Ochako caminaba descalza de un lado al otro en el inmaculado pasillo del hospital, nerviosa jugueteaba con el borde de su vestido, mientras que el resto se hayaban sentados en la sala de espera expectantes a la salida de Ashido. Su mente se encontraba revuelta, es decir, Issei había escapado pero pareciera que a nadie más le importaba y aquello la hacía sentir bastante frustrada. Una voz rasposa hizo que se quedara quieta.
— ¡Oi, ya quédate quieta de una vez! — gruñó Bakugou regañándola casi como si fuera una niña pequeña.
— ¿Es una broma? — apretó sus puños y se acercó haciendo sonar la planta de sus pies contra la cerámica, e inclinándose sobre el rubio dijo — Ese psicópata se acaba de escapar, ¿y nos quedaremos sin hacer nada?
El chico explosivo se quedó mirándola a los ojos desafiante, algo debía hacer para calmarla y no podía utilizar la violencia, osea, de que podía... Podía, pero no lo haría en aquel hospital, además el jamás le haría daño a aquella chica de ojos café que tanto le encantaba. Ella no se dio por vencida, y continuó sosteniendo la mirada con la del chico. La tensión fue cortada por Kirishima.
— ¡Chicos, chicos... Cálmense! — intentaba apaciguar la situación el pelirrojo entre risas nerviosas — No hay mucho que hacer, Uraraka, primero deberiamos esperar a que Mina salga de aquí... — la calmó poniendo una de sus manos sobre el hombro de la chica.
Ochako lo miró a los ojos durante unos segundo con el ceño fruncido hasta que lo relajó, y Kirishima pudo observar un auténtico terror en su mirada. Ella tenía miedo. Tenía miedo de lo que le pudiera ocurrir, o de lo que le pudiera ocurrir a sus amigos. A Bakugou. Los músculos de la chica se distendieron y comenzó a alejarse en dirección a una máquina expendedora.
El rubio la siguió con la mirada hasta desaparecer al final del pasillo. Suspiró y se cruzó de brazos con frustración, ¿esa idiota realmente pensaba qué el dejaría que le hicieran daño? ¿Acaso no entendía lo importante que era ella para él? Enterró su rostro entre sus manos soltando un suspiro, ¿qué debía hacer?
—————
Ochako peleaba con la máquina expendedora para que le devolviera su dinero, puesto que su comida se había quedado atorada al interior de esta. La golpeaba con ambas manos pero nada sucedía, había perdido las únicas monedas que le quedaban. Gruñó y se cruzó de manera infantil.
— Qué injusto — susurró ella para si misma, caminando en dirección contraria a la máquina.
Un estruendo la sacó de sus pensamientos e hizo que se diera media vuelta. Pudo ver como Kaminari le extendía la bolsa de papitas que tanto anhelaba, le sonrió y se la arrebató de la mano.
— ¡Denki, muchas gracias! — dijo ella, abriendo la bolsa de un tirón. — Por un momento pensé que perdería mi dinero.
— No hay de qué, Ochako — contestó él, con una sutil sonrisa en sus labios. Comenzaron a caminar en camino a la sala de espera. — Oye... Vi tu momento de tensión con Bakugou, ¿te encuentras bien?
Aquella pregunta le tomó por sorpresa, y sintió vergüenza, no pensó que los demás habían oído el pequeño argumento.
— S-si... Disculpa. — dijo despacio, con las mejillas levemente enrojecidas.
— No, no te disculpes — negó con la cabeza él — No está mal que estés preocupada, yo también lo estoy... Y creo que los demás también.
— Al parecer Bakugou no — dijo para ella misma algo molesta, ese chico la iba a volver loca.
Continuaron caminando hasta llegar a la sala de espera, Kaminari le señaló una banca al otro lado de la sala y se dirigieron hasta ahí, mientras conversaban sobre distintos temas.
Desde la distancia Bakugou observaba con el ceño levemente fruncido a Uraraka conversar y reír animosamente junto al chico eléctrico, compartían una bolsa de papitas.
— Tch, puto Pikachu — gruñía él para si mismo, no le agradaba para nada ver a su chica conversar con esa cercanía con otro hombre, y jamás le iba a agradar, los celos comenzaban a apoderarse de él.
Tomó su celular y comenzó a textear a Ochako.
"¡Oi, estúpida!" escribió él esperando a que ella contestara a los segundos, elevó su mirada y pudo divisar a la chica revisando el celular e instantáneamente dejándolo sobre la banca, ignorando el mensaje.
Bakugou apretó los puños y volvió a textear.
"¡¿ME ESTÁS IGNORANDO?!" escribió enfurecido él, dando nuevamente un vistazo en dirección a la chica, que esta vez levantaba el celular para contestar el mensaje. "¿Qué quieres, Katsuki?", escribió cortante la chica castaña, quien continuaba conversando junto a Kaminari, "¿Qué haces conversando con el Pikachu deforme ese?" volvió a escribir él furioso al ver cómo el chico pasaba su brazo por detrás de la banca, como si envolviera a la chica con este.
Sus manos chispeaban con cólera, no soportaba ver aquella situación, ella era suya y de nadie más... ¡y ella debía saberlo mejor que nadie! Uraraka vio el mensaje y soltó una risita al leer el creativo sobrenombre que el rubio había escrito, lo miró de reojo y se arrimó un poco más al chico rubio con el rayo negro en el cabello, quien la miró confundido. Bakugou se sobresaltó y apretó los dientes dejándolos a la vista, con una expresión que asustaría hasta al gran All Might.
Bakugou estaba celoso y la chica castaña lo sabía muy bien, iba a disfrutar cada segundo de este momento, cruzaron miradas y ella cerró uno de sus ojos. Otro mensaje hizo su celular vibrar "¡¿SÓLO ME ESTAS JODIENDO NO ES ASÍ, TE GUSTA JUGAR CONMIGO, PEQUEÑA DESGRACIADA?!"
Ella rió lo suficientemente fuerte para que su risa resonara en la sala y le dijo algo a Kaminari que Bakugou no entendió, la chica se levantó tocando su hombro y camino en dirección al chico explosivo, para luego sentarse a su lado. "Eres muy exagerado, ¿sabías eso?" escribió Uraraka con una sonrisa escondida tras sus labios, él sin mirarla contestó: "Y tú eres mía, ¿sabías eso?". El corazón de Uraraka se estremeció, quizás con aquella frase sonaba posesivo pero ella sabía que las intenciones de aquel chico no eran malas, en el fondo de su corazón ella sabía que él necesitaba a quien amar, incluso si el lo negaba rotundamente. Puso su mano sobre la de él y a pesar de que sintió algo de tensión sobre esta él no la retiró, y en vez de eso, entrelazó sus dedos con los de la pequeña mano de la chica, esquivando la mirada de esta y cubriendo su rostro con la mano que tenía libre.
El celular de Ochako volvió a vibrar y miró en dirección a Bakugou, para ver si él era quien le había escrito nuevamente, pero sus celular no se encontraba a la vista. Giró la vista y leyó el mensaje de un número del cual no esperaba un mensaje, Issei.
"Este no es el fin".
———————————————
Perdón por haberme demorado tanto en escribir este capítulo, estoy comenzando la época de exámenes en la universidad y no me he preocupado de avanzar el Fanfic, realmente lo siento... Trataré de que no pase de nuevo ;;
ESTÁS LEYENDO
Eres mi Héroe. || Kacchako
FanfictionKatsuki lleva una vida aburrida. Ochako es una chica con muchos problemas. Cosas del destino hacen que vuelvan a reencontrarse y a llevarse mejor de lo que esperaban... Aunque ninguno de los dos sabían el peligro que conllevaría tener un admirador s...