Alessia, como vivir la vida.

Capítulo 12: Aclaraciones.

*Relata Alessia*

Ya pasaron tres horas y Ansel no había llegado. Espero que no le haya pasado nada malo, hubiese sido bueno llamarlo pero no tenía su número así que llame a Liz.

-Llamada telefónica-

-Hola Liz

-Hola pequeña hippie rompecorazones, ¿Cómo va tu no cita?

-Mal -respondí -aún no vino.

-¡¿Que?! Pero ya pasó casi media hora, ¿Qué haces aún allí?

-Quizás se le hizo tarde, pero tengo que abrir la librería en unas horas -Le había pedido a uno de los que trabajaban en el lugar un café -¿Qué hago?

-No quiero que te sientas mal Al -suspiró -pero no va a venir. Soy de entender un poco de las citas y sé que no lo hará.

Lo que Liz no entendía es que eso ya lo sabía, sólo estaba preocupada por él. No conocía de hace mucho tiempo a Ansel pero no se veía de ese tipo de chicos que te dejan plantada en una cita o ¿me equivoque? Parece que se si.

-Bien me iré -me levanté de la mesa, pagué el café y salí del lugar. Cuanto más rápido me vaya mejor me voy a sentir.

-Fin de la llamada-

16:48.

Llegué a la librería y me cambié la ropa allí, me deje el jean y las zapatillas pero debía sacarme esa espantosa remera. Encontré una algo suelta color crema y me la puse. En quince minutos debía abrir así que empecé a acomodar los estantes' mientras lo hacía pensaba. No en Ansel ni mucho menos sólo en mi vida, que caos que es. Nunca me gustó tener sólo un trabajo y hacer la rutina de todos los días pero parece que para todos ese es lo correcto. Para mi es aburrido.

Sólo bastan cinco minutos de tu tiempo para soñar toda una vida, y es lo que estaba haciendo. Imagínense siendo lo que en verdad quieren ser, yo por ejemplo, una escritora fracasada a la que nadie toma enserio. Imaginé mi vida diferente, mejor. Luego caí en la realidad.

*Relata Ansel*

Llegué lo más rápido posible a Faricci's, recorrí cada una de las mesas pero Alessia ya no estaba ahí.

-¿Necesita algo? -me preguntó uno de los meseros.

-¿Ha visto a una chica de mi estatura un poco más baja de ojos verdes y pelo castaño? -él me miró confundido. -de seguro se vistia raro o llevaba algún libro en sima... Ella puede ser algo extraña.

-Atiendo a más de cincuenta personas por día, ¿Crees que me acordaré de una mujer así?

Tenía razón, me había vuelto un paranóico. Pero dónde la podía encontrar... en Grondlis lo dudo. Quizás había abierto su librería hoy. Fuí directo hacia allí con la esperanza de explicarle todo a Alessia.

Llegué a la librería, pude observar a Alessia concentrada y sumergida en el libro que estaba leyendo, llevaba puestos unos anteojos, me quedé observándola un buen rato ¿Qué pasaba conmigo? Angélica me ha roto el corazón' nopodría fijarme en alguien más... aunque seguir adelante no estaría mal. Basta de contradicciones Ansel. La seguía observando y aún no sentía mi presencia ahí.

-Te podrían robar fácilmente así -me burlé, ella me respondió con una sonrisa. -lo de hoy puedo explicarlo, pasaron miles de cosas y no pude...

-¿De qué hablas? -me miró confundida. -¿Por qué estas sudando?

Es que corrí para... para ver si ya te habías ido de Faricci's.

Ella se sorprendió. -¡Oh, el almuerzo! Se me olvidó -puso sus ojos en los míos, no se veía tan arrepentida. -lo siento.