confesó ella entre risas mientras daba vuelta la sopa con un cucharón de madera, tenía buena pinta. — Uhm... ¿Cómo estuvo tu día?
— Hmpf, ni me lo preguntes — gruñó él alejándose de la chica para poder ver qué había en la olla — ¿Qué estás cocinando?
— Hago rámen, creí que te gustaría...
El chico movió levemente su cabello y besó su nuca dulcemente, las piernas de la chica se volvieron gelatina al sentir los labios del chico posándose sobre su cuello, se dió media vuelta y lo empujó suavemente con el cucharón.
— ¡V - vas a tener que esperar, Bakugou Katsuki, estoy cocinando! — sentenció ella con la voz temblorosa y el rostro enrojecido, intentando verse segura, él sólo sonrió levemente.
— ¡Oí! ¿Enserio sabes cocinar? — río él, burlesco.
Ella le dedicó una mirada asesina a la que el chico contestó elevando sus manos a la altura de su pecho.
— Okay Cara Redonda, cómo gustes.
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Los jóvenes habían acabado de cenar y Uraraka se había sentado en el cómodo sillón de la sala, Bakugou, quién aún se encontraba en la cocina, sacó un pack de cervezas heladas y se dirigió a la sala, para finalmente sentarse a su lado rodeando los hombros de la chica con un brazo. Ella acomodó su cabeza en el hombro del chico y se quedaron ahí en silencio mientras él destapaba dos de las bebidas alcohólicas. El le ofreció una y la chica iba a negar con la cabeza, pero no quería quedar mal con él, además nunca habían compartido un trago juntos a pesar de que abajo del departamento estaba el bar donde ella solía trabajar.
— ¿No tienes que ir a trabajar mañana? — dijo ella insegura, dudando si debía tomar la botella o no.
— Meh, ¿esa mierda que importa? — gruñó él bebiendo el contenido de una de las botellas como si nada.
Ella simplemente elevó sus hombros y lo siguió.
Se bebieron las seis cervezas sin siquiera notarlo y en ambos comenzaban a surtir efecto del alcohol en el cuerpo. Ochako reía mientras recordaban hechos que habían ocurrido mientras ambos se encontraban asistiendo a U.A, Bakugou simplemente la observaba tratando de no esbozar siquiera un rastro de sonrisa en sus delegados labios, mientras acariciaba la nuca de la chica. Se veía tan alegre y jovial, sus mejillas se habían enrojecido aún más gracias al alcohol y él sólo quería comerle la boca a salvajes besos, pero no quería interrumpirla, menos ahora que se le veía tan tranquila. La chica dejó de reírse y se le quedó mirando un segundo ¿Como un chico tan guapo podía estar con ella?¿Quizás todo esto era un sueño? Miles de pensamientos de ese tipo se le vinieron a la cabeza, los cuales logró apaciguar enterrando su nariz en el cuello del chico ahora nervioso, respiró profundamente rellenando sus pulmones de la dulce pero masculina esencia del rubio, no quería salir nunca de ahí. Plantó un pequeño besó en el cuello de Katsuki, y él sólo tembló, aquello le había tomado por sorpresa y ahora sentía como su rostro se ponía colorado nuevamente. La castaña volvió a dar otro sorbo a la lata casi vacía y la lanzó con gracia hacia el basurero intentando encestar sin éxito, metió las manos en los bolsillos del abrigo y en uno de ellos alcanzó un pequeño papel arrugado que daba vueltas dentro de este, con las puntas de los dedos, lo más cuidadosa que pudo ser, lo abrió y pudo divisar una serie de números que no comprendió. Bakugou se inclinó sobre ella con cautela y le arrancó el papel de las manos antes de que siquiera lo notará, era rápido. El rubio posó su mirada sobre la serie de números y luego sobre el nombre que se hallaba sobre estos, "Yo Shindo". Giró su cabeza en dirección a la chica sin entender de qué se trataba aquel trozo de papel, demandaba una explicación con sus ojos rojizos, hasta se le había quitado un poco el efecto que el alcohol le había proporcionado.
— ¿Y - y esto? — preguntó el chico, quién apenas pudo articular la pregunta, mientras intercalaba la mirada entre Uraraka y el pequeño trozo de papel — ¿Quién es "Yo Shindo".
Ella lo miró por unos segundos y sólo atinó a negar con la cabeza e intentar quitarle el papel sin éxito alguno, en ese estado le sería imposible. Tragó saliva y se reincorporó en el sofá tratando de crear una excusa creíble, pero nada, sólo decidió contarle la verdad, pues el merecía saber la verdad. La había llevado a vivir con él sin tener que pagar un peso, la protegió, se había preocupado de ella en todas las formas posibles ¿Y qué carajos había hecho ella por él? Sólo meterlo en problemas y dejar su vida de cabeza, ella no lo merecía.
Dirigió su mirada nuevamente a Bakugou quién parecía que iba a explotar y le contó lo sucedido.
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Eres mi Héroe. || Kacchako
FanficKatsuki lleva una vida aburrida. Ochako es una chica con muchos problemas. Cosas del destino hacen que vuelvan a reencontrarse y a llevarse mejor de lo que esperaban... Aunque ninguno de los dos sabían el peligro que conllevaría tener un admirador s...