Eres mi Héroe. || Kacchako

Negocios

Voy a poner una ALERTA DE NSFW aquí mismito, por que se que les gusta el porn y me quiero disculpar por desaparecer, los amo y feliz lectura :^(

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Amaya salió del restaurant con algo más que decir para defender su orgullo y dignidad cuando vió que la pareja feliz se alejaba tomada de la mano. Enterró sus uñas en sus propias manos mientras las empuñaba sin importarle el dolor que esto le causaba y soltó un bufido ahogado que hizo que la cara se le pusiera toda colorada. Caminó hasta un pequeño y húmedo pasaje junto al local y se escondió para que nadie la vieran llorar de rabia ¿por qué rayos Katsuki Bakugou la continuaba rechazando incontables veces?¿por qué prefería a esa pequeña gorda sin gracia y carisma?

— ¡Esto no se puede quedar esa! — gruñó en voz alta golpeando la pared con uno de sus puños, pasándose a llevar una uña la cual se quebró al instante — ¡GRRRR!

— Quizás yo pueda ayudarte...

Una voz algo grave y suave como la seda se oyó en la oscuridad y la hizo temblar, aquella situación era escalofriante, pero intrigante.

— U-uh... ¡q-quien anda ahí! — se irguió y tomó una bocanada de aire, su quirk consistía en aliento adormecedor.

Una sombra alta y delgada de escabulló desde las sombras dejando ver unos brillantes ojos azules que la miraban juguetones y maliciosos, era Issei.

— Vi lo que ocurrió... — dijo acercándose como un depredador acecha a su presa incauta y torpe que se tropezaba con los largos tacones que la sostenían — Te humillaron, linda, te hicieron sentir que no lo valías...

Elevó su mano y acarició su mentón.

— ¿Qué chico no querría estar con una señorita tan bella como tú?

— T-tienes razón, ¡cualquiera querría estar conmigo! — dijo ella soltando el aire que contenía en sus pulmores y dejando que Issei se metiera en su cabeza, era muy manipulable, incluso si ella creía lo contrario.

— Claro, preciosa — se puso frente a ella y extendió su extensa y pálida mano — ¿Te parece si hacemos un negocio?

Ella entendía perfectamente a que se refería. Amaya miró la mano del chico, volteó a mirar a la pareja, y se volvió a girar. No lo dudó ni un segundo más antes de estrechar con fuerza su pequeña mano contra la de él.

— Hecho.

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Ochako y Katsuki llegaron riendo y jugando a los empujones hasta la puerta del departamento, aquella cita no se había estropeado del todo, y la chica se sentía aliviada por ello, después de todo, casi la había arruinado humillando a esa chica. Se sentía un poco mal por ella, aquel gesto había sido un poco innecesario, además de que había demostrado abiertamente los celos que sentía, ella no era así.

Ella le dió un empujón al rubio y el dejó las bolsas del McDonald's que traían en el suelo para tomarla en brazos y lanzarla sobre el sillón con fuerza, pero no la suficiente para hacerle daño.

Ella reía a carcajadas hasta que Bakugou se lanzó sobre ella besando su cuello, sabía perfectamente que ese era uno de sus puntos debiles.

Inclinó un cabeza levemente dando paso al chico y su boca inquieta que saboraba el suave cuello de la chica, la cual comenzaba a entusiasmarse de a poco.

— Katsuki... — gimió ella acariciando su cabello y haciendo que un bulto comenzara a notarse en los pantalones de Bakugou.

El tomó su rostro y presionó su dedo indice sobre sus pequeños y carnosos labios.

— Lame.

Ella obediente abrió la boca y comenzó a lamer el dedo del chico de forma lasciva, amaba verta tan sumisa e indefensa, aquello lo prendía cada vez más.

Continuó besando el cuello de Ochako mientras con una mano exploraba su cuerpo que aún vestía ese atuendo que la hacía ver tan hermosa y sexy... Tenía que quitarselo en cuento antes. Deslizó su intrépida mano por debajo del vestido y con su tacto pudo sentir sus bragas, las cuales bajó lentamente y al quitarselas, no dudó ni un segundo en masajear la húmeda zona de la chica.

La castaña soltó un gemido cuando sintió los dedos del joven masajeandola y luego introduciéndose en ella, y soltó un gemido más grande cuando pudo sentir la lengua de su amante probar toda su feminidad, aquella era la sensación más deliciosa que jamás había sentido.

La saboreó hasta que la hizo acabar y subió a besarla, ella sólo jadeó con una sonrisa en sus labios deseosos de más, con sus pequeñas manos y con cuidado de no hacerlo flotar, desabrochó la camisa del chico dejando su muscular pecho al aire, y luego desabrochó sus pantalones de los cuales se asomó el erecto miembro del chico. Se relamió los labios al verlo.

Por su parte él hacía lo mismo, le quitó el vestido de un tirón, dejándola con su juego de ropa interior de encaje a la vista.

— Parece que ya tenías previsto esto para el final de nuestra cita, ¿huh?

— Ya cállate... — dijo ella acercándolo para continuar besando al rubio, él se dejó querer.

El la tomó y bruscamente la dió vuelta, dejandola con la cabeza apoyada en el respaldo y el trasero levantado.

Katsuki contempló la escena que tenía frente a él, y no podía esperar a hacer suya a la chica. Tomó su miembro y comenzó a rozarlo suavemente contra las panties de la chica hasta que no se contuvo y las bajó de un tirón. Se introdujo lentamente en la entrepierna de la chica que yacía bien húmeda y de a poco comenzó a tomar velocidad. La agarró de las caderas y se introdujo hasta lo más profundo de ella haciéndola gemir y gritar, agarrándola del cabello... Le encantaba tenerla así.

La chica comenzó a estremecerse y aquello le indicaba al chico que había acabado. Un par de minutos después el también acabó derramando toda su semilla en su interior.

Se recostaron en el sillón jadeando, aquello había sido intenso. Katsuki rodeó a la joven con su brazo y besó su frente, con ese gesto ella se dió cuenta de que era feliz justo donde estaba y sin pensar antes de hablar dijo:

— Quiero estar a tu lado siempre, Katsuki...

Se quedaron en silencio, Bakugou se enrojeció por completo y se tensó.

— Creo que "siempre" es un muy laaaaargo tiempo, no sé si pueda soportarte...

— ¡OYE! — gruñó ella y con el pie lo empujó haciendo que este se cayera del sillón.

— ¡PERO SI SÓLO ERA UNA BROMA, IDIOTA!

La agarró del brazo y la atrajo hacia él haciéndola caer sobre su cuerpo, se quedaron ahí riéndose de la situación.

Ambos se querían quedar ahí para siempre.

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¡Hola, hola! Vengo a expresar mis más sinceras disculpas ante mi desaparición, y la verdad fue por falta de motivación que tuve durante el año, DE TODOS MODOS planeo terminarla, ya la tengo organizada hasta el final, así que tengan paciencia.

Y GRACIAS A TODOS POR LEER "ERES MI HÉROE" Y SEGUIR LEYÉNDOLA HASTA EL DÍA DE HOY, LOS QUIERO MUXO.