Capítulo 17 - John

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Me levanté temprano para ir a la empresa Grondlis y encontrarme con el inspector. Me puse una remera verde holgada donde se me veía el ombligo y un pantalón blanco a mi talle. Recuerdo cuando mi aspecto lo era todo gracias a las ideas de mi madre y el cuerpo perfecto. La estúpida perfección que buscaba ella ahora no existe, gracias a Dios, pero no puedo negar lo que he sufrido.

Muchas mujeres lo pasan y eso es triste, la bulimia siempre fue un problema grande para mí. Eso nunca se puede curar completamente, ¿saben? Pero aprendí algo que nunca en mi vida lo voy a olvidar: autocontrol. Hace ya más de cinco años que no lo hago, desde la adolescencia. Cuando cumplí diecisiete me mandaron a psicólogos y psiquiatras pero la única persona que podía ayudarme era yo misma. Así lo hice y me siento orgullosa.

Una regla para vivir la vida: deja que te ayuden, pero primero intenta ayudarte a vos mismo. Sea el problema que sea, nunca dejes que pasen por en sima de tus decisiones y escúchate más seguido.

Fui en camino hacia la empresa Grondlis con mis auriculares escuchando una nueva banda que escuché en la radio ayer con Liz, a ella no le gustó porque prefiere la música pop pero el rock es mi pasión.

Llegué a la puerta principal de la empresa y entré de lo más normal, odiaba esto, cada experimento que se hacía acá era estúpido e inservible. Aunque sé que es trabajo, también es un tipo de desprecio hacia la naturaleza y me parece horrible. El lugar era bastante amplio y claro, tenía diferentes tipos de luces y pisos. ¿Cuánta energía se utiliza por día aquí?

Al entrar fui directo a la recepción y me encontré a una mujer sentada con algunos papeles en sus manos, al revolverlos sacó uno de ellos y lo pegó en el cristal detrás de su escritorio, parecía algun tipo de comunicado. No pude resistirme y lo leí atentamente.

Se busca secretaria con o sin experiencia.
Necesario: documento, acreditativos de estudios o título de secundario, informe o carta de recomendación (si ya ha trabajado antes en otra empresa), foto carnet.
Consultar aquí.

Me quedé observando el papel unos segundos más cuando caí en que la chica estaba mirándome esperando que le preguntase algo. Pero antes de que pudiese hacerlo una voz masculina interrumpió en mis adentros. Esa voz la podría reconocer en cualquier lado.

-¿Alessia?

-¿John?

Era increíble lo que mis ojos observaban, no podría haberlo reconocido porque había cambiado demasiado, pero John Perkins... cómo no acordarme de él.

-Que hermosa sorpresa –me abrasó, yo estaba algo confundida porque nuestra relación quedó en la nada misma desde que Patrick robó mi libro.

Patrick y John son hermanos. Cuando el inepto de Patrick me tomó por estúpida y cambió el contrato de la editorial que sacaría mi libro al público, John intentó ayudarme, él me apoyo bastante en ese sentido. Por favor, no piensen mal, me ayudo moralmente. Pervertidos.

-No entiendo –le dije apartándome para observarlo a los ojos otra vez y comprobar que realmente es él –pensé que te habías ido a México para buscar a... -mi cabeza cayó y mi vista se fue al suelo. Estaba realmente apenada a pesar de que haya pasado mucho tiempo.

-Patrick –me dijo con una sonrisa, sus dientes eran muy blancos y tenía labios carnosos iguales a los del estúpido de su hermano –Sí, luego de eso ya no te vi más... veo que aún no lo olvidaste.

-¿Qué? ¿Cuánto pasó exactamente? ¿Uno, dos años? –le pregunté mientras agarraba un mechón de mi cabello castaño –estoy realmente feliz ahora.

John rió –Me alegro, deberíamos juntarnos esta tarde a tomar un café, ¿no?

Me pregunté si sería buena idea hacerlo, aunque John me haya ayudado bastante, también formaba parte de ese terrible periodo en el cuál mi vida amorosa se iba a la mierda. Recordarlo iba a ser devastador. Pero como mi papá decía: una café nunca se le niega a nadie.

-Entonces te espero ahí –me dice luego de haber acordado el lugar donde nos reuniremos hoy para tomar un simple café y hablar de quien sabe qué –nos vemos –me besó en la mejilla y pude sentir su excesivo perfume invadiendo mis indefensas fosas nasales.

John subió por el ascensor luego de despedirse y pude hablarle a la chica detrás del escritorio.

-Hola –la saludo haciendo algún tipo de mueca para acordarme de lo que le iba a decir –estaba... me preguntaba si había llegado el inspector Patterson.

-Eh, si, está en el segundo piso cuando termine seguramente bajará.

-Bien, gracias.

Me quedé sentada esperando al señor Petterson, muchos de mis pensamientos iban hacia diferentes lados, uno de ellos era John. Cuando se fue a México nunca más supe de él, se mudó y no respondía a mis llamadas, ahora lo veo aquí y bueno... necesito respuestas. ¿Volvió con Patrick? Espero que no, no quisiera verlo jamás en la vida, nunca.

Pero otra parte de mi si quiere verlo maldita sea.

El señor Petterson bajó por las escaleras y rápidamente me dirigí hacia él.

-Hola –le estreché la mano –soy Alessia Brown hablamos por teléfono ayer.

-Te recuerdo, creo que tus papeles los tengo por aquí –el inspector agarró una gigantesca carpeta y revisó unos cuantos papeles -¿Cuándo dices que apareció el cartel en tu local?

-Ayer.

Siguió revolviendo hoja por hoja, quizás había sido como yo lo pensé: un simple error y no tendría que preocuparme más por ello.

-Aquí está –dijo poniéndose sus anteojos mientras yo entraba en desesperación–Librería Chester ¿verdad? –Asentí, le puse Chester en nombre a mi padre –Sí, la librería esta temporalmente clausurada debido a falta de paga de impuestos.

-¿Qué? –grité, aunque era más parecido a un gemido –es imposible, sólo tengo atrasados dos meses de paga.

-Bueno, aquí dicen que son tres –me entrega el papel mientras yo lo observo y leo con suma atención. Tenía toda la maldita razón. Tenía deudas... deudas que no podía pagar.

Antes de que pudiera darme cuenta mis ojos estaban cristalizados pero no iba a soltar ninguna lágrima, no iba a ser tan estúpida de rendirme, no ahora. Mis adentros querían explotar y soltar las lágrimas pero no, no iba a permitirlo.

-No... tengo cómo... -tartamudee –pagarlo.

-Tienes tiempo hasta dentro de un mes, como mucho –agarró el documento con su mano izquierda, increíble, debía todos esos malditos meses y ni siquiera lo había notado. Que estúpida fuiste Alessia, que estúpida.

Me despedí del señor Petterson y me prometió que íbamos a tocar concretamente el tema luego, quizás podría pagarle de a poco cada mes pero antes necesito un trabajo para poder pagarlos todos y sacármelos de encima. Al menos algo temporal o hasta que se resuelva todo esto.

Mi cuerpo giró hacia la recepción ya que entendía perfectamente a lo que se refería mi eficiente cabeza, el papel que había pegado la secretaria de la empresa en el enorme cristal. Se busca secretaria con o sin experiencia.

Bien, podré trabajar en esta estúpida empresa solo unos meses, ¿no?



Hola lectores fantasmas, este cap es corto pero el próximo se viene mucho más largo, espero que les vaya gustando la historia. ¿Quién es exactamente John para ustedes? Quiero decir, John como lo recordarán es el compañero de...

Bueno, un saludo!

abrl -

Alessia, como vivir la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora