Capitulo 2: ¿Angélica?

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Llegué a mi casa y encontré la cena recién hecha por mi madre, había hecho unos ricos panqueques con crema y dulce de leche.

-¿Cómo te fue hoy?

-Bien, creo -me lavé las manos, las cuales tenia todas sucias.

-Veo que no te fue bien.

-No, es que...es complicado.

-Los se, Ansel. Ya te he dicho que eres muy joven todavía para trabajar -gracias por la confianza, mamá. -a mi no me engañas, sé por que quieres trabajar tan duro y tener tu dinero.

-Siempre es lo mismo, es mi vida, mis decisiones y si quiero trabajar allí, lo haré -mi madre bajo la vista a su plato y la note triste, así que decidí cambiar de tema. -¿qué has hecho hoy?

Pasaron unos minutos para que respondiera ya que se veía muy concentrada observando y jugando con un hilo que le salía por su saco.
-Cocinar, leer, limpiar... -agarro uno de sus panqueques, le puso una cucharada de crema y se lo comió. -también recibí un llamado proveniente de Londres.

Mi mente se puso en blanco, no caía en el simple hecho de que quizás...quien sabe, Angélica...no, no.

-¿Ah, si?

-Si, y era para ti.

-¿Angélica? ¿Qué quería?

-Dijo que su viaje a Nottingham iba genial, que te extrañaba mucho y que volvería en unos meses.

-¿Sólo eso? ¿No pidió hablar conmigo?

-Si, pero estabas en el trabajo -mi rostro se fue decayendo, mi comida ya no tenia gusto a comida y mi vista se fué directo al suelo. -vamos, vé a dormir. - «¿Dormir? Claro, con la noticia que me acabas de dar»

-Creo que no podré superar esto.

-¿Qué cosa?

-Mamá le confesé -¿Voy a poder? Quiero decir, desde que papá se fué siento como si tuviera la responsabilidad de todo, a penas nos alcanza con el dinero de su pención y si no consigo el trabajo... -calle al notar que mi madre no decía una palabra -no quiero desilusionarte.

-No lo haces hijo, puede ser que cargues con esta responsabilidad pero tu eres el nuevo hombre de la casa ya hace dos años. Yo estaré para ti siempre, en cuanto al  trabajo, llame a la oficina de la aseguradora y pronto me confirmaran si puedo volver a trabajar ahí.

-Mamá no -le ordene- ¿Estas loca mujer? En este último año sufriste dos infartos del stress, no quiero un tercero.

-Hey, ya estoy mejor, no quiero que te preocupes por mi y dejes tu vida a un lado, no seas tonto -se levanto de la mesa y recogió los platos sucios  y no dude en ayudarla -¿Por qué no sales de fiesta con Elliot? Hace mucho que no se ven. -Elliot era mi amigo de la Universidad, no lo veo hace ya tres meses y quizás se enfado conmigo. -ve a dormir -me dio un ultimo beso y fui a mi habitación.

Tomé mi celular y marqué el numero de Elliot, iba a llamarlo peto preferi mandarle un mensaje.

¡Hola! ¿Cómo estás? Soy Ansel de la Universidad, quería saber como estabas con los estudios y tu vida... ¿Qué hay de Caroline? Nos vemos

Caroline era una de mis amigas de Universidad, recuerdo que Angélica se ponia celosa de ella y yo intentaba explicarle que no pasaba más que solo una relación de amistad, aunque yo sabía que Caroline buscaba algo más. Ella era muy bonita, pelirroja y de ojos verdes, carácter fuerte y amable a la vez, si no hubiera estado con Angélica creo que me habría fijado en ella.

Dí vueltas sobre mi cama unas veintiséis veces, imaginaba el rostro de Angélica y sus ojos... esos ojos que se entre cerraban cuando terminábamos de besarnos. Sus labios, su nariz, que aunque muchos digan que no es la típica nariz de una "modelo", a mi me encanta. Tiene ojos celestes con un contorno gris que hacen que entre en su mirada y saber que piensa. Era inútil, ya que nunca decía sus pensamientos pero igual así trataba de descifrarlo con cada movimiento que hacía, tomaba uno de sus dedos y con él le daba forma a un mechón de su cabello rubio. O incluso me miraba fijo con esos ojos claros como el cielo y una sonrisa pícara salía de su boca. En la vuelta número veintisiete me puse cómodo y pude dormir, aún así con el pensamiento en Angélica.

Capítulo corto! Pero ya entro a la historia una gran protagonista... Angélica. Ella y Ansel tuvieron una fuerte historia y en los prox capítulos se van a ir enterandooo

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Abrl-

Alessia, como vivir la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora