Eres mi Héroe. || Kacchako

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Bakugou acababa de estacionar el auto, apagó el motor y apoyó la frente sobre el manubrio del vehículo, soltó un suspiro de exasperación, no creía lo que estaba apunto de hacer. Saco un papel de su bolsillo, y miró a su alrededor buscando un cartel que comprobara que aquella era la calle correcta hasta que lo encontró, se bajó del auto. Frente a él se hallaba una gran casa moderna, se notaba que la gente que vivía ahí era adinerada. Después de un par de minutos de contemplar la casa se acercó con los dientes apretados y tocó el timbre una vez. La espera se le hizo eterna hasta que alguien abrió la gran puerta.

- ¡¿Kacchan?!

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Las chicas ya se habían ido del departamento, dejando a Ochako algo borracha pero feliz, miró la hora y se fijó que ya era tarde, ¡Bakugou estaría por llegar y ella estaba en ese estado, además no le había preparado nada para comer! Queria sorprenderlo con la cena pero lo había olvidado por completo. Avanzó hasta el refrigerador apoyándose en las paredes para no caerse, puesto que todo le daba vueltas, y lo revisó.

- Ugh... Esta cosa está vacía... ¿Qué voy a hacer? - se lamentó la chica con voz temblorosa.

Se puso la mano sobre la frente y se dió unos golpecitos como si eso le fuera a despegar las ideas y luego recordó que un par de cuadras más allá se encontraba un supermercado, sabía que Bakugou no le permitía salir bajo ninguna circunstancia, pero él no tenía porque enterarse. Se dirigió hasta la habitación y en su maleta buscó el dinero de sus ahorros, lo mínimo que podía hacer era pagar la comida. Se lavó la cara, se abrigó y salió.

Cuando llegó al supermercado comenzó a buscar todos los ingredientes que necesitaba para una sopa ramen, de forma frenética, no quería que el chico llegara y viera que era una holgazana borrachita que se aprovecharía de la estadía para hacer absolutamente nada, aquel pensamiento pesimistas la angustió de sobremanera y se dirigió a las profundidades del local para recolectar todos los ingredientes. Pasó un rato hasta que encontró casi todos los ingredientes, sólo le faltaba una col "Pak Choi" la cual pudo divisar bien arriba del estante de verduras, se acercó y se inclinó sobre este intentando alcanzar la verdura, aquello hizo que su estómago se revolviera un poco y desistiera de la acción.

- Uhm, ¿necesitas ayuda? - dijo una voz grave y más masculina tras ella, miró por sobre su hombro con el rabillo del ojo.

Tras ella se hallaba un joven alto de cabello oscuro y revuelto, y ojos igual de negros. Le pareció lindo por un instante.

- Sí, gracias. - respondió ella algo fría mientras el alcanzaba la verdura y se la entregaba en sus manos.

- Oye, estoy casi seguro de que te he visto en algún lado... - dijo él rascándose la barbilla y escaneando el rostro de la chica.

- Oh no, ¿Así es como le coqueteas a las chicas? - dijo ella metiendo la col en el carro de supermercado y mirando al chico con cierta desconfianza.

- ¡¿Qué?! No no, disculpa si te dí esa impresión - rió el nervioso con el rostro levemente rojo, se sentía un idiota, después de todo quizás se había equivocado de persona - Y-yo soy Yo Shindo.

Extendió su mano y después de unos segundos ella le correspondió, sin darse cuenta de que había activado su quirk con él, rápidamente lo canceló juntando sus manos y se disculpó agachando su cabeza.

- Disculpa, yo soy Ochako Uraraka. - dijo ella apenada.

- ¡Si, ya te recuerdo! ¿Solías asistir a U.A, no es así? - sonrió de oreja a oreja y prosiguió - yo solía ir a la Academia Ketsubutsu, recuerdo haberte visto en el exámen provisional de héroes.