El corazón les latía con desesperación, como si fuese uno sólo . Uraraka cerró los ojos acercándose al rubio mientras él hacía lo mismo, la mano libre de Uraraka temblaba y sudaba mientras apretaba el borde de la camisa que llevaba puesta, sentía que el corazón le iba a explotar.
Sintió como la respiración de Bakugou chocaba con la de ella y no quería que ese momento se acabara jamás.
De repente el celular de la chica comenzó a sonar, asustando a ambos jóvenes quienes se echaron hacia atrás. Bakugou estuvo a punto de tomar el maldito celular y lanzarlo por la ventana, pero la chica fue más rápida y salió al balcón a contestar la llamada.
- ¿H-hola, papá? - dijo aún nerviosa por el tenso momento ocurrido segundos antes, tragó saliva - ¿Qué tal todo?
Se oyó desde el balcón como la chica castaña conversaba, Bakugou continuaba sentado en el sillón intentando procesar lo sucedido, ¿Estuvo a punto de besar a Uraraka? Por supuesto, eso quería, eso deseaba con todas su fuerzas, aún lo hacía. Se llevó la mano al cuello y lo sobó sintiendo la hinchazón con las yemas de sus dedos, supo que estaría dispuesto a hacer lo que fuera para proteger a esa idiota, frunció el ceño ¿cuando se había vuelto tan cursi? Se levantó y se dirigió por el pasillo para observar sus fotografías, sin antes pasar por fuera de la puerta corrediza que daba al balcón y contemplar a la chica castaña un par de segundos, esbozando una sonrisa muy sutil sobre sus labios.
Uraraka se apoyó contra la baranda del balcón mientras acababa de conversar con su padre, quien le había informado que su madre seguía mejorando día a día, eso la alegró. Cortó la llamada y miró la hora, luego dirigió su mirada a hasta la fecha, algo le recordaba... ¡Claro, esa noche tenía una cita con Issei!
Al instante se sintió nerviosa, habían pasado un par de minutos de su momento con Bakugou y ahora recordaba que tendría una cita con otro chico, se sentía como una mala mujer, tenía que contarle.
Entró a la sala llena de valor para contarle a Bakugou sobre que esa noche tenía planeada una cita con su rival, pero cuando dirigió su vista hacia el sillón el ya no se hallaba ahí.
El rubio se acercó por detrás y la tomó del brazo dándola vuelta, asustándola.
- ¡Kacchan... Me asus...!
- Cállate.
La interrumpió él para acto seguido, acorralarla contra la pared y presionar sus labios contra los de ella, atacando su boca con ferocidad.
A Uraraka le costó un par de segundos comprender la situación, miró a al rubio quien la sostenía por los hombros, devorando sus labios con pasión a ojos cerrados. Había esperado ese momento durante toda su estadía en U.A y ahora estaba sucediendo. Apretó los ojos cruzando sus brazos por detrás del cuello del chico y se presionó contra él, mientras los besos se intensificaban lentamente a la par que el rubio posaba sus manos sobre la cintura de la chica. Bakugou comenzó a besar sus mejillas las cuales habían enrojecido por el calor del momento, bajando hasta su cuello donde le dio una suave mordida.
- ¡Ah, K-Kacchan! - gimió Uraraka instintivamente, cubriéndose su pequeña boca al instante luego de entender lo que había dicho.
Bakugou se separó de ella un momento observándola con el rostro enrojecido y frunció el ceño.
- Maldita sea, Cara de Ángel, deja de arruinar el momento - gruñó volviendo a acorralarla entre sus brazos.
- L-Lo siento, Kacchan - murmuró ella apenada, aún con el rostro enrojecido y bajando su vista, lo alejó empujando sus manos contra su pecho. - Yo... Debo decirte algo...
- ¿Huh?
- H-Hoy iré a una cita con Issei... - murmuró la chica con la voz temblorosa, esperando a la explosiva reacción de el chico.
Bakugou fijó su mirada en los grandes ojos de Uraraka que habían desviado la vista y apretó los dientes, la idea no le gustaba para nada, quería hacer explotar al maldito imbécil que quería quitarle a su chica. Respiró profundamente intentando calmarse, obviamente no iba a desquitarse con la chica, por lo que sólo se alejó de ella.
Uraraka pudo sentir como el calor de Bakugou se alejaba e intentó remediar la situación.
- B-Bakugou... - volvió a tartamudear ella.
- ¿Hm?
- Y-Yo... Bueno... Hm... - comenzó a balbucear la castaña bajando la vista, jamás había dicho algo como lo que estaba apunto de decir.
- ¡Vamos, Cara de Ángel, escúpelo! - la apresuró el rubio volviendo a acercarse a ella, observando como tímidamente ella jugueteaba con sus dedos.
- Y-yo... - su rostro se comenzó a poner de color carmesí y sentía que su corazón se saldría de su pecho, "Vamos Ochako, esperaste esto por tanto tiempo..." se repetía Uraraka en su mente, trago saliva, elevó su vista con coraje y finalmente dijo: - Kacchan, siempre he estado enamorada de ti.
- ¿Huh? - se sorprendió él, no había visto eso venir. Su rostro comenzaba a sentirse más cálido.
- Desde la academia... Siempre te admiré, quería ser fuerte como tú, quería impresionarte... El día de nuestra pelea en el festival de deportes me sentí algo asustada, pero a la vez honrada de poder luchar contra ti, quería dar lo mejor de mi y no sabes...
Bakugou golpeó la pared, haciéndola callar. Todo se quedó en silencio un par de segundos, mientras se miraban a los ojos intensamente. El corazón del rubio latía rápidamente y en su estómago sentía cosquillas, Uraraka acababa de declararsele y no sabía que decir. Inclinó su cabeza hacia ella apoyándo la frente sobre su hombro.
- Y si que me impresionaste, idiota. - murmuró riendo suavemente, una risa que enterneció a Uraraka e hizo su corazón estremecer - Eres... Genial.
Movió su nariz hasta el cabello de la chica castaña e inhaló llenando sus pulmones de la dulce esencia que emanaba de Uraraka.
Ochako sintió un escalofrío recorrer su espalda y llevó sus manos a los hombros de Bakugou, empujándolo suavemente.
- Terminaré lo que sea que tengo con Issei, esta noche. - dijo ella determinada, con esa chispa que tanto le gustaba al chico explosivo en sus ojos.
Él sonrió dejando ver sus colmillos y la tomó en brazos con rapidez, dando pequeños besos en sus labios y cuello, ella reía por las cosquillas de estos y por la misma reacción del chico, si alguien le hubiera dicho que en algún momento lo vería en ese estado, se habría reído en su cara. La última afirmación de la Cara Redonda lo había echo el hombre más feliz de la tierra, y no lo iba a esconder.
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Eres mi Héroe. || Kacchako
FanfictionKatsuki lleva una vida aburrida. Ochako es una chica con muchos problemas. Cosas del destino hacen que vuelvan a reencontrarse y a llevarse mejor de lo que esperaban... Aunque ninguno de los dos sabían el peligro que conllevaría tener un admirador s...