Entré a la empresa, me encontraba de muy buen humor, una de las secretarias de ahí adentro me sonrió. Claro que yo le devolví el saludo pero no me sentí cómodo.
-Hola, no te había visto por aquí. –me dijo haciéndose la coqueta, la chica era rubia platinada con unos jeans ajustados y ojos miel.
-Soy nuevo –le dije. –o eso espero. –Ella rió, pero no era una de esas risas las cuales te las contagias y te mojas los pantalones hasta estar llorando. Era una risa totalmente falsa.
-Nos vemos –ella dejó un papel dentro de mi bolsillo.
Al entrar al cuarto James nos traía malas noticias.
-Lo siento, pero el señor Grondlis no pudo ver sus trabajos ya que está ocupado en Chicago. Pero para que no se amarguen decidí mostrarles la tabla de producción de este año –sacó una hoja de impresión –Llegamos a un récord, y necesito de su ayuda para hacer un informe del mismo.
-¿Debemos explicarlo en frente de todos los empresarios? –preguntó Carlos. Él debía tener unos veinticinco años, era el segundo más joven entre los siete.
-Exactamente –nos dio una planilla a cada uno –ahora escúchenme bien, Eder, tú te encargarás de las imágenes, el señor Lader y Esteban harán el resumen de lo evolucionado en el año, tranquilos, podrán ayudarse con los apuntes que les daré. –Paro de hablar por unos segundos y luego prosiguió. –Carlos y Ansel tendrán que entrevistar a los encargados de la administración de la empresa, pero sólo de la parte alta ¿Bien?
-Bien. –dijimos a la vez.
-David y John, ustedes contarán la cantidad de mercancía que entra por mes y harán un total de la cuenta. Si es posible, John, lleven afiches para guiarse.
Sañí de la empresa, John y David me caían realmente mal, si llegaba a conseguir el puesto haría una gran macumba para que no me toque con esos dos.
Por la calle encontré varias pinturas en el suelo, unas eran de muchos colores alegres y coloridos. Otros eran opacos, sin vida. Me llamaron la atención porque jamás había comprado uno. Luego la vi. Era una pintura hermosa, era de una mujer. Tenía la nariz en punta, ojos realmente verdes y grandes, su piel era pálida y escasa. Labios pequeños pero gruesos en la parte inferior. Eran rosados. Era sólo una pintura pero yo la veía diferente, la hubiera comprado pero al revisar mi billetera decidí esperar hasta tener el empleo y claro, dinero.
Seguí caminando y mi vista miraba hacia abajo, sentía la transpiración por mi cuerpo cuando una persona me choca…
-¿Tú otra vez? ...
*Relata Alessia*
Pasé toda la noche pensando en comida, quizás mi trauma de la infancia había vuelto pero en un sueño. Pasé toda la noche con miedo.
Me levanté con el sueño pesado, tomé una mermelada de durazno que espero no esté vencida y una tostada que me sobró del desayuno de ayer. Estaba mareada y con náuseas, hoy tendría miles de cosas por hacer. Tocaron el timbre, mordí un pedazo de mi tostada y abrí la puerta. Era mi madre, su estúpida cara arrugada me hizo levantar un poco el humor, pero igualmente no entendía que hacia aquí, en otras palabras ella me odia.
-Hola Car. –me dijo pasando sin ningún permiso.
-No me digas así –le dije. –mi nombre es Alessia.
-Tu padre te puso ese asqueroso nombre, tarada.
-Como sea, ¿Qué haces aquí?
-Vine a saludar a mi hija, no nos vemos hace unos meses y me tratas así –ella recorría mi casa mientras yo trataba de acomodar la ropa tirada indirectamente. No es que sea desordenada simplemente mi vida es desordenada. –Bonita casa ¿Sigues con tu librería no es cierto?
-Eh… sí
-No sé porque no seguiste la carrera de tu hermana en Londres, tendrías más trabajo o una casa más… -puse los ojos en blanco y ella prosiguió. –más linda.
-Pues a mi me gusta, es chica, tranquila y no estás tú. -dije mientras seguía recogiendo las cosas del suelo. ¿Para que me molesto? Es mí casa y son mis reglas.
-Sé que la muerte de tu padre nos separó Car, pero si viajas a Londres será todo diferente, iré a visitarlas más seguido a las dos y tu tendrás otra vida. Piénsalo.
-No es mi sueño, mamá –la mire. –si te hace mejor lo pensaré, ¿bien?
-Como quieras –me dijo. –te estoy ofreciendo la oportunidad de conocer gente nueva y que formes tu familia allí mismo. Apuesto que a tu padre le hubiese gustado verte con Clarisa teniendo un futuro.
-No –dije con la mira firme dejando caer las cosas que tenía en mis manos. –no metas en mi padre en esto, él hubiese querido mi felicidad.
Mi madre me dedicó una sonrisa totalmente falsa y se dirigió a la puerta principal, pero antes tomó uno de los papales que había dejado en una mesita pequeña color crema.
-Veo que seguís escribiendo –rió – igual que lo hacía el necio de tu padre, ¿Cómo piensas tener un futuro digno mi niña?
-Vete ahora mamá.
Ella simplemente se fue, me alivié y volví a lo que estaba haciendo pero mi pensamiento seguía en mi mamá, ¿Que carajos hacia aquí? Vino a reprocharme que no seguí a mi hermana en Londres. Ella ya es una mujer, treinta años seguiendo los planes de mi madre y su "prototipo perfecto". Asqueroso. Yo por mi parte seguí a mi padre "Cree en ti y ni el cielo será tu límite" y su gran concejo para entender como vivir en esta vida.
¡Hola a todos! Antes que nada si llegaste hasta aquí y me has acompañado en esta historia paso por paso me gustaría agradecerte mucho. Todo esto es simplemente mi imaginación
UN DATO SOBRE MÍ
Vivo en Argentina, Buenos Aires y me llamo Abril.No quiero ver lectoras fantasmas, si quieres comenta y vota, para eso estan estas novelas para que te entretengas como también lo hace el autor.
¡GRACIAS! pronto subiré mas imagenes de los protagonistas xoxox
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Alessia, como vivir la vida.
Random¿Crees que alguien puede enseñarte a como vivir la vida? No todo es un plan y no todo saldrá como en verdad quieres. Kristen Stewart como Alessia. Freddie Highmore como Ansel. ©Todos los derechos reservados.